Lo que nos queda de Kroos (I): un partidazo más y un partido menos para jugar "con mi ídolo"
El 8 de la selección alemana firmó un partido brillante, solo falló un pase y tuvo un impacto absoluto en la victoria de los suyos.

Con un "let´s rock" a Nagelsmann empezó todo. Siete meses llevaba el seleccionador de Alemania para convencer a Toni Kroos de que lo necesitaban y que, por favor, volviera a su combinado nacional. Sobre el papel, el capitán del equipo es Gundogan, que además ejerce muy bien de ello, pero la presencia del 8 en los que son sus últimos partidos (de tres a siete según le vaya de bien) marca la diferencia, y hay que tomársela en serio.
Es un tipo de 34 años que ha tenido tiempo de ganar seis Champions, una Copa del Mundo, tropecientas elecciones en el mejor once de Europa e incontables títulos más. Pero lo deja. Así que saborear sus últimos minutos sobre el césped (y más ahora que no representa a ningún club) es casi una obligación.
Fue, con mucha diferencia el más aplaudido cuando salió a calentar y cuando se retiró. Las pantallas gigantes del estadio se quedaron con él desde el principio y, luego, cuando el speaker del encuentro lo nombró en la alineación inicial, la gente lo volvió a celebrar como si no acabasen de verlo quince minutos antes. No se quieren ahorrar aplausos con él.
En Alemania también hay merluzos, como en todas partes. Algunos han encontrado notoriedad discutiendo su forma de jugar con una especie de mote que sería algo como "pase fácil", o algo así. Como si eso fuera malo. Gundogan lo dejó clarísimo en la previa: "Esos son los importantes, los que te dan la opción de dar después el pase final. También es mi juego así que yo sé lo importante que es. No sé si alguien lo puede decir como algo malo, pero es importantísimo para nosotros y para todos los equipos. No hay más que ver su carrera, que es ridículamente increíble. Es un privilegio jugar con él".
⚽️ El pase milimétrico de Kroos. La calidad de Kimmich para el pase entre líneas. Wirtz aniquila.
— Teledeporte (@teledeporte) June 14, 2024
¡Alemania marca el primer gol de la #Euro2024 con una gran jugada colectiva!
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Como si no estuviera
Como si no estuviera jugando, sin darse mucha importancia, Kroos empezó haciendo lo suyo: robar balones, soltándola rápido, metiendo un balón cruzado de 45 metros que fue el decisivo para marcar el primer gol... en fin, lo de siempre. Juega como a otro ritmo... y ni falta que le hace incrementarlo. En el segundo, Musiala remata y lo clava pero, si hubiera querido, Kroos se había colocado libre de marca sólo para empujarla. Cositas.
Deportivamente el choque en la primera mitad tampoco es que tuviera mucha más emoción. Quizá un posible penalti a Musiala, que el VAR (correctamente) sacó fuera del área, le volvió a dar el protagonismo que él nunca busca. Ni se había acercado a lanzar el posible penalti pero, cuando se transformó en falta, la grada lo llamó: "¡Toni, Toni, Toni!". Y ni por esas: se la dejó a un compañero y la cosa quedó ahí. Se terminó el primer tiempo y Kroos dio 55 pases precisos de 55 intentados. El 100% y uno de ellos decisivo. Nah, lo normal.
La segunda parte empezaba con Escocia en inferioridad numérica y con 3-0 en el marcador. A ver, no es que bajasen el pistón, pero vaya, que el "siempre complicado partido inaugural" estaba siendo una sesión de baño y masaje. El sonido de una melancólica gaita llegaba constantemente del fondo escocés mientras su selección se defendía como podía de la marea alemana. Con más pundonor que opciones reales, como Ciudadanos en las últimas elecciones europeas, intentaban sumarse al ataque y generar algún peligro para darle una alegría a sus aficionados, que lo merecen más que nadie. Y llegó. El premio de consolación. Tuvo que ser el otro Antonio, Rudiger, el que les echase una mano con un golito en propia puerta, que al "Loco" tampoco le gusta abusar.
Mientras, el "¡Toooni, Toni!" del público renacía cada vez que Kroos sacaba un córner. Sólo la entrada al campo de Thomas Müller hizo un poco de sombra al '8', pero claro, jugando en Múnich, su estadio, tenía todo el sentido que fuera así. En el 79', ya con todo el chucrut vendido, Nagelsmann quiso agradecerle ese Let's rock que lo empezó todo.
"Para mí es uno de mis grandes ídolos. Jugar con él es un honor, lo has podido ver en el campo, lo que le da a cada uno, lo fácil que nos lo hace a los demás. Espero que quede mucho más de Alemania por venir", se rindió a él Kai Havertz.
Cambio, ovación y otro partidazo. Con 101 pases completados de 102. Uno más. Uno menos. Lo que nos queda de Kroos.