Lo que pasó en la intimidad del vestuario con la visita del Rey: manos a la cabeza con Lamine y Nico Williams, en toalla
Felipe VI visitó a los internacionales y no se atrevió a pronunciar cuándo podría volver a verlos: "No lo digo por si acaso".
Felipe VI acudió al palco de autoridades para disfrutar de la gran victoria de la Selección frente a Italia por un gol a cero.El monarca quedó cautivado por el fútbol del equipo nacional y, tras el partido, bajó al vestuario y saludó individualmente a cada uno de los jugadores.
Primero, ofreció un discurso ante todos: "Muy bien, eh. Hay que ganar aunque sea con un gol en propia puerta. Ha sido espectacular". Su sonrisa desvelaba que el engranaje de España había funcionado a la perfección y los internacionales se lo agradecieron y aplaudieron su gesto de acompañarlos.
Entonces, rodeó el vestuario y fue uno por uno saludando a todo el elenco nacional. Uno de los primeros fue Lamine Yamal. Felipe VI le saludó, continuó y entonces matizó su recorrido para volver sobre sus pasos y preguntarle por la edad. La respuesta le dejó atónito, aunque probablemente ya la supiera. "¿Dieciséis?", dijo el Rey mientras se echaba las manos a la cabeza entre risas.
Su Majestad el Rey felicita a los jugadores de la @SEFutbol tras su victoria ante Italia.
— RFEF (@rfef) June 20, 2024
Felipe VI ha visitado el vestuario de la Selección después del partido y ha recibido una camiseta de manos del presidente Pedro Rocha.
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Ese gesto de cercanía también ayudó a que el resto echase una carcajada y supiera que el cargo no les impedía mostrarse con naturalidad. Felipe VI fue uno a uno y hubo reacciones de todos los gustos. Charló brevemente con Laporte y Dani Olmo, otros se mostraron mucho más tímidos, como Joselu o Mikel Merino. Y quizás Carvajal resultó el más efusivo, con una sonrisa de oreja a oreja, un fuerte apretón de manos y una palmadita en la espalda.
El último en aparecer fue Nico Williams, que se encontraba en la ducha en el momento en que el monarca compartía sensaciones con el resto del equipo. Alguien le avisó, salió corriendo del agua y, con una toalla y entre las carcajadas de sus compañeros, saludó con entusiasmo al Rey y respondió a un qué tal de la forma más natural posible: "La verdad es muy bien". Le respondió entre risas, tras llevarse el MVP y el reconocimiento de todos... incluido de Felipe VI. "Me ha dicho que muchas gracias, que felicidades, que disfrute de este momento y agradecido de que haya venido", desveló.
Antes de marcharse, Pedro Rocha le ofreció una camiseta de la Selección, con el nombre de Felipe VI y el dorsal '10'. Este ya le anunció a Morata que se la pondría en cada día de partido, aunque no iba a poder acudir a más partidos... hasta... El monarca prefirió no pronunciar lo que estaba pensando, aunque se puede intuir que se refería a la gran final. Hasta entonces, la agenda se lo impedirá. "No lo voy a decir por si acaso", se rio el gran protagonista de la escena.
Para terminar, Morata le dio las gracias por venir y se resignó a decir que ojalá volviese por superstición. Felipe VI dio suerte a la Selección, que jugó un partido brillante e incluso pudo ganar por más goles de diferencia. No consiguió esa goleada, pero si la clasificación como primera de grupo. Un premio más que suficiente y un deseo en el horizonte: si vuelve el monarca, será porque España está haciendo cosas grandes. Muy grandes.