Oyarzabal explica por qué no celebró el pase ante Alemania: "Fue por un tema personal, quería preguntar una cosa"
La estrella de la Real y uno de los capitanes de España se sincera: "Mi gol, si llega, irá para mi hijo; me ha cambiado la vida".
![Oyarzabal posa para las cámaras en el inicio de la Eurocopa. /GETTY](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202407/07/media/cortadas/mikeloyarzabal-RKtyQtUltlcEEQYorzO89aI-1200x648@Relevo.jpg)
Aasen (Alemania).- Debajo de la armadura que protege a Mikel Oyarzabal (Eibar, 27 años), un tipo con fama de recto y reservado, se esconde un hombre enamorado de su hijo Martín, sensible cuando se menciona a su familia y amigo de sus amigos. No es un decir: los tres colegas con los que compartía piso en Donosti cuando empezó a estudiar Empresariales ya tienen entradas a su nombre para el España-Francia de este martes (Múnich, 21:00 horas, por La 1). Y, por supuesto, detrás de esa coraza también se halla uno de los pilares de De la Fuente y responsable de que la Selección haya llegado a donde lo ha hecho, aunque a algunos les cueste reconocerlo.
Hasta ahora ha participado en todos los partidos y ha adelantado por la derecha en la alineación a Joselu como reemplazo de Morata. En los dos amistosos previos marcó cuatro goles, en octavos asistió a Olmo y, casualidad o no, aparece en todas las fotos de los equipos ganadores en los entrenamientos. "Es el que pone firmes a los niños cuando toca, muy vinagre; no permite que nadie se relaje", cuentan desde dentro de la expedición. A 48 horas de volver a verse las caras con Mbappé, el capitán de la Real Sociedad atiende a Relevo en la concentración de Aasen. La paternidad y su grave lesión de cruzado (tardó un año en volver y entremedias se perdió el Mundial de Catar) le han cambiado la manera de ver la vida y ahora lo disfruta todo más.
En estos últimos días hemos entrevistado a Mikel Merino y a Dani Olmo y mira... ¿Cómo piensas celebrar tú el gol que te toca marcar ahora?
Joder... Ojalá tenga esa suerte y dar una entrevista a Relevo sea el motivo para que meta (risas). Si hay suerte, estaré encantado de poder ayudar. Ya pensaré en el festejo si se da.
La máxima preocupación ahora es saber cómo estáis, porque venís de un gran esfuerzo y prórroga contra Alemania y este martes toca Francia. Personalmente, ¿cómo te encuentras?
Bien, la gente está bien. Los que más han jugado siguen con la recuperación y a los que nos ha tocado tener menos minutos ya nos encontramos listos. Hay ganas de que llegue cuanto antes la semifinal.
Ante Alemania nos llamó mucho la atención que, con el pitido final, todo el mundo se volvió loco y tú, sin embargo, te fuiste solo y muy tranquilo hacia la zona del banquillo sin hacer aspavientos. ¿Estabas reventado, disconforme con tu rol o rendimiento, es tu forma de decir que hay que tener los pies en el suelo...?
Tuve un asunto personal. Quería preguntar una cosa y, después, obviamente lo celebré con mis compañeros.
Estabas preocupado en ese momento, entiendo.
Sí. Era un tema personal, familiar, pero nada más. [El padre de Mikel Merino contó en la SER que la madre de Oyarzabal tuvo una bajada de tensión en el estadio y dio un pequeño susto].
Oye, nos gusta documentarnos mucho para las entrevistas y preguntar a la gente que mejor os conoce. Contigo, de buen tono y sin que te moleste, todos coinciden en que eres un hueso al que es difícil sacar un titular. ¿Te sale natural o lo haces a conciencia?
Bueno... Todos sabemos cómo va esto en el mundo en el que trabajamos. Debemos tener los pies en el suelo y ver las cosas con calma y cabeza. Ya sabemos que, si no, luego puede venir de vuelta en algún momento.
La actualidad es importante, y más estando Francia a la vuelta de la esquina en semifinales, pero nos gustaría que nos hablaras un poco más de ti para conocerte mejor. Nos han contado que la paternidad te ha cambiado la vida. ¿Es para tanto?
La gente que ha tenido esa experiencia siempre te lo dice, pero hasta que lo vives no sabes lo que es. Explicarlo también resulta muy difícil. Todo el mundo dice que te cambia la vida... y es que es así, porque ahora acabas el entrenamiento (la sesión del domingo ha terminado hace 10 minutos) y estás pendiente de tu hijo, de cómo está, de si ha hecho esto, si ha hecho lo otro... Si acaba el partido y le ves con una sonrisa te da igual lo que haya ocurrido dentro del campo, aunque hayas pasado a una semifinal. ¿Qué vale eso? A ti (señala al periodista más joven) ya te tocará el momento y me contarás.
¿Y cómo llevas la distancia de la familia y de tu hijo de siete meses?
Eso es lo más duro, pero he tenido la suerte de que tanto mi pareja como mi hijo han venido mucho a visitarme. Me parece clave. Le agradezco a mi pareja que haya hecho el esfuerzo de viajar hasta aquí ella sola con el peque. Esos momentos de energía te dan un plus y son especiales.
O sea, que si marcas el gol va a ir para él y no para nosotros por haberte bendecido, ¿no?
Eso está claro (risas). No hay duda. Todos los que he metido desde que nació han ido para él. Y ojalá pueda dedicarle alguno en esta Eurocopa
¿Cuánto valoras estar aquí después de aquella lesión que te dejó sin Mundial?
Disfruto más el día a día y el hecho de poder entrenarme. Sólo estar dentro de los 26 elegidos para jugar una Eurocopa me parece una pasada. La lesión es algo que nadie quiere sufrir, pero son cosas que pasan y hay que aceptarlo. Luego le das mucho más valor a todo. Obviamente te seguirás enfadando cuando no lo hagas bien, cuando los partidos salgan mal o cuando no juegues, pero aprecias de otra forma todo lo que engloba el fútbol.
¿Es el peor trago que has pasado?
Sí, hombre. Partiendo de la base de que es una lesión en el ámbito del fútbol y que hay gente que está en muchísimas peores condiciones que yo, y sin querer que suene victimista, obviamente es lo peor que le puede pasar a un deportista (se rompió el ligamento cruzado anterior y la recuperación se alargó más de lo planificado). Ojalá no vuelva a suceder y se quede sólo en una anécdota y un aprendizaje que me llevo.
¿Quiénes son las personas qué más te ayudaron?
Por un lado, todo lo que es Zubieta: compañeros, fisios, médicos, readaptadores, el entrenador, cocineros, utilleros... Hay muchísima gente trabajando allí para que todo esté bien cuando nosotros llegamos. Quizá no se les da el valor que se merecen y, en ese momento, también lo agradeces. Por otro lado está tu familia, tu pareja y todos los amigos que se han mantenido ahí y en los que te apoyas. Aquello me sirvió para aprovechar otros momentos y estar con ellos más tiempo de lo normal.
¿Y qué papel jugó ahí De la Fuente? Todavía no era seleccionador de la Absoluta, pero ya te había demostrado su confianza en las inferiores.
Hablé con él, sí. Hubo mucha gente que me apoyó. Me llamó, se preocupó por mí... Quizá hasta ese momento no me había dado cuenta de todas las personas que me tenían cariño, valor o estima y me escribió. Cuando pasa algo así se agradece que las personas a las que quieres te manden ese pequeño mensajito.
¿Necesitaste ayuda psicológica para levantarte del palo?
En aquel momento, dentro del club teníamos a una persona especializada en eso. No era un psicólogo como tal, pero compartíamos infinidad de momentos y le guardo mucho aprecio. Sigo manteniendo relación con él. Los años previos también estuvo allí con nosotros. Aprendí bastante. Al final la vida te lleva por diferentes caminos y él está haciendo cosas distintas, pero me hace ilusión conservar el contacto.
Ferran dijo el otro día en 'ABC' que había a su alrededor amigos que lo pasaban peor que él porque habían sido despedidos de sus trabajos. ¿Cómo les va y qué relación sigues manteniendo con los colegas con los que compartías piso en tus primeros años en la Real?
Una relación de amistad total. En el piso éramos cuatro: mis tres amigos de toda la vida y yo. Llevábamos muchos años compartiéndolo todo en la calle y después estudiamos lo mismo. Si todo va bien, hay suerte y pueden pedir fiesta en el trabajo, probablemente estén aquí el martes para ver la semifinal. Y son gente muy importante para mí. Se les quiere mucho y se les tiene un montón de cariño aunque no les veas de continuo.
¿Y cómo se marida esa convivencia entre un futbolista que se acuesta a las 22:00, después de haber comido un poquito de arroz y pollo, con los que hacen botellón?
Pues así tal cual (risas). Conocíamos la realidad de cada uno y que teníamos que hacer vidas distintas. Yo era consciente de que los jueves por la tarde seguramente iba a estar solo en casa y que podía escuchar algún ruido de mis amigos llegando tarde por la noche, pero lo llevé con naturalidad. En ningún momento eché de menos esa vida. Sabía lo que me tocaba y esos dos años me lo pasé muy bien.
Llama la atención la naturalidad que tenéis en Donosti. Remiro nos contó que los días de partido sigue bajando a desayunar a la misma cafetería de siempre. ¿Tú también has mantenido tus rutinas desde que eres una estrella?
Sí, claro. Eso de los desayunos es muy típico. Yo antes solía ir con Remi y con Guevara (ahora en el Alavés), los tres juntos. Ahora me toca bajar con el peque. Lo hago muy contento también. Nos sale natural. Tenemos la suerte de que la gente allí es muy respetuosa, algo que se agradece, y que puedes vivir tranquilo a pesar de ser futbolista y tener repercusión.
Volviendo a lo puramente deportivo... La cabeza, aseguráis todos los jugadores, es tan importante como el cuerpo. Y nos gustaría saber cómo gestionase ese penalti fallado en las semifinales de Copa contra el Mallorca en febrero (la Real se quedó fuera de una final con el Athletic) y cómo te enfrentas ahora a ese tipo de lanzamientos.
Es parte de todo esto. Siempre quieres hacer gol y jugar bien, pero sabemos que no puede ser. Sigo afrontando los penaltis con naturalidad y con personalidad. La siguiente que me toque daré un paso al frente y diré que lo quiero tirar. Ese día (el del partido contra el Mallorca) fue duro, pero ya está. Ahí quedó.
O sea, que te hubieras presentado voluntario para lanzar frente a Alemania si hubiera hecho falta, ¿no?
Sí, sí, sí. Hubiera pedido tirar.
¿Cómo llevas el hecho de ser un ídolo en la Real y que en la Selección te cueste más ser indiscutible?
Sabiendo y siendo consciente de dónde estoy. El hecho de poder estar dentro de los 26 elegidos para representar a España en la Eurocopa ya supone mucho. En la Real me toca jugar más y aquí menos, pero es lo que hay y lo que el entrenador decide. Lo que tenemos que hacer nosotros es entrenar a full, subir el nivel de competencia para que el compañero no se relaje y siga mejorando y, en los momentos que sea, intentar mantener el nivel del titular para ponérselo difícil a Luis.
¿Cómo te sientes de valorado por la afición en torno a la Selección y a la Prensa en comparación con lo que vives a diario en San Sebastián?
Si te digo la verdad... No le doy mucha importancia a eso. Tampoco sé cómo me valoran. No llego a leer si la gente opina una cosa u otra. Yo sé lo que piensan el entrenador, el cuerpo técnico y mis compañeros, y para mí eso es lo importante. Me debo a Luis y a los otros 25. Es su parecer el que verdaderamente me tiene que importar.
En esta concentración se ha hablado mucho, demasiado, de mercado, de fichajes, compras y ventas. Pero tu nombre ha dejado de sonar para salir de la Real. ¿Eso es una buena o una mala señal para ti?
Para mí nunca ha sido ni bueno ni malo porque no me ha preocupado en exceso. Siempre he estado tranquilo y así voy a seguir, salgan o no cosas. Tengo muy claro lo que quiero (renovó en febrero de 2023 hasta 2028) y por esa parte estoy tranquilo.
Dicen que aquí Remiro, Le Normand, Zubimendi, Merino y tú os tiráis los días jugando al parchís. ¿Tan 'abuelos' sois?
(Risas). Tenemos la costumbre. Después de cenar nos quedan un par de horitas libres antes de irnos a dormir y solemos jugar una partida. De los cinco que estamos de la Real, uno siempre tiene alguna cosilla que hacer y los otros cuatro nos juntamos. Nos lleva nuestra media hora o 40 minutos. Nos entretenemos un poco y nos lo pasamos bien.
En Champions ya os medisteis a Mbappé y Dembélé, entre otros. ¿Os puede servir de algo?
A estas alturas y niveles todo el mundo se ha medido a la mayoría de jugadores. Les conocemos. Si no has jugado contra ellos, habrás visto mil partidos. Veremos cómo va el encuentro y cómo intentamos contrarrestarlos, pero nosotros confiamos en nuestras posibilidades.
Se habla mucho del duelo que va a haber entre Mbappé y Navas, en caso de que juegue. ¿Kylian es el futbolista que más te ha impresionado en lo físico?
Es un futbolista que marca diferencias de una manera muy sencilla. Habrá que controlarlo y atarlo en corto para intentar que no tenga su mejor día.
¿Has hablado con Pedri en las últimas horas?
Sí, claro. Ayer, después de que le hiciesen las pruebas médicas, vino a comer a la mesa. Por un lado está dolido por no poder seguir jugando y, por otro, lo veo tranquilo, porque es lo que hay y debe intentar recuperarse lo mejor posible y cuanto antes.
Se sentirá casi aliviado, ¿no? Se pierde la Eurocopa, pero será sólo un mes de baja...
Sí, pero en este momento sólo piensas en que te pierdes la Eurocopa. Dentro de lo malo le ha tocado lo más leve que le podía ocurrir. Es una pena, pero el resto intentaremos darle la vuelta a su situación para que esté feliz en lo que queda.
Gracias por la conversación, Mikel, y suerte para el martes. Nos vamos anotando tu gol.
Ojalá sea así. Muchas gracias a vosotros y que vaya bien.