Nickzzy, del "bajo mundo" a la cuadrilla de los Williams: "Iñaki y Nico te recuerdan que tú también puedes representar al Athletic"
El artista se ha criado desde lo más bajo y ahora triunfa en la música y cumple el sueño de actuar en San Mamés.
La historia de Nickzzy es la historia de tantos niños que nacieron en un lugar en el que progresar es un milagro. Algunos, como él, sueñan con hacerlo, pelean, lo consiguen. Otros, la inmensa mayoría, no logran salir. Nicolás Martínez Pérez, que así es como se llama realmente, lo hizo. Salió de 'El Bajo Mundo', como él lo llama, y llegó al norte de España, donde se instaló con su madre.
Aunque haya acabado triunfando con su música, empezando con el 'drill' y siguiendo con los ritmos urbanos, ahí, en Bilbao, descubrió el fútbol. Tenía solo 10 años, jugaba dos días a la semana y tardó poco en darse cuenta de que nunca formaría parte de la plantilla del Athletic, el que ya sería para siempre el club de su vida, o de que no compartiría ataque con Nico e Iñaki Williams, los que ahora son sus amigos. Pero conoció'La Catedral', en la que ha cumplido el sueño que un día se propuso, y entró a formar parte de una cuadrilla, porque en equipo todo sabe mejor. Esta es su historia… y no es cualquier historia.
El fútbol como forma de empezar
Nickzzy nació en República Dominicana hace ya 21 años. Allí, aunque parezca increíble, los más pequeños no vienen con un balón debajo del brazo. "Allí solo hay campo. Recuerdo a mis amigos, corretear con mis primos, creo que era muy feliz. Tenemos poco, pero no te das cuenta. Todo el mundo lleva el mismo ritmo de vida. No hay móviles, no hay nada, te diviertes con cualquier cosa, pero allí no existe el fútbol".
Con apenas una década aterrizó en Bilbao. Su madre llegó primero a España y, poco después, lo hizo él. En el fútbol, aunque en ese momento no era su pasión, encontró una vía de integración. Le apuntó su padrastro nada más llegar a Barakaldo. "Era muy malo, pero siempre te acuerdas de tu primera vez. Los martes y los jueves, me acuerdo, salía de clase e iba a entrenar. Me lo pasaba bien y conocí gente, hice colegas. Llegas nuevo a un país y es complicado hacer amigos, todo es nuevo. Pero en el equipo había chavales 'bacanos', como yo digo".
A Nickzzy la vida le ha hecho crecer a pasos agigantados. Ha tenido que adaptarse a las circunstancias para hacerse mayor. Dejarlo todo atrás, las mudanzas, las nuevas costumbres, nacer con unas raíces tan distintas a las que tuvo que echar para madurar y convertirse en el hombre en el que siempre soñó.
"La 'juntilla' influye mucho y he tenido 'juntillas' malas, que me influían a hacer cosas que igual no, pero gracias a Dios he conocido a gente que comparte mis metas, que me han ayudado a saber cuáles eran mis sueños, qué era lo que me gustaba".
Dos de esas 'juntillas', como Nickzzy las llama, son Iñaki y Nico, las grandes estrellas del Athletic Club, aunque sorprendentemente no son sus grandes ídolos rojiblancos. Él fue de Aritz Aduriz, de sus ganas, de su manera de lograr llegar a la meta con talento, pero sobre todo con mucho trabajo. También de Mikel San José, que con el paso del tiempo iba convirtiéndose en mejor futbolista cada día. Ahora, como todos, también es muy de los Williams.
"Joder, es que estos niños han llegado de aquí a aquí en muy poco tiempo, han demostrado que nada es imposible, ¿sabes? Nadie se esperaba tampoco a dos jugadores negros jugando en el Athletic y tanto Iñaki como Nico son personas que se esfuerzan día a día para dar lo mejor de sí mismo en el campo, representan muy bien lo que es este equipo. Van más allá. Motivan a los chavales de otras nacionalidades que crecen desde pequeños en España o en Bilbao, mismamente. Están como diciendo constantemente 'eh, vosotros también podéis estar aquí representando a este club, a la afición, a todo lo que significa este equipo'".
Un racismo 'a lo bajini'
Poco antes de este encuentro, Nico Williams se enfrentó a la grada del Metropolitano tras un episodio racista. Él, su hermano mayor y Vinicius Jr. son tres de los grandes activistas contra esta lacra que tiene el fútbol español. Nickzzy, de raza negra y asentado en Bilbao, dice que por suerte apenas lo ha vivido. Para él son 'tonterías' porque prefiere no darle importancia a los xenófobos.
"Creo que no me ha tocado vivir ningún episodio duro de racismo. Tonterías, palabras, qué sé yo. Me las tomo sin más. Cuando era pequeño sí me picaba con que se rieran del color de mi piel. También tiene que ver mucho con las personas mayores. Entras en un sitio y te miran un poco mal por las pintas o el color. Eso sí lo he sentido, pero lo sé llevar. Me da un poquito igual, pero es algo que habría que cambiar. Todas las personas tenemos el mismo derecho y no tienes por qué juzgarme".
Las raíces y la Selección
Nickzzy no olvida sus orígenes y menciona a menudo el lugar de donde viene. La vida allí estaba llena de altibajos. Su madre dejó la República Dominicana siendo él tan solo un niño. Se quedó con sus hermanos y con su padre, que apenas podía cuidarle porque tenía que trabajar. Fue pasando de casa en casa, de familiar en familiar, viendo cómo todos peleaban para ganarse el pan que llevaban al hogar: "Allí la gente vive del día a día, y si no consigues nada, te tienes que apañar". Aun así, sus padres siempre lucharon para que no viera esa realidad.
En Bilbao, sin embargo, todo es diferente. "Lo pienso mucho. Es una comunidad muy cerrada pero que se quieren mucho entre ellos. He conseguido que sea mi lugar de confort. No sé dónde estaré el día de mañana, pero volveré a esta ciudad. Nunca he sentido que sobraba, me abrió las puertas, aquí empezó todo y aquí quiero terminarlo".
Ahí, en esa diversidad de niños de lugares diferentes que se juntan para formar una pandilla, Nickzzy se acuerda de la selección española de Luis De la Fuente, un equipo comandado por chavales con diferencias raciales que muestran un avance en la sociedad. "Es lo bonito de la música y el deporte. Nos dan oportunidades. Iñaki, Nico, Yamal, yo. Venimos desde abajo y, a través del talento, ellos en el fútbol y yo con mis canciones, llegamos al lugar en el que estamos hoy. Es una manera de conectar. Imagino que ellos también lo sentirán, el cariño de la afición, ese 'estar en casa', ese calor".
"La música y el deporte te dan oportunidades. Son una forma de conectar, de sentir ese 'estar en casa', ese calor"
Esa selección, ese equipo de fútbol, es similar a lo que tiene Nickzzy con la 'MKS', el grupo de amigos con el que, además, trabaja. Funcionan como un reloj y cada uno tiene su papel en el ecosistema musical que crearon hace tiempo, pero no olvida en ningún momento que son sus amigos, su familia, esa 'juntilla' de Bilbao de la que no se ha separado nunca. "Están ahí siempre, me motivan. No me lo aplauden todo. Me ha tocado la suerte de tener gente a mi lado que si se me sube un poco ya me están bajando a la tierra, y si lo hago algo mal ya sabes, que es que somos hermanos todos, una familia grandísima. Cuesta un poco separar la amistad del trabajo, pero creo que lo llevamos bastante bien, cada uno sabe su función. Me gusta escuchar qué opinan sobre cualquier tema que vaya a sacar. A través de su reacción pues digo 'vale, esto puede'".
El amor por el Athletic
"Es que el Athletic es una locura, ¿eh?". Nickzzy, que nació dominicano pero ya es vasco, se arranca a hablar de su equipo y parece que nació en el mismo epicentro de la comunidad. "Yo nunca he pisado el viejo San Mamés, fui al nuevo. Bueno, miento, sí, fui al viejo una vez. Tenía un lado quitado, me acuerdo, y lo recuerdo como algo increíble. Ahí es otro rollo, estás viendo a los jugadores que ves en la tele, los ves ahí, diminutos, y ves cómo lo vive la gente. Al principio, para mí era un poco raro, pero con el tiempo te acostumbras. Es muy bonito, yo creo que es un equipo único. Todos los jugadores son de allí, socializan mucho con la afición, no sé, lo viven de otra manera". Nickzzy tiene una canción que se llama 'San Mamés'.
"No supe lo que era el fútbol hasta que llegué a Bilbao. Iñaki, Nico o yo venimos desde abajo y, a través del talento, llegamos al lugar en el que estamos hoy"
Habla poco del estadio y aún menos del equipo de fútbol, pero la estrategia de improvisar con ese título salió bien. En Bilbao todo el mundo la conoce, tiene más escuchas que el propio himno y todos los chavales la siguen cantando en conciertos llenos de camisetas rojiblancas tanto en el público como en el escenario. "Los chavales vascos del Athletic van 'a full' con su camiseta. Si doy un concierto importante y va a haber mucha gente, me pongo la mía. Me gusta poner mi tierra ahí. Mi sangre es dominicana, pero me siento vasco".
En su ciudad lo más habitual es ser 'león' y él lo aprendió de su padrastro. Prácticamente acababa de llegar a España y ya sentía lo que era ser del Athletic: "Me llevaba a ver los partidos. En esa época, con 10 años, salía a la calle y veía cómo lo vivían todos, y dije 'pues yo también'. Y hasta hoy. Ahora soy un 'athleticzale' de verdad, me encanta ir al estadio, disfrutar con la afición. El día que empecé en la música me planteé cumplir el sueño de tocar en San Mamés". Y lo cumplió. El día 6 de abril de 2024 pasaron muchas cosas. El Athletic ganó al Mallorca una final en los penaltis con la que ganó una Copa del Rey 40 años después, la maquinaria de la gabarra se puso en marcha para dar el arranque a una fiesta que será recordada durante una larga temporada, y Nickzzy hizo 'check' a una de las cosas que siempre había deseado: cantar en 'su' estadio antes de un gran partido.
"Me lo contaron y lo primero que hice fue llamar a mi madre. No se lo creía, pero me dijo que la llevase. Hasta que no llegó el día no lo asimilé, y entonces dije 'ostras, estamos aquí, tío'. Mirabas hacia arriba y lo veías entero. Aunque venga solo una persona lo disfrutas. Estás en San Mamés. Mucha gente no pudo vivirlo porque estaba en Sevilla; nos tocó pronto, pero el sueño está cumplido. Sé que vamos a volver y lo llenaremos por nosotros mismos".
Después llegó la fiesta, la comunión con el resto de 'athleticzales', la enésima demostración de lo especial que es el Athletic. "Yo creo que siguen de fiesta. Es histórico. Tú no lo sabes, pero en Bilbao se vive el fútbol de otra manera. Ese día me volví a dar cuenta de que esa afición es otro rollo. Se va a celebrar todo el año, es algo único. Vi la gabarra con mi hermana y mi familia. Una locura, los jugadores, sentías el calor de la gente".
Volver a los orígenes
Si hay una persona de la familia de los Williams a quien todo el mundo conoce, esa es su madre. A lo largo del encuentro, Nickzzy no deja de hablar de la suya: "Si estoy aquí es por ella. Si no se hubiera atrevido a venir, a dejarlo todo, no sé qué sería de mí. Gracias a ella lo tengo todo. Es mi motivación. Si consigo algo es para que ella viva lo mejor posible y poder devolverle lo que me dio. Es difícil darle a una madre todo lo que merece".
De vez en cuando, vuelve a la raíz, al lugar en el que todo empezó. Hace un año estuvo en República Dominicana visitando a su padre, a sus hermanos y al resto de su familia. Allídice que es feliz, que le viene bien recibir ese golpe de realidad. "Llevaba tiempo sin ir. Fue muy bonito volver a ver a mi familia. Cuando voy me acuerdo de todo, es un choque de realidad. Ves cómo todo sigue un poquito igual, ¿sabes lo que te digo? Allí no te cambia ni el dinero ni nada. Ahí eres uno más. Pero lo bonito es que cuando voy digo 'joder, de aquí he salido yo'. Ojalá el día de mañana poder traer a España a los míos, pero a veces es necesario volver".
Una meta: triunfar
Nickzzy habla en todo momento de la oportunidad que le ha regalado su madre llevándole a Bilbao, de haber encontrado su lugar en un sitio en el que no nació, de la suerte de tener un talento por el que poder apostar para vivir mejor tanto él como todos los suyos.
"La música, como el fútbol, unen a la gente. Son herramientas para vivirlo todo de la misma manera, para disfrutar, para ayudar a los demás. Poder dedicarte a un arte es un sueño, una meta que se sale de lo normal. ¿Que hasta dónde quiero llegar? Hasta donde Dios diga. Y si Dios me ha dado esto no lo voy a desaprovechar por nada del mundo. Y mi gente lo sabe, están conmigo, lo tienen claro. No sé dónde me veo en varios años, pero lo voy a lograr, lo voy a conseguir, no tengo límites".
[Este reportaje pertenece a Relevo Mag, un proyecto especial de Relevo con motivo de la celebración de la Eurocopa].