El 'caso Cristiano' reabre "el marrón" de los entrenadores con las estrellas: "Los futbolistas somos unos egoístas"
Las lágrimas de impotencia del portugués tras el penalti que falló ante Eslovenia abrieron el 'melón' sobre la dificultad que encuentran los técnicos para no seguir contando con leyendas.

Una de las imágenes de la Eurocopa que quedará para el recuerdo de los amantes al fútbol será la de Cristiano Ronaldo llorando, desconsolado, después del penalti fallado ante Eslovenia y que pudo haber significado en ese instante el adiós de Portugal al torneo de selecciones. Más tarde tuvo la oportunidad de resarcirse, anotando su lanzamiento en una tanda que pasará a la historia, eso sí, por la actuación prodigiosa de Diogo Costa, que colocó a la selección lusa en los octavos de final de la Eurocopa. Esta competición evidenció que los mejores momentos del astro portugués forman parte de la historia. Su rendimiento distó mucho del futbolista superlativo que marcó una época en el Real Madrid. Aún así, su figura, por lo menos para Roberto Martínez, seleccionador de Portugal, fue fundamental dentro el plantel. Lo jugó casi todo a pesar de que hubo muchas críticas hacia su rendimiento. Es una evidencia que ha dado un paso atrás en la contundencia y la potencia que mostraba años antes.
No es fácil desprenderse así porque sí de un futbolista de la talla de Cristiano Ronaldo. Para los entrenadores nunca es un plato de buen gusto. Hay que demostrar mucha personalidad para actuar, por ejemplo, como lo hizo Luis Aragonés con una leyenda como Raúl González. El Sabio de Hortaleza fue el causante de que el mítico '7' del Madrid no volviera a lucir la camiseta de España. Todo comenzó a fraguarse en aquel Mundial de 2006 que se jugó, precisamente, en Alemania, aunque el adiós definitivo se produjo unos meses después, tras la debacle protagonizada por el combinado nacional en Belfast, donde un 6 de septiembre cayó con estrépito por 3-2. Luis Aragonés no volvió a convocar a Raúl. Llegó a decir, años más tarde, que "hubo un momento en el que a Raúl la Selección le venía grande".
"Luis tenía una gran habilidad. Era como que todos respetábamos las decisiones que él tomaba". Son palabras de Mariano Pernía (Buenos Aires, 1977), uno de los integrantes de aquella lista que participó en la cita mundialista de Alemania. "Sabíamos, y él te hacía saber, qué era lo mejor para el grupo para ese momento, que no es fácil de conseguir para un entrenador", remarca el exfutbolista sobre la persona del recordado Luis Aragonés. "Lo más difícil que tiene que conseguir es demostrar que lo que está haciendo es lo mejor para el grupo y que el grupo lo acepte. El tiempo le dio la razón. Si él hubiera quitado a Raúl y después la Selección no consigue todo lo que consiguió, no se estaría hablando de que hubo un cambio generacional y que fue todo bien. Entonces, te la juegas… Detrás de Raúl venía una camada fortísima que estaba preparada para coger la responsabilidad para jugar de titular", sostiene el exjugador del Atlético de Madrid.

No elude la realidad cuando se refiere "a un clima raro" el vivido en aquel Mundial por todo lo que rodeaba a la figura del Raúl González. Eso sí, estima que "no afectó" a la convivencia "porque los resultados se fueron dando e iba todo viento a favor hasta que llegó el partido ante Francia. En el futbol lo que terminan mandando son los resultados. Si tomas como entrenador la decisión de sentar a un futbolista en el banco y el equipo sale y no gana, te lo van a recriminar, pero si tomas la decisión y ganas, es como que el tiempo te da la razón", sentencia Pernía, consciente de la complicada labor de los entrenadores a la hora de tomar decisiones de semejante calado.
"Si tomas como entrenador la decisión de sentar a un futbolista en el banco y el equipo sale y no gana, te lo van a recriminar, pero si tomas la decisión y ganas, es como que el tiempo te da la razón"
Exfutbolista del Atlético de Madrid"Somos egoístas. Es difícil aceptar que ya no das el nivel. El cuerpo cambia muy rápido. El bajón futbolístico que tienes después de cierta edad es de un día para otro. Es muy difícil conseguir que un futbolista se retire como ha hecho Kroos. Eso es dificilísimo y lo ha conseguido jugando, no solo estando en el plantel. Normalmente el futbolista estira su carrera lo máximo posible porque es lo más lindo que hay, jugar a fútbol y sentirte importante. A veces, es el momento de dar un paso al lado pero es difícil aceptar", reconoce.
Momentos inexplicáveis. Vamos dar tudo! Obrigado, 🇵🇹 pic.twitter.com/DoYEq1gPqp
— Cristiano Ronaldo (@Cristiano) July 1, 2024
Centrándose en el caso de Cristiano Ronaldo, valora positivamente el afán de superación de la estrella lusa. "Todos lo vemos como que está llegando a su final y está en una edad avanzada, pero por lo que está demostrando, él no lo siente así. Si le preguntas, seguro que te dice: 'Sé que tengo una edad, no me siento de esa edad y tengo para mucho más'. Lo sigue viviendo como a los 20 y eso está buenísimo. Cuando pierdes ese fuego, esas ganas de superarte, te tienes que retirar. El otro día quedó demostrado que con ese llanto, después de fallar un penalti, está lejos de relajarse o de no vivirlo como lo vivió siempre", aclara.
Mourinho 'se cargó' a Casillas para apostar por Adán y Diego López
Pero Luis Aragonés no fue el único que se puso el mundo por montera y pasar de la opinión de la mayoría. José Mourinho hizo lo propio con Iker Casillas, al que mandó al banco para apostar por Adán. Fue en un partido contra el Málaga a finales del año 2012. "Podéis inventar las historias que queráis pero es una decisión puramente técnica y nada más. En mi opinión Adán está mejor. Es la opinión que vale. Es el entrenador quien elige. Yo tengo como opiniones válidas las de mis asistentes, hemos decidido y me parece bien por el modo del partido. El trabajo del portero que ha jugado no tuvo significado ninguno en el resultado. Me parece que no es una historia", aseguró en la rueda de prensa posterior, queriéndole quitar hierro al asunto. Que no era un portero de su agrado quedó evidenciado tras el fichaje de Diego López, que fue el guardameta que eligió José Mourinho para dejar de forma permanente a Iker Casillas en el banquillo. Eso fue en 2013 y en el apogeo de una guerra que supuso un terremoto social y mediático en el Real Madrid.

Recordada es la rueda de prensa del portugués en la que sentenció a la leyenda madridista y dio los galones al portero gallego. "Para mí Diego López me gusta más como portero que Iker Casillas, es simple", dijo Mourinho. "No tengo ningún problema personal ni quiero perjudicar a nadie, me gusta más Diego porque juega bien con los pies, sale a los centros, domina el espacio aéreo. Iker es un fenómeno entre palos, pero me gusta más otro tipo de portero", continuó Mourinho en una famosísima rueda de prensa.
Toshack le abrió la puerta de salida a una leyenda como Roberto López Ufarte
Mucho antes, por ejemplo, de que Luis Aragonés sentara a Raúl o de que José Mourinho hiciera lo propio con Iker Casillas, en una de las mejores Real Sociedad de la historia, John Toshack se cargó a una leyenda el equipo blanquiazul como lo fue Roberto López Ufarte. No solo lo sentó, sino que le abrió literalmente la puerta de salida. La final de la Copa del Rey de 1987 en La Romareda fue el último servicio a la causa blanquiazul de 'le Petit Diable'. Se pudo despedir, eso sí, a lo grande con la consecución de un nuevo título.
Uno de los integrantes de aquel vestuario como era Bixio Górriz echa la vista atrás en el tiempo para recordar "los malos momentos" que se vivieron dentro de la caseta txuri urdin. En opinión del futbolista con más partidos en la historia de la Real, el hecho de sentar a una leyenda en el banquillo "es un marrón". En su opinión, "un entrenador tiene que tener mucha personalidad y saber llevar un vestuario para poder tomar una decisión de ese tipo. Cuando tienes a un jugador estrella, como lo fue Roberto, un jugador de ese estilo, para un entrenador tomar la decisión de quitarle no es cualquier cosa", aclara Górriz.
No fue una época sencilla. "Roberto estaba muy a gusto aquí, se quería quedar aquí. Todo los compañeros estábamos con él súper a gusto. Era un jugador muy importante. Lo era para todos nosotros, para el vestuario, en el campo, pero Toshack, en ese momento, entiendo que porque por abajo venía Txiki, tomó la decisión de apartarle del equipo y de provocar su salida de la Real Sociedad, que era algo impensable para todos los aficionados que López Ufarte se le echara por la puerta de atrás. Los entrenadores tienen que tener mucha personalidad para tomar una decisión de ese tipo", confirma el exfutbolista.
"Para nosotros fue muy duro. Me acuerdo de Roberto porque él sufría también. Estaba a gusto, tenía a su familia, nos tenía a nosotros… Era un jugador muy importante, muy valorado en la Real aparte de como jugador, muy buen compañero… Le veía que estaba dolido. Cuando ves a un jugador con esa clase…Si no ha sido el mejor, sí uno de los mejores. Cuando ves a alguien dolido en el vestuario, te duele también a ti. Fue duro para todos, pero tienes que aceptarlo por respeto al entrenador y a los demás compañeros. Se impone el respeto a los que mandan, pero duele", deja claro.
"Un entrenador tiene que tener mucha personalidad y saber llevar un vestuario para poder tomar una decisión de ese tipo. Cuando tienes a un jugador estrella, tomar esa decisión no es cualquier cosa"
Exjugador de la Real SocieadEs consciente Górriz de que para un futbolista "es muy difícil de digerir" el momento de apartarte a un lado. "Los futbolistas, yo ya no lo soy, pero lo he sido, y somos egoístas porque quieres jugar siempre, por encima de todo, incluso tocado. Igual ves que no puedes rendir al cien por cien, pero siempre quieres jugar. No quieres dejar el puesto a otro compañero. Creo que todos somos egoístas", sentencia. "Es complicado cuando te llega el momento, cuando te vas dando cuenta de que aportas menos o que cuentan menos contigo, pues duele mucho. No cabe ninguna duda. El futbolista siempre quiere jugar, estar en el campo. Lo estamos viendo día a día, cuando salen del campo algunos se cabrean. Yo lo entiendo porque en caliente y con el sentimiento que tiene cada uno dentro es que quiere seguir jugando", sostiene un Górriz, que también sufrió en sus carnes el proceder de un entrenador "especial".
El galés dejó a Górriz sin jugar el que hubiera sido su 600 partido con la Real
John Benjamin Toshack impidió que alcanzara la mítica cifra de los 600 partidos oficiales con la camiseta de la Real Sociedad. Una decisión que nadie entendió, tampoco el protagonista de esta historia. "No tengo que perdonar nada. Es una decisión que tomó. Sí me dolió muchísimo en ese momento porque esa semana previa al partido de Barcelona lo habíamos hablado porque él había venido a preguntarme. Fue entonces cuando le comenté que me hacía mucha ilusión jugar ese partido. Al llevarme convocado después de haber estado toda la semana con la gente que no iba normalmente a los partidos, me convocó y me había hecho mucha ilusión. Estaba convencido de que me iba a poner algo", reconoce. Pero su gozo en un pozo: "Él lo tenía muy meditado. Él me llevó y no tenía ninguna intención de ponerme a pesar de estar calentando en la banda casi una hora de reloj. Hizo el segundo cambio. Él lo tenía muy premeditado. Es su forma de ser. Siempre le ha gustado ser protagonista".