SELECCIÓN

Cómo sobrevive un titularísimo de club a la continua suplencia en la Selección sin liarla en el intento

Nueve futbolistas habituados a jugarlo todo (o casi) con sus equipos se quedaron en blanco en el debut en la Eurocopa. Capdevilla y Curro Torres desgranan su experiencia en este tipo de torneos.

Grimaldo, durante el entrenamiento de la Selección este lunes. /RFEF
Grimaldo, durante el entrenamiento de la Selección este lunes. RFEF
Manuel Amor

Manuel Amor

Donaueschingen (Alemania).- Es la frase más manida entre los entrenadores de cualquier categoría: 'Tengo a 25 en la plantilla, pero sólo están contentos los 11 que juegan... y no siempre'. La suplencia, por muy alto que sea el nivel del competidor o exigente el contexto de la competición, no es plato de buen gusto para nadie. Nunca. Tampoco en una fase final con la Selección, pese al orgullo y al honor que supone representar a un país y luchar por un título. Jesús Navas, símbolo y líder; Vivian, campeón de Copa con el Athletic; Grimaldo, autor de 12 goles y 19 asistencias esta temporada con el flamante Leverkusen; Fermín, pilar del Barça; Baena, mejor pasador de las cinco grandes ligas; Joselu, 18 tantos con el Real Madrid; y Ayoze, destacado en los amistosos, no disputaron ni un solo minuto en el debut de España ante Croacia en la Eurocopa. Tampoco los porteros Raya y Remiro, pero en su caso, en una posición tan específica, están más habituados.

De la Fuente, como antes Luis Enrique, Lopetegui, Del Bosque y todos sus predecesores, debe gestionar con talante y mano izquierda a un grupo de 26 estrellas que persiguen el mismo objetivo: ganar… y jugar. La ampliación de las listas, de hecho, fue vista por muchos como una ventaja para los entrenadores por darles más posibilidades de cambiar los partidos, pero también como un 'marrón' a la hora de dilucidar los roles y explicar sus decisiones a 15 suplentes. Aunque eso nunca vaya a suponer un problema de calado en esta Selección (los técnicos presumen del compromiso, la solidaridad y la profesionalidad de este bloque que capitanea Morata), nunca resulta sencillo verse obligados a prescindir de jugadores que se entrenan al máximo todos los días y que reclaman su oportunidad con fútbol.

"La élite tiene estas cosas", admite en conversación con Relevo Joan Capdevila, campeón de Europa en 2008 y del mundo en 2010… y que antes, en la Euro 2004, se marchó de Portugal sin haber olido el césped. "En 2006 me pasó algo parecido. Hice toda la fase de clasificación para el Mundial, al final se lesionó Del Horno y llamaron a Pernía. Hay que ser paciente, esperar tu momento, prepararte bien y cuando te llegue la oportunidad ¡zas!", aconseja. Él predicó con el ejemplo: se levantó de ambas decepciones y se ganó un papel capital en el equipo que hizo historia. "En 2006, por ejemplo, me dolía que aquella pareciese mi última oportunidad de estar en una competición de este tipo. Fui al de 2010 con 32 años y lo gané. Nunca sabes cuándo te va a sonreír la suerte", expone.

Jesús Navas, en el gimnasio este lunes.  RFEF
Jesús Navas, en el gimnasio este lunes. RFEF

Él, con temple y aguante, superó todos los obstáculos. Y esa fe y constancia es la que deben mantener ahora los miembros de la unidad B de una Roja que ilusiona. Aunque no debe ser sencillo partir como secundarios para piezas como Joselu (se marchó picado del Olympiastadion) o Baena (no se queda a cero por decisión técnica con su club desde hace ¡tres años y un mes!), el secreto está en aguantar con entereza y ponerse "al servicio del colectivo".

"Es la clave: lo importante debe ser en todo momento el grupo, y más cuando uno tiene la fortuna de ser convocado con la Selección. Vestir la camiseta de España ya es un premio importante", recuerda Curro Torres en conversación telefónica desde Estonia, donde ahora dirige con éxito a un Levadia Tallinn en plena competición. Después de sumar más minutos que nadie en el Valencia que ganó la Liga en la 01-02, tuvo que conformarse con el banquillo en el Mundial de Corea y Japón, en el que sólo disfrutó de un cuarto de los minutos.

"Miras al entrenador y estás continuamente vigilando si te dice de calentar. Pero debes tener paciencia y ponerte al servicio del grupo"

Curro Torres Entrenador y exjugador de la Selección

"Mi rival en el lateral derecho era Puyol", rememora con una mezcla de humor y resignación. Aunque aquel torneo le cogió joven -25 años- y desplazar del once al culé parecía prácticamente un imposible, no esconde que la ilusión para un suplente se mantiene siempre intacta: "Mirabas a los entrenadores y estabas continuamente vigilando si te decían de poder calentar. En mi posición, defensa, es bastante más complicado salir en la segunda mitad que para alguien de ataque". Y ahí reside la esperanza para los Joselu, Ayoze y compañía, balas de plata que De la Fuente y Pablo Amo se guardan en el bolsillo en caso de que el duelo de este jueves ante Italia se tuerza (21:00) o de poder premiarles el lunes contra Albania (21:00) si la faena ya está resuelta.

"En ese Mundial 2002 también había delanteros brutales: Tristán, Raúl, Morientes… Desde fuera siempre estaban con el debate de quién tenía que jugar, pero dentro no hubo ninguna situación incómoda; todos lo aceptaron con naturalidad. Camacho tenía una personalidad grande, era muy claro cuando hablaba y no permitía ningún tipo de problema", revela. La eliminación en octavos a manos de Corea y Al-Ghandour impidió que la ruleta de nombres se ampliase y hombres como Sergio González, Luque o Albelda se marchasen con una participación casi testimonial a sus espaldas.

Esta Eurocopa, dice también Torres, pinta a que habrá más partidos. "Y puedes incurrir en sanciones o lesiones", advierte. De momento ya cayó Laporte y siguen entre algodones Rodri y Morata. "Todos los futbolistas deben entrenarse para poder jugar. Esa es su obligación: estar bien física y mentalmente. Eso hace crecer día a día al equipo. La oportunidad puede llamar a tu puerta cuando menos te lo esperas. Y el hecho de estar dentro de esa lista de 26 ya tiene que poner a uno contento, más allá del ego personal. Cuando defiendes la camiseta de tu país, lo menos importante es lo individual".

De la Fuente, sobre los tocados Rodri y Morata: «Esperamos que puedan estar ante Italia».

Lograr esa cohesión y que nadie se venga abajo, en definitiva, será fundamental para que la España de De la Fuente llegue lejos y luche por alcanzar la final del próximo 14 de julio en Berlín. El torneo va para largo y el nivel, tan parejo, y los contratiempos varios obligarán al entrenador a mover piezas. Que se lo digan a Nacho, que se quedó fuera de la lista de marzo y ahora es titular, o a Pedri, que afrontó un examen de verdad en los entrenamientos en Las Rozas y se ha hecho con un puesto… Aunque contra la Azzurra no se esperen novedades, el plan puede variar en cualquier instante y los 26 internacionales seguirán trabajando para ponérselo difícil al staff.