Modric no se salva del 'Albaniazo'

Hamburgo (Alemania).- Modric no está, todavía. Todavía le queda tiempo de ser el que es, pero por ahora la Eurocopa de Alemania todavía no ha visto ni un 40% del jugador que es, el croata. Ya se marchó del Olympiastadion berlinés entre triste y reventado. Y un poco enfadado con el partido que habían hecho contra España. "Tenemos mala suerte y, cuando podemos, no hemos metido ninguna", se lamentaba en Relevo después, en la zona mixta. "Nos quedan dos, vamos por todo ahí", zanjó mientras se marchaba, llevándose la camiseta de Carvajal y la de Nico Williams para su colección particular.

En el Volksparkstadion de Hamburgo se la jugaban. Ni el más mínimo margen de error contra la voluntariosa Albania. De ser terceros en un Mundial y pelear la Nations League a España no se puede pasar a caer en fase de grupos. Al menos eso era lo que tenían clarísimo los miles de croatas equipados con gorros de waterpolo, que desplegaron una pancarta espectacular con la cara de su capitán durante la ceremonia de los himnos. Uno a uno, todos los titulares croatas fueron recibiendo la arenga y el choque de manos del 10, que no parecía tener ningunas ganas de irse del torneo a las primeras de cambio.

Pero Livakovic no estaba tan enfocado. Vamos, que se comió un remato flojito y centrado de Laçic. Le pasó entre las manos cuando como mínimo un despeje con el pie hubiera sido más que suficiente. ¿Quién fue a animarle? Exacto. El 10. Ya durante el Mundial de Catar hicieron mucho trabajo de refuerzo positivo con el guardameta croata... y se terminó parando más penaltis que nadie. Quince minutos después ya estaba salvando un uno contra uno a Asllani que hizo caerse más de un gorrito waterpolero en la grada. Y todavía sacaría otra más antes del descanso y otra en la segunda parte. Vamos, que a pesar del error, el partido le salió a devolver.

Mientras, el partido de Modric se parecía mucho al que hizo contra España. Como queriendo estar en todas partes, pero sin ser verdaderamente relevante en ninguna. Un taconcito, un poco de orden a los demás... pero ahí se acababa todo. Como si jugase triste. Y, con cada minuto que pasaba, la presión crecía. Igual no para él, que a sus 38 años no tiene nada que demostrarle a nadie, pero sí entre sus compañeros.

Tuvo que devolverle la sonrisa Kramaric con el gol, y sobre todo Budimir, que entró al campo en plan héroe revitalizando a Croacia. Unos minutos después llegaba la (presunta) lógica, y Croacia se adelantaba con el 2-1 de una preciosa carambola tras rebotar el balón en hasta dos zagueros albaneses. Los de Silvinho, que habían volado en la primera parte, parecían acusar el golpe... hasta que llegó el mazazo: Gjasula culminaba un albaniazo que le va a dejar las cosas muy difíciles a los croatas. Cuando terminó el partido desfiló enfadado por la zona mixta. Habló bvY a Europa le parece una pena desperdiciar los últimos minutos de Modric así...