Modric y la invasión croata ponen a prueba a la España de Lamine ¿y Olmo?
Luka, que dobla en edad (38) a Yamal (16), es el gran peligro del rival. Todo el mundo da por hecho que el del Leipzig se quedará fuera... pero De la Fuente se resiste a perder a su jugador franquicia.
Berlín (Alemania).- Preparados, listos, ¡ya! La España de Luis de la Fuente debuta esta tarde en la Eurocopa (18:00, La 1) contra la Croacia de Modric, Brozovic y Kovacic, la Santísima Trinidad que ha llenado de gloria en la última década a un país con menos población que Madrid. La Roja comparece con la única baja de Laporte y la necesidad de ganar para empezar bien una fase de grupos delicada: después le esperan la bicampeona Italia (el jueves) y una Albania que no es mansa (lunes). Lo positivo, para tranquilidad de todos, es que la ampliación del torneo a 24 equipos permitirá que también se clasifiquen para octavos los cuatro mejores terceros.
No piensa en ese colchón la Selección. La expedición se cuelga internamente el cartel de favorita y pulula por el ancho y largo de Alemania con un objetivo claro: ganar la cuarta y deshacer el empate con los temibles germanos como los más exitosos del continente. Para ello, aunque quiera cocinar el mismo pastel que los héroes de 2008, 2010 y 2012, cambiará la receta. De la Fuente lo tiene claro: menos dosis de tiki-taka, más de verticalidad y rock and roll. Para tocarlo como se debe le dará la guitarra en los costados al adolescente Lamine Yamal (16 años) y al joven Williams (21). Entre ambos no suman ni la edad de Modric (38). Cuando Luka disputó el Mundial 2006 en este mismo escenario, de hecho, al barcelonista le quedaban 13 meses para nacer. "A su lado me siento muy viejo", dijo ayer.
Ahí residirá la fortaleza de España, con más energía y vigor que la que fracasó en Catar con Luis Enrique. De la Fuente ha traído armonía y recita casi de memoria su once titular. Con Unai Simón como fijo en la portería y la defensa para Carvajal, Le Normand, Nacho y Grimaldo, su única duda está en la medular. A Rodri no se le discute y Fabián también parece tener un hueco garantizado, pero en el ambiente planea la incógnita de si dará alas al renacido Pedri o conservará su idea inicial de alinear como mediapunta a Dani Olmo. El del Leipzig tiene encandilado al míster, que le considera un futbolista de clase mundial cuando actúa por detrás del delantero. Hay debate y el riojano no despejará la duda hasta dos horas antes. El ariete, con Lamine y Nico en las bandas, será un Morata al que le toca hablar en el campo.
La Roja es una selección distinta a la que enamoró al mundo entero. Querrá la pelota, pero contragolpeará en cuanto tenga espacio y volará para lanzar a los extremos. Croacia tampoco renunciará al balón. No puedes si juegas con Modric. El equipo de Dalic no muda de piel: su base es la resistencia, la garra, el empuje y la calidad de Luka. También tiene argumentos en punta, con el conocido Budimir (18 goles esta temporada con Osasuna) y un Kramaric en racha (17 con el Hoffenheim), y sobre todo en la retaguardia. En el lateral izquierdo estará Gvardiol, el defensa más caro de la historia y que tratará de frenar a Lamine. La tarea no resultará sencilla para ninguno de los dos.
Temibles arriba, con lagunas atrás
Buena parte de las esperanzas de España en esta Euro pasan por explotar la dinamita que tiene arriba. Y no sólo son Nico y Lamine. Ningún futbolista español ha marcado más que Morata en las Eurocopas (cinco), Pedri y Fabián asustan cuando levantan la mirada, Rodri llega, Olmo lo tiene todo y Carvajal y Grimaldo arriban en la Euro posiblemente como los dos carrileros más en forma del planeta. El primero viene de levantar su quinta Champions como MVP de la final y atraviesa el mejor momento de su carrera; el segundo, un perfecto desconocido para el público medio, ha producido ¡31 goles! este curso (12 tantos y 19 asistencias) con el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. El torneo lo afronta con un reto especial, como explicó en su charla con Relevo: "Quiero que España vea mi nivel".
La Selección cuenta con hacerse fuerte por los agujeros exteriores y sabe, en cambio, que su hándicap está en la defensa. Hubo errores graves en el último amistoso contra Irlanda del Norte y Croacia no perdonará lo que los amables británicos. España sólo ha dejado su portería a cero en uno de los últimos seis partidos (y fue ante Andorra, 174 del ranking FIFA). Para corregir el déficit necesita que Simón transmita seguridad -y se ande con cuidado con los pies- y que Nacho sume el liderazgo que se espera de un seis veces campeón de Europa. Un gran título con La Roja es lo único que le falta para redondear una carrera impoluta antes de bajar el ritmo y poner rumbo a Arabia.
Como revulsivos quedarán piezas como Oyarzabal (cuatro goles en los dos partidos previos), Joselu (un '9' capaz de desatascar cualquier entuerto), Ferran (un tanto cada dos duelos con la Selección), Baena (máximo asistente de las cinco grandes ligas con Grimaldo) o el dinámico Fermín. Hay argumentos para creer. A nivel interno, de hecho, si el psicólogo hubiera decidido hacer test de optimismo en vez de pruebas de estrés, las muestras a esta hora reventarían. Rodri lo dejó claro en conferencia de prensa: "Nos vemos fuertes. Utilizaremos el estilo que nos lleve a la victoria". Entre los aficionados todavía existe incertidumbre en cuanto al rendimiento de esta Selección, a la que muchos ven como un melón por abrir.
Abismal superioridad croata
Aunque sea local para la UEFA, La Roja jugará claramente de visitante en Berlín: se esperan unos 50.000 croatas sobre una capacidad de 75.000. El desplazamiento de españoles ha sido infinitamente menor, algo que provocó los lamentos de De la Fuente: "Nos falta orgullo nacional". Su alivio es que ya se midieron en desventaja en la última final de la Nations League en Róterdam y la Selección salió vencedora.
El preparador de Haro ha alterado en esta ocasión la rutina habitual en los grandes torneos. España no se ejercitó en el día previo en el escenario del partido, sino en el campo de entrenamiento de Aasen, donde ha establecido su base a 737 kilómetros de la capital. Croacia, que se queda cerca de Berlín, sí pisó el Olímpico. Lo hizo con la buena noticia de que Perisic se encuentra mejor y que tendrá opciones de participar.
🇭🇷 ¡Los aficionados croatas se hacen notar en Berlín!
— El Partidazo de COPE (@partidazocope) June 14, 2024
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En resumidas cuentas, en una cita especial para Olmo (creció y saltó al estrellato en Croacia), en la que la Selección vestirá de rojo y con pantalón azul y que arbitrará el inglés Michael Oliver, esta tarde arranca la Euro y España quiere mirar a la cara a las Francia, Inglaterra, Alemania, Portugal y compañía. Siente que pertenece a ese retén, por individualidades y por cohesión, y quiere demostrarlo para callar las bocas de los que dudan. Modric será el primero en tratar de desmontar la atmósfera de la ilusión. Y Olmo, que llegó con aires de titularísimo y ve ahora su presencia en el aire, quiere ser el primero en pegar un puñetazo en la mesa. A esta hora se agarra a las palabras de su entrenador: "Todos dais por hecho quién va a jugar, pero...".
Posibles alineaciones:
España: Unai Simón; Carvajal, Le Normand, Nacho, Grimaldo; Pedri u Olmo, Rodri, Fabián; Lamine, Morata y Nico Williams.
Croacia: Livakovic; Juranovic, Sutalo, Pongracic, Gvardiol; Modric, Brozovic, Kovacic; Majer, Budimir y Kramaric.
Árbitro: Michael Oliver (Inglaterra).
Estadio: Olympiastadion (Berlín), con capacidad para 75.000 espectadores y previsible superioridad croata.