EUROCOPA | AUSTRIA - FRANCIA

Cuando Mbappé y toda Francia olvidaron el fútbol para combatir a la ultraderecha: "Evitemos que nuestro mundo se desmorone"

Las palabras del capitán francés forman parte de una postura tajante del deporte contra el auge de Marine Le Pen.

Mbappé, con la bandera de Francia. /GETTY
Mbappé, con la bandera de Francia. GETTY
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El fútbol y la política siempre van de la mano. Es innegable que la base del deporte se sitúa en las calles, no siempre en los grandes barrios. En los sueños de los niños que acaban llegando a la élite, muchas veces desde lo más alto. En la selección francesa son varios los que responden a este perfil. Los que ahora alzan la voz contra aquellos que desde su altavoz público clasifican a la ciudadanía francesa. Kylian Mbappé, sin embargo, no ha contemplado como opción quedarse callado. Ni él, ni Ousmane Dembélé, ni Marcus Thuram. De momento.

El madridista, cuando media Europa le apuntaba con sus cámaras, llamó al voto a la ciudadanía francesa, para frenar el auge de la ultraderecha comandada por Marine Le Pen. Concretamente, Mbappé aludió al sentimiento nacional, al significado de la bandera y la camiseta de Francia. La que une y no divide: "Confío en todos los franceses, cada voto cuenta, espero que todavía estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio".

Mientras, el fútbol ha caído a un segundo plano. Francia debuta en la Eurocopa frente a Austria y en el país la política es la que copa todos los titulares. No solo eso. La concentración francesa ha dejado de ser un búnker para que no se hable de otra cosa. Es inevitable dialogar sobre un tema que compromete enormemente el futuro del país en las elecciones generales que comienzan el próximo 30 de junio.

Mbappé pide a los jóvenes que voten.

La plantilla francesa, repleta de inmigrantes de segunda y tercera generación, ha alzado la voz contra un partido que da pie a la xenofobia. La historia se repite: ya en su día Le Pen padre creció en las urnas a la par que condenaba la presencia de "jugadores de color" en el equipo nacional. "Son representantes del papeleo", llegó a pronunciar. Entonces, Zidane o Thuram plantaron cara. Hoy son Mbappé o Thuram los que se colocan al frente del clamor popular contra el ascenso de Le Pen hija. Los balonazos a la ultraderecha y un enorme contexto que ha marcado, y de qué manera, la aventura del equipo de Deschamps.

¿QUÉ HA PASADO?

El ascenso de la ultraderecha

Las elecciones europeas del pasado domingo 9 de junio confirmaron la tendencia ascendente de la ultraderecha en el continente. De entre todos los éxitos cosechados por partidos de esta ideología, el más sonado fue el de Jordan Bardella y Reagrupamiento Nacional (RN), el partido liderado por la conservadora Marine Le Pen. Su formación política logró el 31,5% de los apoyos en unos comicios que contaron con una participación histórica que no se daba desde hace 30 años.

El resultado llevó a Emmanuele Macron a disolver la Asamblea y convocar elecciones legislativas. Su partido obtuvo la mitad de votos que el triunfador, lo que hizo saltar las alarmas en el país por el innegable auge de la extrema derecha. Mientras, en Francia se suceden las manifestaciones para concienciar sobre el peligro del auge de la ideología. Este fin de semana, decenas de miles de ciudadanos se reunieron en las calles de París para condenar las ideas de Le Pen.

LA INFORMACIÓN POR DELANTE DEL DEPORTE

Una elecciones que 'borraron' un amistoso

Los resultados electorales coincidieron con la disputa del Francia-Canadá, un amistoso de preparación para la Eurocopa. TF1, cadena encargada de emitir el encuentro a partir de las 21:15, decidió dejar en un segundo plano el fútbol para prolongar su especial informativo sobre lo sucedido en las urnas. Finalmente, conectaron en torno al minuto 15 de partido desde el pitido inicial, por lo que los ciudadanos no pudieron seguir el choque en ningún momento en directo.

Algo de lo que se defendió TF1, dando siempre prioridad a la información y a una noticia de gran calado en las conciencias francesas: "No nos vamos a molestar en un partido amistoso mientras hay una disolución (de la Asamblea). Las noticias siempre tienen prioridad. Y la principal noticia es obviamente la disolución. Por eso es normal informar a los espectadores. El error habría sido no hacerlo".

EL PAPEL DE FRANCIA

Los jugadores alzan la voz: «Espero que estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio»

Los jugadores no pueden quedarse al margen de un terremoto de semejante magnitud. Por ello, en la concentración de Francia no se habla de otra cosa. Como en cada previa de torneo, los futbolistas han ido pasando por sala de prensa. La mayoría de ellos ha preferido mantener una posición distante. Es el caso de Pavard o Ferland Mendy, entre otros.

El primero en pronunciarse con rotundidad fue Ousmane Dembélé. Fue el primer paso y, por tanto, el más tímido. "¿Tomar una posición? No es que no quiera, pero creo que la situación en Francia... Ha sonado la alarma. Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas", expuso.

El ex del Barcelona, de padre maliense, hizo el llamamiento al voto, aunque evitó condenar las ideas de Le Pen. Thuram agarró el testigo y ofreció un discurso mucho más contundente: "La situación política es muy grave. Me enteré de los resultados después del partido ante Canadá y todos nos quedamos un poco impactados. Es la triste realidad de nuestra sociedad hoy. Creo que hay mensajes que se transmiten todos los días en la televisión para ayudar. Como dijo Ousmane, creo que tenemos que ir a votar todos, decirle a todos que vayan a votar. Y, sobre todo, como ciudadanos, debemos luchar a diario para que esto no vuelva a suceder. Para que no pase el RN".

Thuram sobre la extrema derecha.

Una especie de "no pasarán" que confirmó poco después: Entiendo que algunos puedan venir y decir simplemente que tenemos que ir a votar, pero creo que eso no es suficiente. También debemos explicar cómo hemos llegado hasta aquí y la gravedad de la situación".

Ya este domingo le ha tocado el turno a Kylian Mbappé, en la rueda de prensa previa al partido ante Austria. La oficial. La que acoge a más medios de comunicación. La que se puede seguir a través de los canales oficiales de UEFA. La que dará la vuelta a Europa. "Quiero dirigirme al pueblo francés. Los extremos están a las puertas del poder, tenemos la oportunidad de elegir el futuro de nuestro país. Hago un llamamiento a todos los jóvenes a votar, para que se den cuenta de la importancia de la situación. Confío en todos los franceses, cada voto cuenta, espero que todavía estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio", expuso.

Y cerró: "Estamos en un momento crucial en la historia de nuestro país, una situación sin precedentes. Debemos saber poner las cosas en perspectiva y tener un sentido de nuestras prioridades. Somos ciudadanos, no debemos ser desconectados del mundo que nos rodea".

Mbappé desató una ola de gigantescas dimensiones en mitad de la Eurocopa y alertó sobre el sentimiento nacional. Francia solo se sentirá orgullosa de representar a Francia si el 7 de julio las elecciones legislativas no encumbran a la extrema derecha.

LA POSTURA DE LA PRENSA

El papel de los medios y una carta en L'Equipe

Los medios de comunicación, mientras tanto, hacen los deberes y preguntan continuamente por la situación a los protagonistas. Como no podía ser de otra manera. ¿Pero se posicionan? Tanto RMC Sports, como L'Equipe, como Le Parisien, medios deportivos más populares de Francia, abrieron sus cabeceras con las palabras de Kylian Mbappé, todas ellas enfocadas por su condena al auge de la extrema derecha.

L'Equipe también presentó en su web una columna de deportistas pidiendo el voto contra el partido de Le Pen. "Muchas veces nos preguntamos: ¿cómo actuar? Hoy estamos detrás, al borde de perder el partido. Pero todavía nos quedan unos días para reaccionar", comienzan.

La carta es conmovedora, el deporte unido: "La extrema derecha pisotea este respeto todos los días. El deporte nos enseñó el gusto por el esfuerzo para superarnos, solos o en equipo. Nos permitió emanciparnos y nos enseñó la fraternidad, la solidaridad y el espíritu de equipo. Nos mostró que a pesar de nuestras diferencias; colores de piel, religiones, acentos, culturas, orientaciones sexuales, discapacidades, géneros, somos parte de un mismo equipo, y que nuestra diversidad es una fortaleza. (...) Explotan nuestro sufrimiento y secuestran nuestras esperanzas. Evitemos que nuestro mundo se desmorone, como bien decía Albert Camus".

La firman decenas y decenas de deportistas como Benjamin Campaoré, Yannick Noah, Jo-Wilfred Tsonga... Un total de 234 personalidades relacionadas con el deporte, ya sea como profesionales o que tengan algún tipo de cargo en los despachos. Ningún futbolista de la actual selección de Francia está presente en la lista.

RMC no se ha pronunciado de forma tan tajante, mientras Le Parisien abre su portal web con el grito al cielo de los deportistas. Medios generalistas como Le Monde también dieron un firme espacio en sus cabeceras a Mbappé. Por el contrario, Le Figaro lo situó en una posición más baja, aunque presentó una encuesta a sus internautas: "¿Compartes que Mbappé haya llamado al voto contra los extremos?". Con un total de 48.973 votantes en el momento de redacción de este texto, el 65,27% no está de acuerdo con el astro francés y el 34,73% sí secunda su mensaje a la ciudadanía francesa.

Ninguna de las principales cabeceras ha dedicado espacios de opinión para juzgar la postura del equipo de Deschamps.

¿SEPARAR FÚTBOL Y POLÍTICA?

La FFF y su ley del silencio

La Federación Francesa ha decidido mantenerse al margen. Cabe recordar que es un organismo que cuenta con financiación pública y cuya postura es más compleja de expresar públicamente. De hecho, publicaron un comunicado: "Tenemos neutralidad como institución. Conviene evitar cualquier forma de presión y utilización política del fútbol francés". Varios jugadores han deslizado la posibilidad de realizar una campaña conjunta dentro de la concentración para llamar al voto. De momento, la postura federativa dista de esta idea.

Según informó L'Equipe, Philippe Diallo, presidente de la FFF, llamó por teléfono a dos de los capitanes, Kylian Mbappé y Antoine Griezmann, para pedirles neutralidad y evitar malentendidos. Le pidió concretamente al nuevo jugador del Real Madrid que esquivara cualquier opinión política. Mbappé ha decidido rebelarse y no ponerse de perfil ante el auge de la extrema derecha. El presidente federativo llegará este lunes a Alemania para reunirse con los jugadores.

LA AUSTERIDAD DE LA CONCENTRACIÓN

Una previa diferente

A diferencia de otras concentraciones, en esta ocasión los jugadores de Francia no están concediendo entrevistas a los medios de comunicación de forma individualizada. Según informan los presentes, se sospecha que esta tendencia se debe al temor de la federación de que el fútbol pase a un segundo plano y todo quede centrado a la política. A cambio, están exponiendo a los futbolistas a diario en ruedas de prensa. Queda por ver si varía la dinámica con respecto avance el torneo. La FFF no se ha pronunciado al respecto por el momento.

EL PASADO SIEMPRE VUELVE

El legado de las generaciones pasadas: de Zidane a Thuram

Resulta indispensable echar la vista atrás para evitar repetir errores del pasado. El auge de la extrema derecha en Francia nos traslada a 2002, cuando el fútbol francés también alzó la voz para evitar lo que para entonces parecía el salto definitivo del extremismo al poder. La líder no era Marine Le Pen, sino su padre Jean Marie. Y Zinedine Zidane abordó con mucha valentía el conflicto.

"La gente tiene que votar. Es muy importante. Y, sobre todo, hay que pensar en las consecuencias que puede tener votar a un partido que no corresponde para nada con los valores de Francia. Soy francés. Mi padre es argelino. Estoy orgulloso de ser francés y estoy orgulloso de que mi padre sea argelino", expuso para entonces.

Le Pen rechazó su discurso y le acusó de estar "manipulado". Zizou lo tenía tan claro que incluso amenazó con no jugar el Mundial de Corea y Japón si la ultraderecha ascendía al poder. Pidió el voto para el conservador Chirac, ganador de las elecciones a posteriori, y entonces Le Pen saltó contra el madridista: "Puede quedarse en España. Nadie le retiene". Antes había criticado que en Francia hubiera tantos jugadores no nacidos en suelo nacional: "Es artificial que se haga venir a extranjeros y luego se les bautice como equipo de Francia. Estos jugadores son representantes del papeleo. La selección ha exagerado la proporción de jugadores de color".

Del mismo modo, Lilian Thuram, padre de Marcus y exjugador del Barcelona, también supo aprovechar su condición de deportista para evitar el auge del partido radical: "¡Viva Francia, pero no la Francia de Le Pen! Hace ya bastantes años que esta persona se presenta a las elecciones presidenciales sin conocer la historia de Francia. En Francia la gente apoya a los jugadores franceses sin plantearse sin son negros, porque son franceses. Si alguien le ve, que le diga que el equipo de Francia está muy orgulloso de ser francés, y si tiene algún problema con el hecho de que seamos franceses, nosotros no. ¡Viva Francia, pero no la Francia que él quiere!". Hoy su hijo, Dembélé o Mbappé recogen su legado.

¿Y AHORA QUÉ?

Lo que está por venir en Francia

El próximo 30 de junio se celebran las elecciones legislativas en Francia, la primera vuelta. La segunda, y por eso la frase de Mbappé, se dará el 7 de julio. Macron adelantó los comicios con el fin de frenar el auge de la extrema derecha y los futbolistas también intentan que así sea. De momento, los candidatos que obtengan más del 12,5% de los votos pasarán de ronda hasta formar a posteriori el congreso francés.

La tendencia al voto en las elecciones europeas sitúa a Marine Le Pen como clara candidata para ganar junto a su partido la votación. La política ha llevado en su programa la supresión de las ayudas públicas a los inmigrantes o solo reconocer como francés aquel cuyos dos progenitores sean franceses. En política internacional quiere un acercamiento a Rusia o salir de la estructura militar de la OTAN.

Marine Le Pen ha suavizado el discurso de su padre: no se ha posicionado en contra del matrimonio homosexual, ha dejado a un lado el ultraliberalismo que este atesoraba... Algunas de sus frases en público, eso sí, han dado una buena muestra de su parecer. "No podemos permitir que nuestros valores sean diluidos por la inmigración masiva", "no se puede hablar de libertad si nuestras fronteras no están seguras", "no somos extremistas, somos patriotas" o "la islamización de Francia amenaza nuestra forma de vida y nuestras libertades" son algunas de ellas.

Una postura que no pretenden tolerar algunas de las estrellas de la selección francesa, que ya han mandado desde su posición de privilegio un mensaje directo a la población francesa. Ciudadanos antes que futbolistas. Hermanos, amigos, parejas, familias antes que los millones. Este domingo, Kylian Mbappé lo entendió y pronunció un discurso que se estudiará en los libros de historia del país. Pocos goles logran eso. O ninguno. "Espero que todavía estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio".