El momento en el que empezó el distanciamiento entre Brahim y De la Fuente
El seleccionador no contó con él para los Juegos Olímpicos y tampoco le convocó para la Nations League.
![Brahim, contra el Celta./REUTERS](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202403/11/media/cortadas/BrahimCelta-RwkXwehBFnCra33Ek2903tL-1200x648@Relevo.jpg)
Brahim Díaz (24 años) y Luis de la Fuente (62) tenían hasta hace poco una fantástica relación. Como el propio seleccionador recordó este lunes, es el técnico que más veces le ha convocado en categorías inferiores (entre sub-19 y sub-21). Un feeling entre ambos que se evidenció en la Eurocopa sub-21 de 2021, cuando el malagueño forzó para jugar a pesar de estar tocado, arriesgándose a empeorar su dolencia. Demostró su compromiso con España y con el entrenador.
Sin embargo, poco después de aquello algo se rompió entre ambos: De la Fuente no contó con Brahim para los Juegos de Tokio. Es cierto que tampoco tenía la garantía de si su club iba a permitir que acudiese (sólo los equipos españoles tienen la obligación y él estaba en el Milan), aunque el técnico riojano no lo tuvo en sus planes. Algo se empezó a torcer ahí.
A pesar de ello, la buena sintonía de ambos continuó cuando De la Fuente fue nombrado seleccionador absoluto. Brahim, igual que muchos otros jugadores que habían estado con él en categorías inferiores, le envió un cariñoso mensaje al riojano. El técnico nunca ha ocultado esa cercanía con los futbolistas, a los que no duda en llamar o mandar algún mensaje cuando lo cree necesario. A la inversa ocurre igual, los futbolistas le ven como una persona cercana a la que pueden felicitar en ocasiones como un nombramiento o un cumpleaños. Ahí quedó la cosa, dentro del contexto de la confianza y naturalidad que tenían ambos.
Poco después, en junio de 2023, se produjo una circunstancia que provocó que Brahim comenzara a pensar que no entraba en los planes de De la Fuente: se quedó fuera de la lista para las semifinales y final de la Nations League, a pesar de que venía de ser semifinalista de la Champions con el Milan. El malagueño consideró que había hecho más méritos que otros compañeros que sí estuvieron presentes en aquellos partidos.
Marruecos comenzó a ganar opciones
Aquella circunstancia decepcionó a Brahim, aunque se mantuvo firme en su idea de esperar a España, ya que siempre fue el país al que quiso representar (apenas tiene vínculos con Marruecos más allá de su abuela paterna). Su llegada al Real Madrid no fue sencilla y entró dentro de lo esperado su ausencia en las listas de septiembre, octubre y noviembre. La federación marroquí seguía dándole cariño a pesar de su falta de oportunidades en sus primeros meses de blanco, aunque su idea era clara: sólo cuando se hiciera con un puesto en el Real Madrid mediría hasta qué punto la RFEF creía en él.
Su buen momento en el club madridista llegó y nada cambió en la Federación española. Nunca recibió la llamada de De la Fuente y veía a través de los medios cómo se hacían esfuerzos por convencer a Lamine Yamal, un jugador que estaba en una situación idéntica a la suya. Esta frialdad hacia su figura le llevó a aceptar definitivamente la propuesta marroquí, algo que hace unos pocos años ni se le había pasado por la cabeza.