ATENTADO EN BÉLGICA

Fredrik Ljungberg se asustó a pie de campo en plena retransmisión: "Me quedo temblando y sin saber qué decir"

Ambas selecciones acordaron en el vestuario que no debían seguir jugando tras el descanso.

Yannick Carrasco, en el estadio Rey Balduino hablando por teléfono cuando todavía no podían salir del estadio. /EP
Yannick Carrasco, en el estadio Rey Balduino hablando por teléfono cuando todavía no podían salir del estadio. EP
Equipo Relevo

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"Casi me pongo a llorar cuando me enteré", desvelaba el seleccionador sueco, Janne Anderson, en la sala de Prensa del estadio Rey Balduino de Bruselas. La tensión que vivieron las selecciones de Bélgica y Suecia alcanzó su punto álgido en el descanso, cuando los escandinavos empezaron a enterarse de lo que había pasado en los exteriores del estadio.

La afición, dentro del estadio, tras la terrible noticia.REUTERS

Lindelöf, capitán de Suecia, explicó así la situación, en declaraciones recogidas por Fotbollskanalen: "Cuando me enteré de la noticia, hablé primero con mis compañeros y luego con los jugadores belgas. Inmediatamente hubo una gran solidaridad en el vestuario belga. Emocionalmente era imposible seguir jugando. Esto es terrible. La idea de que te maten por la calle con una camiseta sueca... Desafortunadamente, en todas partes de la sociedad se ven personas con armas. Me gustaría expresar mi más sentido pésame a las víctimas en nombre de los jugadores".

Frederik Reinfeldt, presidente de la Federación Sueca, describió la angustia de la expedición sueca, que se quedó retenida en el estadio hasta la madrugada por motivos de seguridad: "Hemos oído que los suecos han sido asesinados. Realmente no sabíamos qué había pasado. No sabíamos si habían sido capturados. Los jugadores decidieron no jugar más. Había 700 compatriotas aquí y deben estar a salvo. La policía dijo que estar en el estadio es lo más seguro".

El defensa del Borussia Dortmund Tohmas Meunier, un fijo en las convocatorias de los Rode Duivels, no se encontraba citado para estos partidos por lesión, pero dejó un mensaje en redes sociales: "Y probablemente lo peor aún está por llegar... Oremos por las víctimas y las personas gravemente influenciadas por la enseñanza errónea de una religión. Que Dios les ayude a encontrar el camino correcto. #BelgiumForever".

El exfutbolista Fredrik Ljungberg narraba a pie de campo el partido, como comentarista de la televisión Viaplay. Estas fueron sus palabras cuando se enteró al descanso del trágico atentado: "Me quedo aquí temblando y no sé muy bien qué decir. No puedo imaginar que los jugadores estén en condiciones de salir a jugar la segunda parte", dijo el ahora entrenador sueco en declaraciones recogidas por Sport Bladet.

La presentadora de la cadena sueca, Jennifer Kücükaslan, cerró la retransmisión de esta manera: "La policía belga nos ha pedido que evacuemos esta zona de televisión y la zona donde se encontraba todo nuestro personal técnico. Esto significa que nos vemos obligados a suspender la emisión ahora".