SELECCIÓN

El psicólogo de la Selección ya valora realizar test de cortisol a los internacionales para medir su estrés

Javier López Vallejo, un pilar para De la Fuente, estudió implantar una medida con un peso ascendente en la élite. Lo ha desechado y pospuesto, por ahora, debido a la operatividad en mitad de la selva.

Luis de la Fuente, seleccionador español, se dirige a López Vallejo (psicólogo) delante del resto de su staff. /GETTY
Luis de la Fuente, seleccionador español, se dirige a López Vallejo (psicólogo) delante del resto de su staff. GETTY
Manuel Amor
Alfredo Matilla

Manuel Amor y Alfredo Matilla

Donaueschingen (Alemania).- Cada detalle cuenta en el fútbol de élite. Y más en una Eurocopa. La Selección española, como todas las punteras, ha levantado a su alrededor una atmósfera inmejorable para que sus 26 internacionales puedan centrarse en explotar su rendimiento y nada más: un centro de entrenamiento alejado del ruido, un hotel de lujo con restaurantes de estrella Michelin en su interior e instalaciones y personal a mansalva para la recuperación en piscina, gimnasio y spa. Además del plano físico, el cuerpo técnico se centra en controlar otro aspecto importantísimo y que han tratado de medir hasta científicamente: el mental.

Javier López Vallejo, psicólogo deportivo de La Roja y figura de mucho peso para De la Fuente dentro de su staff, ha estudiado durante los últimos meses la posibilidad de introducir en la concentración los test de cortisol, una medición que permite registrar periódicamente los niveles de la hormona del estrés. El exportero -fue también el profesional que acompañó al equipo femenino en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda que ganó- tenía claro desde hace tiempo que debía analizar a fondo la conveniencia de realizar esta práctica con la Absoluta ante la relevancia de lo que se viene.

De hecho, y según ha podido saber Relevo, el navarro estudió mucho al respecto tras formarse en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y hacer un Máster especializado en Florida Universitària, un centro adscrito a la Universidad de Valencia. Su curiosidad le llevó a preguntar por la utilidad de las pruebas a otros colegas de profesión, que en algunos casos fueron profesores suyos (Isabel Balaguer, David Peris, Chema Buceta, Ricardo de la Vega...). Varios de estos compañeros le animaron a dar el paso para disponer de una evaluación psico-fisiológica con el objetivo de conocer la adaptación del organismo de los futbolistas a los contextos de estrés como los que se van a encontrar.

La medición del cortisol ya empieza a ser una constante en el deporte de élite. En resumidas cuentas, esta hormona es la que responde al estrés y muestra niveles altos o bajos en función del sentimiento de tensión física o emocional por el que atraviesa cada jugador. Varios científicos prueban este método desde hace años e, incluso, en 2017 un grupo de investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja lo estudió como indicador de rendimiento en equipos de Primera, Segunda y algún extranjero, entre ellos el Rubin Kazan ruso. "Es una información que puede resultar decisiva para el devenir de una temporada. Haciendo un estudio permanente de los futbolistas, obtenemos respuestas anticipatorias. Eso ayuda al cuerpo técnico a reestructurar las cargas de entrenamiento y modificar la política de rotaciones para recuperar rápidamente las buenas sensaciones, entre otras cosas", explicó Manuel Jiménez, uno de los líderes de la investigación, a ABC.

Tecnología punta para medir el aspecto psicológico

La práctica se puede llevar a cabo de varias maneras, según otros especialistas consultados, para medir la activación del sistema nervioso simpático. Una de ellas, con saliva. Este es un método no invasivo y que permite una recolección de muestras sencilla y repetida a lo largo del día (no es eficaz haciendo una aislada). Así, se logra una evaluación circadiana de los niveles de cortisol. También existe el test de sangre (su precisión lo convierte en una herramienta para obtener una medida puntual de los niveles de cortisol en el sistema circulatorio) y la variante de la orina, que proporciona una perspectiva del cortisol excretado en un período de 24 horas y una visión general de la producción diaria de esta hormona.

Incluso se pueden tomar muestras de cabello, al ser un método que ofrece una evaluación longitudinal de los niveles de cortisol, reflejando el estrés crónico acumulado durante meses. La Selección estuvo valorando recoger muestras de saliva, aunque estas mediciones deben completarse con otros métodos como cuestionarios para recoger una información mucho más completa. Y ahí es donde reside la complicación que ha evitado que López Vallejo y el staff apostasen por incluir estos test en esta concentración: esas numerosas muestras deben llevarse posteriormente a un laboratorio para su estudio y, al estar en mitad de la Selva Negra y no en unas instalaciones propias como las de Las Rozas, ese trasiego de información hubiese resultado muy complejo, molesto y costoso. Eso sí, pese al amago, el cuerpo técnico de la Selección sigue teniendo en mente ponerlo en marcha en algún momento en su obsesión de poner la tecnología de última generación al servicio del equipo, pero también reconoce que es más útil de llevar a cabo en un club -donde se mide una temporada- que un período corto como el que les ocupa.

Ampliando la mirada, lo que intentan reflejar estas pruebas es el estrés crónico al que está siendo sometido el futbolista para poder compararlo con el estrés agudo. El primero se manifiesta a través de niveles elevados de cortisol mantenidos durante períodos prolongados. Puede ser resultado de entrenamientos continuos e intensivos, recuperación inadecuada o problemas persistentes en la vida personal o profesional. El segundo, el agudo, se caracteriza por un incremento rápido y temporal del cortisol en respuesta a eventos específicos como competencias importantes, entrenamientos de alta intensidad y situaciones de gran presión. La información recaba es de vital importancia para cada una de las decisiones que el seleccionador tiene que tomar a diario.

Ahora no, pero en el futuro...

A Javier López Vallejo, según las fuentes consultadas, le interesaba calibrar varios aspectos como ya hacen otros muchos profesionales de primer nivel en sus diferentes equipos. El primero, el rendimiento deportivo. La medición del cortisol puede contribuir a su optimización, identificando desbalances hormonales que podrían indicar sobreentrenamiento o insuficiente recuperación. También por la prevención de lesiones: niveles crónicamente elevados de cortisol podrían predisponer a los futbolistas a un mayor riesgo de lesiones y enfermedades, debido a la posible supresión del sistema inmunológico.

Ese equilibrio hormonal es importante para el bienestar general, ya que el cortisol puede influir en la salud mental, en la calidad del sueño y en la recuperación muscular que tanto preocupa a De la Fuente en una fase de grupos tan exigente. Y, además, los registros obtenidos podían haber servido para personalizar los entrenamientos. Con los datos sobre los niveles de cortisol, es posible ajustar los programas de trabajo y las estrategias de recuperación, alineándolos con las necesidades individuales para intentar maximizar los resultados. Aunque hubiesen supuesto una herramienta más para los técnicos, las dificultades logísticas han impedido su aplicación en el camino hacia esta Eurocopa que arranca el viernes y que España afronta con el claro objetivo de ganar el título. Pero la intención es lo que cuenta y ya es un paso importante que demuestra que la Selección progresa al mismo ritmo que los nuevos tiempos. Hablar de psicología antes era un tabú que se relacionaba sólo, y equivocadamente, con problemas. Ahora es uno de los cimientos para la mejora del rendimiento deportivo.