EUROCOPA | PORTUGAL - REPÚBLICA CHECA

¿Y si la revista Panenka se llamara Ivo Viktor? El mítico penalti nació apostando chocolate y cerveza

El particular lanzamiento, conocido por todos por el nombre de su ejecutor, nació de un pique con los porteros de su selección. Viktor era la estrella.

Panenka y su mítico penalti./ARCHIVO
Panenka y su mítico penalti. ARCHIVO
Guillermo González

Guillermo González

Nuestros colegas de 'Panenka' asumieron el nombre de un futbolista inconformista, rebelde, genuino y, sobre todo, icónico. Pero la realidad es que Antonin sería anecdótico sin el bigote y sin aquella célebre jugada en la final de Eurocopa de 1976. Nadie niega lo excelente pero en Relevo nos molan las historias ocultas, las que a veces quedan a la sombra porque otros han sido iluminados en demasía. Amigos de 'Panenka', nosotros somos de Ivo Viktor.

Ivo Viktor (Checoslovaquia, 21 de mayo de 1942) no fue un jugador de campo. Era portero. Y uno de los mejores del mundo. Coincidió su etapa como futbolista con la época en la que los partidos eran narrados por la radio y también televisados en la caja tonta. Checoslovaquia, un país que fue influenciado por dictaduras, religiones, etnias y diversidades, se daba a conocer al mundo en las citas deportivas. Y en el fútbol, históricamente, los checoslovacos eran muy buenos. En referencia a esto, el panorama televisivo influyó en muchos jugadores. Que se les viera, que se les reconociera y que se les admirara gracias a los medios de comunicación invitaba a algunos a lucirse un poco más. Y se puede decir que Ivo Viktor, resumiéndolo en conceptos claros, era un portero palomitero y atrevido.

Poco hubo en la carrera de Viktor que le hiciera hincar la rodilla. Únicamente su lesión de cervicales, que le hizo retirarse a los 34 años. Pero antes formó parte, de manera activa, del gran éxito de Checoslovaquia en el fútbol. La Eurocopa de 1976 solo la disputaron cuatro equipos, y fue la última edición en este formato de semifinales y final. Checoslovaquia, Países Bajos, Alemania Federal y Yugoslavia eran las candidatas, esta última como anfitriona. En este torneo se consagró Panenka por una acción, por un tipo de lanzamiento... que practicó con los porteros de Checoslovaquia, con Viktor y con Hruska. Se apostaban chocolates y cervezas en las tandas de ensayo. Antonin solía perder, hasta que encontró el método para batirles: el lanzamiento picado. Su genialidad nació de ellos. Panenka marcó el último penalti de la tanda de la final contra Alemania ante Sepp Maier de esa forma. Y pasó a la historia.

Pero ese momento eclipsó todo lo demás, como que Ivo Viktor fue el salvador del partido con numerosas atajadas contra los 'panzer' alemanes. Un bombardeo que evitó el guardameta, sobre todo en la primera parte. Gesta que le valió para ser nombrado mejor portero del torneo, por delante de Sepp Maier, el gran damnificado del gol de Antonin Panenka.

Lo que se presenció en el estadio del Estrella Roja de Belgrado fue otra gran actuación de tantas de Ivo Viktor, que ese mismo año acabaría como el tercer mejor futbolista del mundo. En la votación del Balón de Oro, el portero del Dukla de Praga y de la selección checoslovaca quedó por delante de Platini, Cruyff, Gerd Müller o Kevin Keegan, entre otros. Solo Rensenbrink y Beckenbauer, que lo ganó, estuvieron por delante. Antonín, ni se contempló.

Se retiró un año después por problemas de salud, dejando su nivel más alto en el cierre de su carrera. Nunca fue recordado, ni siquiera cuando fue el entrenador de porteros de la República Checa que llegó a la final de Eurocopa en 1996.

Ivo Viktor parece que pasó de puntillas por el fútbol pero a la vista está que no. Muchos guardametas firmarían tener una carrera similar. Su éxito fue el del día a día, pero... ¿qué se puede hacer con un gol así? El fútbol es injusto. Más Viktor y menos Panenka.

[Este reportaje pertenece a Relevo Mag, un proyecto especial de Relevo con motivo de la celebración de la Eurocopa].