Rubiales vuelve a agitar a la Selección al saltarse la tregua que pedía la RFEF
Altos mandos de la Federación exigieron poner el foco en lo deportivo hasta el miércoles y su dimisión ha enturbiado más el ambiente.

Granada.-Morir matando. Esa fue la estrategia de Luis Rubiales desde que se vio acorralado y la ha llevado a cabo hasta las últimas consecuencias, traicionando incluso los códigos de vestuario de los que siempre presumió. En el viaje a Georgia, altos responsables federativos pidieron una tregua de seis días a todos los departamentos. El objetivo era intentar calmar el ruido al menos durante los dos partidos de clasificación para la Eurocopa. España no tiene margen de error. Los jugadores necesitaban tranquilidad. Sin embargo, todo ha vuelto a saltar por los aires a unas horas de otro encuentro trascendental.
Esa calma que pidieron pesos pesados de la RFEF, con Pedro Rocha a la cabeza, se rompió pronto por el incidente de las botas y la posterior gestión del departamento de comunicación, que intentó ocultar que viajaron en un costoso jet privado. A pesar de ello, los internacionales respondieron con profesionalidad en el césped y dejaron una de las actuaciones más completas de los últimos años ante un rival incómodo como Georgia (1-7). Después del duelo, aún en Tiflis, varios dirigentes de la RFEF insistían en lo mismo: "Mantengamos la calma al menos hasta el miércoles".
Sin embargo, ha sido el propio Rubiales quien ha decidido dinamitarlo todo con su dimisión en plena concentración de la Selección. Se siente traicionado por muchos de los que hasta hace poco han sido sus fieles escuderos y no ha respetado ni la importancia de una clasificación para la Eurocopa. "Esto es un sálvese quien pueda", dice un empleado de la RFEF. Su decisión, comunicada anoche, ha sido la comidilla en la concentración matutina de hoy en Las Rozas y lo ha sido en el posterior viaje a Granada (España aterrizó a las 13:40 para hospedarse en el Hotel Palace). Hay más enfado -por la elección del momento- que comprensión.
Varias de las personas de máxima confianza del expresidente han querido dejar claro en los últimos días que no están de acuerdo con su forma de actuar, en un intento por desligarse de su figura para no hundirse en el mismo barco que él. Eso lo sabe el de Motril, que con este movimiento expone a quienes todavía siguen dentro de la Federación y que, en cierto modo, le han fallado y ya reniegan de él.
Otra vez ruido en la concentración
La dimisión de Rubiales provoca que el partido contra Chipre de este martes en Granada (20:45 horas, La1) pase a un segundo plano. El pasado jueves, en Tiflis, el director de comunicación aclaró antes de la conferencia de prensa previa de De la Fuente y Rodrigo que no responderían a nada que no fuera deportivo. A pesar de ello, tuvieron que esquivar varias cuestiones que directa o indirectamente tocaban el tema.
Este lunes, a las 18:30, el seleccionador y Fabián tomarán la palabra. Está por ver si nuevamente se impiden preguntas sobre lo institucional, aunque va a ser complicado hablar únicamente de un partido contra Chipre apenas unas horas después de que el presidente de la RFEF haya presentado su renuncia al cargo, con todo lo que eso conlleva.
Hasta ayer, el sustituto de Rubiales al frente de la nave, Pedro Rocha, tenía previsto viajar a Jaén para estar al lado de la Sub-21, que jugó esta noche. Finalmente no acudió y presidió el encuentro Pablo Lozano, de la Andaluza. Sí se le espera este martes en Granada con la Absoluta, en otro momento complicado. Ahora vive colgado del teléfono para consensuar los siguientes pasos a dar. Algunos de los presidentes Territoriales, por su parte, han confirmado su presencia en Granada, pero otros han declinado la invitación y han preferido quedarse en casa a la espera de acontecimientos. El más esperado, que la Gestora empiece a dar los pasos que marcan los estatutos federativos en busca de un nuevo presidente.