La razón de "peso" por la que Marco Asensio no estará en su Mallorca natal ni en la Eurocopa: "O es titular indiscutible o..."

Palma.- Este fin de semana la Selección volverá a pisar la isla de Mallorca para disputar su último amistoso antes de poner rumbo a Alemania y, por lo tanto, hay un futbolista que vuelve a estar en el foco por ser un hombre de la tierra: Marco Asensio. A fin de cuentas es, junto a Miguel Ángel Nadal, Manuel Olivares y Albert Riera, el único mallorquín que ha vestido la Roja. Por eso, todo el mundo se pregunta a estas horas por qué un futbolista de su talla no está en la lista de De la Fuente y, lo peor de todo, a qué se debe que no haya entrado casi ni en las quinielas. La razón es sencilla y ya la tiene interiorizada hasta los que preguntan en el propio vestuario: o viene para ser indiscutible o es mejor que esté en la grada.

Sin ser un futbolista conflictivo, y resaltando que es un jugador muy querido dentro de la Federación y de la caseta de la Selección, la dirección deportiva siempre ha entendido que sus condiciones, su experiencia y su mentalidad no aconsejan que esté en una Eurocopa en el banquillo. De hecho, lleva varias convocatorias fuera porque no se le ve un encaje claro al no ser un pilar determinante en el esquema como era antes. El extremo del PSG tiene hoy varios internacionales por delante en la posición en la que él juega y la experiencia dice que no se adapta de la mejor forma a su rol de suplente. En el Madrid ya le pasaba algo similar y por eso acabó explotando y saliendo por la puerta de atrás.

Al staff técnico de La Roja le preocupa, por encima de todas las cosas, no desestabilizar a un equipo muy unido. En una caseta sin estrellas relumbrantes, la mayor fortaleza del grupo es ser una piña donde no hay grietas, roces ni malas caras. Y hay futbolistas a los que le cuesta mucho más no ser tan importantes como les gustaría. Sergio Ramos, por ejemplo, sería uno de ellos. Podría estar perfectamente en la convocatoria, como lo están otros veteranos como Jesús Navas, pero el hecho de que no sea cabeza de cartel podría acarrear alguna consecuencia en la que no quiere perder ni un segundo el seleccionador. A Cubarsí le ha pasado algo similar: es un líder y no un recambio, así que mejor que vaya a los Juegos.

Cuando preguntas por Asensio (28 años), los motivos, "de peso" para quien ha trabajado codo a codo con él en la Selección, siempre van en la misma dirección: "O es titular indiscutible o...". Y en este momento, en la pole de la Selección están, por este orden y por delante del talentoso zurdo, Olmo, Lamine Yamal, Nico Williams y Oyarzabal. Asensio ha estado en la prelista de 57 que manejaba la RFEF, pero finalmente se ha quedado fuera (ni siquiera entró en la de 29) porque no ha sido en París todo lo determinante que se esperaba. Su valor de mercado en el Real Madrid, según el portal especializado Transfermarkt, fue de 90 millones de euros en octubre de 2018 y desde entonces ha ido cayendo hasta los 20 actuales que marca este peculiar ranking.

Asensio no ha sido indiscutible ni para Luis Enrique, su principal valedor. De hecho, esta temporada sólo ha sumado 1.468 minutos distribuidos en 31 encuentros, marcando cinco goles y dando siete asistencias. Pese a ganar la Ligue 1, donde el PSG suele barrer, y la Copa, en Europa no ha marcado la diferencia: cinco partidos se los perdió por lesión y en otro no disputó ni un sólo minuto. En los otros seis sólo fue titular en la ida de cuartos en París ante el Barça (2-3) y fue sustituido en el descanso. En total, únicamente ha sido titular 14 veces y ha disputado ocho partidos completos.

Asensio, según los que mejor le conocen, siempre es un profesional. Y es un chico con unos valores impresionantes que le hacen ser muy valorado por sus compañeros. Pero también reconocen que es un delantero que está muy enchufado cuando es importante y se ve con galones para tirar del carro, pero que se deja llevar de alguna forma en los entrenamientos, no se rebela demasiado ante las suplencias y cae en cierta complacencia si ve que no va a ser de la partida. Y eso es justo lo que se quiere evitar en esta concentración. Que haya alguna mala influencia en los entrenamientos, que no se piense primero en lo colectivo que en lo individual y que haya personalismos que pueda enturbiar la paz.

De la Fuente y Asensio ya tuvieron algún choque en los Juegos de Tokio que se pospusieron a 2021 por la pandemia. Allí, en un campeonato donde la Selección olímpica alcanzó la plata tras perder la final frente a Brasil, el balear tuvo algún que otro encontronazo con el técnico por su participación. Empezó siendo titular en el debut ante Egipto, pero, tras el 0-0 cosechado, fue suplente en el segundo duelo ante Australia (victoria 1-0). Recuperó la titularidad contra Argentina (1-1) en el último partido de la fase de grupos y también jugó de inicio en cuartos ante Costa de Marfil (5-2). Sin embargo, en la semifinal contra Japón (1-0) empezó en el banquillo y en la final frente a Brasil (derrota 2-1) fue sustituido al descanso.

Ahí empezó a tensarse una relación que era estupenda y que ahora simplemente es cordial. Asensio, en su máximo esplendor, es indiscutible para el seleccionador. El problema es que está lejos de ese punto. Por eso, con la Absoluta (38 partidos y dos goles) ha aparecido y desaparecido como el Guadiana. Por su rendimiento y las lesiones. No estuvo en la primera lista de De la Fuente, luego se subió a la Nations League en la que fue protagonista del éxito y su última participación se remonta a septiembre de 2023. Hoy, sus paisanos le echan de menos. Veremos si en Alemania también lo hace la Selección.