Paco Caro, la revelación de TVE en la Eurocopa: "Es admirable la fortaleza de Juan Carlos Rivero"
Él no se lo esperaba ("hacía mucho que no narraba fútbol"), pero las buenas críticas hacia su trabajo contrastan con las que recibe su compañero.
"Quiero y necesito a Paco Caro narrando todos los partidos de la Eurocopa". "Masterclass absoluta". "Qué infravalorado está". "Ha venido a salvar el nivel". "TVE mete a Juan Carlos Rivero hasta en la sopa teniendo gente top como Paco Caro para narrar". La retransmisión del Italia-Albania fue, para muchos espectadores, un soplo de aire fresco en medio de las acostumbradas quejas, bromas y memes que vienen recibiendo principalmente el narrador de España, Juan Carlos Rivero.
Él mismo explicó, en una entrevista reciente en Radio Marca, que está sabiendo sobrellevar esas críticas, fruto de tener uno de los trabajos más expuestos a la opinión pública que hay, y más en el entorno de una Eurocopa: "Si esto me pasa con 25 años necesitaría cuatro psicólogos", aseguró.
En medio de todo esto, la aparición de Caro narrando su primer partido ha sido muy bien acogida y las redes sociales (igual de rápidas para lo malo que para lo bueno), ya pedían más presencia del periodista de Estudio Estadio. Bélgica-Eslovenia es su siguiente encuentro, de los cinco que va a contar para RTVE. Atiende a Relevo por videollamada el día después de "debutar". Está siempre vinculado a la continuidad que la televisión mantiene en el Puente de Brandemburgo berlinés.
Qué buen debut... Parece que no llevases en esto más de 20 años.
Sí, bueno, a ver. Yo con el tema de las relaciones en las redes sociales mantengo una relación complicada. Tanto las reacciones positivas como las negativas trato de relativizarlas mucho. A todos nos parece bien el hecho de que se nos reconozca lo que hacemos y no sea simplemente una ensalada de hostias. Pero, ya te digo, yo creo que hay que relativizarlo todo mucho. Es verdad que sorprende porque luego lo pienso y dices, en realidad, llevo haciendo esto desde hace pues veintitantos años, pero también entiendo que al final hay muchísima gente, hay una generación muy grande de personas que me asocian tanto con el balonmano que igual el hecho de que me vean que me puedo asomar a otro pues se vean un tanto más sorprendidos.
¿Dar la Eurocopa en exclusiva ha complicado mucho el despliegue?
Al tener los derechos en exclusiva te obliga a una cobertura de máximos, que supongo que es lo que ha hecho que la cantidad de personal que se haya desplazado hasta Alemania sea mucho más grande que en otros torneos. Es decir, más que en Catar, claro, pues al final en Catar nosotros dábamos un número de partidos más limitados. Aquí te tienes que mover para tratar de cubrir más o menos todas las zonas geográficas, para que no sólo sea una retransmisión al uso, porque obviamente también hay que alimentar lo que es el set de Brandenburgo. En esencia, desde Brandenburgo lo que se hace es controlar la continuidad de lo que es la jornada. Casi todos los partidos van en La 1, por lo cual es una continuidad que comienza, que arranca desde la previa del partido de las 3, y que muchos días va a acabar con el pequeño post que se pueda hacer del partido que ofrezcamos a las 21:00. Y hay que sumar el hecho de que los telediarios se hacen también desde aquí. Y que tenemos reporteros distribuidos geográficamente en varias zonas para tratar de ir persiguiendo lo que sea la actualidad, con pequeños desplazamientos, y tratar de estar encima de los equipos.
Es un despliegue que se ajusta más a lo que son habitualmente las coberturas que se hacen en los Juegos Olímpicos. En los torneos de fútbol, es verdad que hacía muchos años, más allá de Catar, que no habíamos tenido los derechos, pero aquí los tenemos en exclusiva.
Igual que un entrenador se prepara para un partido... ¿cómo y cuánto se prepara un narrador?
No, a ver... Para eso, el hecho de que también tenga que participar de la continuidad, digamos que facilita el trabajo. Al final, la labor de documentación la tenemos que estar haciendo desde antes. Es decir, yo cuando llego a la previa del partido de Bélgica-Eslovaquia, que será el siguiente que me tiene que tocar, claro, es que yo al final, para las continuidades, para las franjas de informativos que podamos hacer entre partidos, me tengo que preparar cosas de esos equipos ya. Al final tienes la suerte de que nuestro trabajo es una exigencia de documentación continua. Es decir, el hecho de que durante todo el año estés participando de un programa que tiene una sección de fútbol internacional, o el hecho de que participes de los programas de los European Qualifiers cuando tenemos que presentar las imágenes, son circunstancias que te ayudan a que puedas hacer un seguimiento de cuál es el desarrollo de las fases de clasificación y eso siempre te hace asomarte a ese tipo de equipos. Luego es más fácil porque ya hay un montón de cosas que de antemano ya has aprendido. Yo creo que en esto no hay mucha diferencia respecto a tu actividad diaria. Lo que pasa es que es cierto que cuando llega el primer partido de Bélgica, supongo que buceas en guías u otras cosas.
¿Qué pasa si tienes una «urgencia gástrica inaplazable» en medio de una retransmisión? Alguna vez te habrá pasado en 20 años...
Sí, sí... Y sufrí una gastroenteritis de tener que irme a vomitar ahí en una pista de balonmano. Bueno, pues si estás solo el problema se multiplicaría (no me he encontrado en esa tesitura). Aquí lo que es que el compañero que esté contigo aguante, aguante como pueda, nunca mejor dicho, que yo no puedo y me tengo que ir. Sólo puedes esperar que el que está a tu lado, aunque a priori esté menos capacitado para poder tirar unos minutos él solo, pues se las apañe.
¿Cómo fue lo de aquel pabellón?
Estaba haciendo una Copa del Rey de balonmano y estaba malísimo. Me veía como con un tono verde, en pantalla. Miré a Alberto Urdiales y le puse en un papel: "Tío, tira tú solo que me voy". Y me fui a vomitar al baño. Me acuerdo que algún jefe de prensa de algún equipo me veía y flipaba, claro, yo ahí corriendo por el lateral porque no llegaba...
Lo que no me he planteado es qué pasaría si estoy yo solo... Pues, si te digo la verdad, me debato entre abandonar el micro dejando que las imágenes hablen por si solas o... no se me ocurren muchas más alternativas pero... serían más complicadas, claro.
Si te pasa en la Euro, ¿hay alguien que te sustituye en Madrid?
No, no. A ver, puedes avisar con mucha antelación pero la operatividad del proceso es muy lenta.
Es decir, que valorarías la dramática opción de hacértelo encima...
No sé... Supongo que hay algo que se llama responsabilidad y me debatiría entre, "o me lo hago encima y asumo las consecuencias sociales que pueda tener dentro de mi grupo el hacerlo", o el muy recurrente recurso de ahí está jugando, disfruten de las imágenes... y con la máxima elegancia bajar el micro y marcharme tratando de que todo vaya lo más rápido posible y ya está.
Afortunadamente aquí los partidos los hago siempre con un compañero y le diría a Marchena: "Carlos, aguanta tú solo que yo no voy a poder aguantar lo que se viene. Es tu oportunidad de intentar estrenarte como narrador unos minutos". Y pedir perdón y ya está.
¿En qué narradores te fijabas para aprender y mejorar?
A ver, cuando llegué el primer año de carrera, recuerdo que lo primero que me mandaron es hacer una redacción, en Redacción Periodística 1 (así se llamaba la asignatura). "Escribid brevemente cuáles son los referentes en aquello a lo que os queréis dedicar". Y yo puse Luis Miguel López, que es el icono haciendo balonmano, y Víctor Hugo Morales. Porque siempre he tenido esa admiración... Me fijo en gente que es extraordinariamente buena y sobre todo gente que es absolutamente inalcanzable, porque eso me genera un estado de considerable comodidad. Te das cuenta de que como es absolutamente inalcanzable, se tranquiliza el fracaso. Mis dos referentes vienen a ser Luis Miguel López y Víctor Hugo Morales. Bueno, Luis Miguel López, por razones obvias, a mí siempre me ha gustado mucho el balonmano y luego, particularmente, hizo algo que me parece absolutamente inalcanzable, que es fabricar un lenguaje para contar un deporte. Eso sí que es jugar, es pasarse el juego, jugar en otra liga.
Y luego Víctor Hugo Morales, porque como mucha gente, estoy absolutamente embelesado y enamorado de aquel gol que narró, el gol de Maradona. Y como me parece que eso es la cima, por muchas y muchas razones, porque es imposible ser más poético, más apasionado y más vibrante. Pero ya digo, yo creo que son gente a las que te fijas. Pues claro, yo me fijaba en ellos. Y luego, bueno, por una cuestión de edad, me ha encantado siempre Manolo Lama. Siempre me ha parecido fantástico.
¿Qué piensas cuando ves que ahora te piden para más partidos?
Lo mismo que pienso cuando leo a gente que se pregunta por qué tengo un puesto de trabajo y por qué, si soy tan malo, sigo haciendo lo que hago. Exactamente lo mismo. Yo en esto ya te digo que a todos nos agrada escuchar buenas críticas, pero creo que las críticas, las buenas y las malas, hay que ponerlas en un contexto. Entonces, ayer yo veía la desmesura de la gente... Y pienso exactamente lo mismo que pensaba cuando hubo un pabellón entero gritando aquello de "¡¡¡Paco Caro a la cola del paro!!!", que me pasó un día haciendo una retransmisión.
¿Dónde?
En Ciudad Real. Haciendo un partido de balonmano en Ciudad Real. En realidad era por otra cosa lo que ocurrió... En programación habían decidido quitar el partido porque priorizaron otra retransmisión y el final del partido, de hecho, no se llegó a ver. La gente, el rostro reconocible que vieron era el mío y cuando empecé a bajar por la grada empecé a escuchar esa coplilla, que incluso me hizo mucha gracia. Aquello de "Paco Caro a la cola del paro". Esto de verdad creo que nos cuesta mucho, nos cuesta mucho porque al final somos una profesión terriblemente expuesta y eres consciente de que generas muchas reacciones. Quieres que sean buenas pero no siempre lo son. Y las malas suelen hacer mucho más ruido y mucho daño.
¿No esperabas narrar en la Eurocopa, no?
No. Yo no me contaba con narrar partidos. Pensaba que iba a hacer la continuidad con Marcos y un día Rosana, la directora, me dijo: "Vas a hacer una serie de partidos y demás". Yo hacía muchos años que no hacía fútbol. Bastantes. Y me encanta, porque yo siempre digo lo mismo: por narrar no cobraría. Sinceramente, a mí me dicen que tengo que narrar cualquier cosa, cualquier cosa, porque es lo que me gusta, y no le cobraría a mi empresa. Igual lo que haría es cobrarle por otras cosas el doble, por cosas que no me gustan tanto. Pero como lo de narrar me gusta tanto, y tampoco lo hago tan a menudo, lo disfruto de una forma tan extraordinaria que seguramente el preservar la especialidad de las no demasiadas veces que lo hago, es lo que más me llena.
¿Qué tal lidiáis con las críticas hostiles? ¿Lo naturalizáis, os pasáis los memes, hacéis bromas?
Yo que soy un tipo muy parodiable. Además es que yo creo que me parece que es sano. Claro, depende de qué críticas... Hay momentos en los que escuchas ciertas barbaridades y dices, no me apetece leerlo.
¿Hay mucha injusticia con Juan Carlos Rivero?
Sí, sí. Respecto a los narradores se cometen muchas injusticias. Somos una actividad que genera unas reacciones desmedidas. Y te diría que en lo bueno y en lo malo. Desmedidas. Y creo que tiene mucho mérito lo que hace Juan Carlos de ser capaz de abstraerse. Porque ya te digo, yo creo que aunque siempre digamos que… "bueno, que pasamos muy por encima de…", la verdad es que cuesta. Y no es agradable. Me parece tremendamente admirable la fortaleza mental que hay que tener para leerlo y entenderlo y asumirlo con muchísima normalidad. Me parece que es una cualidad impagable que supongo además, él lo ha reconocido en una entrevista, que si lo hubiera tocado cuando estaba empezando habría sido terriblemente dañino. Y él lo lleva con muchísima entereza. Y creo que es verdad que es un cometido que recibe unas críticas... En España muy recurrente aquello del vúmetro [un indicador que mide la intensidad del audio], eso de que gritas más el gol de un equipo que de otro... Yo, de verdad, me parece un sector el vúmetro en el que habría que invertir dinero, porque si tanta gente tiene un vúmetro para saber con certeza, escuchando en sus casas, que uno grita más un gol que otro, pues igual es un nicho en el que invertir dinero próximamente.
¿Ayuda bromear con esas críticas? ¿Tomárselas un poco a coña? ¿Os pasáis algunas por WhatsApp, o algo así?
Sí, sí. De hecho con Juan Carlos muchas veces nos las pasa. Juan Carlos ironiza mucho con esas cosas. Él ve muchas cosas, porque de hecho además en el caso de Juan Carlos muchas veces asoman muchos gifs, muchos memes que se van haciendo en torno a cosas que se dicen que ha dicho... Eso él se lo toma con mucha normalidad y nosotros mismos es verdad que ironizamos mucho, porque además él se lo toma con ironía. Entonces, me parece la forma más sana de poder sobrellevarlo, pero yo digo que a mí me parece admirable el hecho de poder hacerlo con semejante frialdad y tranquilidad y relativizarlo muchísimo. Eso me parece admirable.
¿Qué has aprendido tú trabajando con Juan Carlos Rivero?
Me parece que es un tipo que tiene la capacidad de que ningún escenario parezca sobrepasarle. Porque no es sencillo. Yo tengo la teoría de que a veces es más difícil el partido menos ruidoso, menos popular, menos llamativo. Es el más complicado de hacer. Pero él tiene la capacidad de abstraerse siempre y de que en ninguna circunstancia, en ningún escenario, parezca sobrepasarle. Eso me parece personal y profesionalmente muy admirable.
Me interesa saber si has jugado al fútbol. ¿Hace falta haber jugado para narrarlo y entenderlo bien?
Poco. Poco. Si yo tuviese talento, me dedicaría a ser ellos un día nada más. Pero no tengo tanto talento para jugar. No hace falta haber jugado bien para narrar bien. Hace falta entender el juego y ser capaz de verlo.