EUROCOPA

Una invasión en el entrenamiento de Portugal acaba en persecución a Cristiano y un placaje

Más de 8.000 personas se han desplazado para ver ejercitarse a la selección de Roberto Martínez. El portero, José Sá, tuvo que reducir a un invasor.

Momento en el que un espontáneo abraza a Cristiano. /EFE
Momento en el que un espontáneo abraza a Cristiano. EFE
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Pocas selecciones levantan tantas pasiones como Portugal. Pese a no ser la más condecorada, el combinado luso siempre ha recibido un especial cariño por parte los aficionados. Quizás por grandes nombres propios como Eusébio, Figo, Deco, Rui Costa o Cristiano Ronaldo, pero el listón en cada uno de los grandes torneos que disputan está siempre muy arriba.

Ahora, en Alemania, enfocan los últimos días antes de su debut. La selección portuguesa jugará su primer partido contra la República Checa el próximo martes 18 de junio. Todas las miradas apuntan a Cristiano Ronaldo, pero el grupo que ha formado Roberto Martínez tiene más talento que el del jugador del Al Nassr. Esta tarde se han ejercitado en Gütersloh, a medio camino entre Dortmund y Hannover.

A ese entrenamiento, abierto para todos los públicos, se han acercado más de 8.000 personas. La locura ha sido total. Hasta los propios jugadores han mostrado una pancarta de más de 15 metros que decía "Obrigado Alemania". Como era de esperar, los desplazados han centrado sus vitores y cánticos en Cristiano Ronaldo. Es más, varios se han sobrepasado.

Más de una decena de aficionados han invadido el campo para ir directos a por Cristiano. La seguridad, no se esperaba dicho movimiento y se ha visto sobrepasada. Para intentar defender a la estrella del equipo, hasta los miembros del cuerpo técnico y parte del equipo han tenido que hacer de parapeto. El más sonado, José Sá, uno de los porteros convocados por Roberto Martínez, que ha tenido que placar a un aficionado que iba directo a por el número '7'.

A simple vista, en las imágenes emitidas por CNN Portugal, las personas que han saltado al campo parecían simples aficionados que querían fotografiarse con el mayor ídolo en la historia de su país. La mayoría iba con la equipación de Portugal y con bufandas, pero eso no quita del peligro que supone una persona desconocida corriendo directamente contra un futbolista. Nadie sabe qué tiene en mente dicha persona y, aunque su intención no sea dañar a nadie, un simple resbalón puede truncar una Eurocopa que empieza en apenas cuatro días.