Cristiano tuvo de todo: un reproche, un gesto que acaba en otro récord... ¡y hasta cinco espontáneos!

El partido de Cristiano Ronaldo en la cómoda victoria de Portugal a Turquía lo tuvo todo. Menos su gol, claro, y eso que lo buscó más desesperadamente. Pero empezamos pro el final. A falta de 20 minutos y mientras su selección se disponía a sacar de portería, un niño de no más de 12 años saltó al césped y se fue corriendo por la línea de mediocampo en busca de Cristiano Ronaldo con el móvil en la mano. La grada alucinaba por la edad del menor y por la secuencia.

Llegó a la altura del delantero portugués, se agachó y le pidió un selfie. Cristiano se prestó a ello y pudo inmortalizar ese momento que no fue emitido por la televisión ya que se prohíben este tipo de conductas y su difusión. Los guardias de seguridad fueron a por el menor, que salió corriendo e hizo alguna escaramuza, pero que finalmente fue cogido y abandonó el verde. Eso puso el colofón a un partido donde pasó de todo, primero un reproche que se convirtió en abrazo.

La imagen se vio por la televisión y más claramente en directo, en la caldera del Signal Iduna Park de Dortmund, ante 50.000 turcos y unos 12.000 portugueses que animaban sin parar. Joâo Cancelo, que recibe un balón en tres cuartos del campo rival, amaga con un pase a Cristiano Ronaldo en profundidad y finalmente, al segundo intento, le coloca al pase, pero el delantero del Al-Nassr no la corre. Y se lamenta. Y se la pide desesperadamente y le reprocha la acción, sin prestar atención a lo que vendría después, el 2-0 de Portugal que lo domó.

El balón llegó a Akaydin, quien, sin mirar, cedió atrás a Bayindir, el guardameta, quien había salido a interceptarlo. El drama se mascó en Turquía cuando rodó, rodó y nadie llegó hasta que ya rebasó la línea. 2-0. Cancelo fue en ese momento a la posición de Cristiano Ronaldo, que seguía impertérrito, y reaccionó con el lateral derecho con un abrazo, y ambos se fueron a la zona del córner, donde Portugal celebraba con más timidez que el primer tanto de Bernardo Silva el regalo de Turquía.

No fue la única acción en la que un activo Cristiano Ronaldo evidenció sus reproches por no marcar, algo que de momento se le está resistiendo en esta Eurocopa pese a que jugó todos los minutos ante República Checa y lo hizo también de inicio en esta segunda jornada. Momentos después, Bruno Fernandes decidió lanzar a portería una acción de dos contra dos en la que Cristiano pedía el balón en el segundo palo. Y de nuevo hizo sus habituales gestos. Su carácter no ha cambiado.

El delantero, aplaudido en todo momento por la torcida portuguesa, cuya camiseta es la que más se ve entre los aficionados, lo intentó por tierra, mar y aire. En el minuto 2 ya había realizado un tiro a puerta, mientras que en el 7' un mal control le impidió un tiro franco y al final remató de cabeza en la segunda jugada muy desviado. Cristiano no logró darle demasiado soluciones al juego portugués, que maniató a Turquía por el costado de un activo Leao, que vio la amarilla de nuevo y se perderá el encuentro ante Georgia del miércoles. Cristiano, en un brillante regate que dio paso a un centro sin rematador, lució con esa acción.

Y, cuando realmente tuvo la oportunidad de hacer el 3-0, le cedió en un acto de generosidad el gol a Bruno Fernandes, que puso la sentenció de Portugal. Roberto Martínez ya elogió a la estrella y su ejemplaridad en los entrenamientos hacia los más jóvenes, y ahora el ganador de cinco Balón de Oro muestra su otra cara con acciones como esta. Que no fueron baladí: el portugués se convierte en el máximo asistente de las Eurocopas, con siete, y supera a Poborsky, con seis.

El exdelantero del Real Madrid, el máximo goleador de la historia de Portugal, juega su sexta Eurocopa, algo único, pero de momento no ha podido celebrarlo como más le gusta, marcar ese gol que se le podrá dedicar a su hijo y a su parea Georgina, quienes ocupaban uno de los palcos VIP junto a la zona de prensa. En esta ocasión, su séquito no se le aloja en el hotel con sus compañeros.