EUROCOPA | ITALIA - ALBANIA

El socio juvenil de Messi que ahora es diplomático en Albania y alucina con Lamine Yamal: "Ese regate y ese desparpajo a los 16 años..."

Pablo Zabaleta es el asistente de Sylvinho en una selección que se medirá a España en la Eurocopa. Valverde fue una inspiración.

Pablo Zabaleta, en su presentación como asistente de Sylvinho en Albania. /@FSHForg
Pablo Zabaleta, en su presentación como asistente de Sylvinho en Albania. @FSHForg
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Pablo Zabaleta es ya todo un diplomático en Albania, y eso que apenas lleva 18 meses en el cargo de asistente de Sylvinho, el seleccionador que ha conseguido un milagro en un país que se despereza futbolísticamente y que en 2016 logró su primer billete para una Eurocopa. Ahora jugará su segunda después de quedar primero de grupo ante Polonia y la República Checa. Y lo hará en un grupo mortífero, "no pudimos tener peor suerte", proclama el argentino de 39 años que se retiró en 2020 y que inicia su carrera en los banquillos. Ha tenido a grandes maestros, como Pep Guardiola en el Manchester City, Manuel Pellegrini o el mismo Ernesto Valverde en el Espanyol.

Como jugador fue el compañero de fatigas y éxitos de Leo Messi en los comienzos con aquel mágico Mundial Sub-20 en Países Bajos y en esa Barcelona que acogió a los dos en los equipos rivales. Una experiencia que le ha ayudado a entender de talentos y a saber gestionarlos. Como jugador, Zabaleta lo fue todo (531 partidos en clubes y 53 internacionalidades). Como entrenador, ya es historia en Albania... y acaba de empezar su camino.

Lleva 18 meses en Albania y me han comentado que ya es una personalidad. ¿Qué relevancia tenéis tanto Sylvinho como tú?

Hemos recibido mucho cariño por parte de todos después del éxito que conseguimos de clasificarnos para la Eurocopa. Especialmente del presidente. Nos han declarado ciudadanos albaneses, y tenemos ya un pasaporte diplomático. Es muy lindo. Nos condecoraron con la Orden del Águila Negra, que es el mayor distintivo del país. Qué puedas tener este reconocimiento por tu trabajo es algo ilusionante y nos hace sentir orgullosos y contentos por todo lo que hacemos.

¿De dónde nace esa relación con Sylvinho? ¿De sus años en los equipos de Barcelona o de su temporada en el City?

En Barcelona nos enfrentamos mucho pero no teníamos relación fuera del campo. Nuestra amistad nace en el City, cuando coincidimos la temporada 2009-10, creamos un vínculo sano y estrecho. Desde entonces, seguíamos estando en contacto, hablábamos frecuentemente y cuando le dieron el cargo de seleccionador, me llamó. No me lo pensé. Para mí es un orgullo. Yo había ido a vivir a Barcelona y estaba tranquilo, había descartado algún proyecto. No me volví loco por entrenar, sabía que necesitaba un proceso. Y llegó esto.

"Había descartado algún proyecto, no me volvía loco por entrenar ya... y me llegó esto"

¿Qué os encontrasteis al aterrizar en Albania?

Cuando llegamos a Albania nos encontramos una competición de un nivel más bajo al que nosotros estábamos acostumbrados en nuestras carreras como jugadores. No era competitiva y faltaban infraestructuras. No está al nivel tampoco de las vecinas Croacia o Serbia. La Federación de Fútbol de Albania está bien organizada y está predispuesta a todo. El país se está abriendo y en 2021 ya acogió la final de la Conference League entre la Roma y el Feyenoord. Es un país pequeño que está viviendo el boom del turismo y es hermoso, con sus playas y paisajes. Y eso también ha llegado a un fútbol que quiere crecer.

¿Y dónde está el talento?

Tenemos a los jugadores repartidos por Europa. Hay muchos en Italia. Luego se da otra circunstancia curiosa. Hay muchos albaneses que emigraron a otros países y que han tenido descendencia. Intentamos aprovechar los recursos y poder captar a esos que tienen ascendencia albanesa y que pueden tener nivel para jugar con nosotros y no con sus selecciones.

¿Y con qué recursos contáis para ello?

Tenemos un departamento de scouting muy importante. Por ejemplo, hay muchos albaneses que se fueron a Estados Unidos y que ahora mismo están en selecciones sub-17 o sub-21. Nos estamos centrando en el fútbol juvenil para trabajar el futuro. Muchos de ellos tienen antepasados. Obviamente este tipo de situaciones no se dan en selecciones como España, pero nosotros intentamos aprovecharlas por cómo se configuró el país. Hay casos de jugadores que se van jóvenes a Alemania, Inglaterra o Italia y los intentamos captar. Algunos vienen, otros deciden esperar a ver si les llega la oportunidad en la absoluta. Las puertas siempre las tendrán aquí abiertas.

[Un ejemplo es el lateral del Rayo Vallecano Iván Balliu, al que le descubrieron un tatarabuelo albanés y le propusieron unirse con la selección. Hasta 16 jugadores de la actual plantilla llegaron de la misma forma con ese algoritmo que han creado].

Zabaleta y Messi jugando con Argentina.  GETTY
Zabaleta y Messi jugando con Argentina. GETTY

¿Y cómo juega Albania?

Queremos construir un equipo con gente que tenga buen trato de balón, queremos ser ofensivos y darle esas herramientas a los jugadores. Tuvimos que lidiar con un grupo duro con Polonia y República Checa y logramos la primera plaza. Recibimos pocos goles también, fuimos equilibrados. Incorporamos a jugadores nuevos como Jasir Asani, que estaba jugando en Corea del Sur, y nos ha marcado goles importantes y nos ha ayudado en la posición de central. Pero sabemos que tenemos que tener una buena organización defensiva, algo que hemos trabajado.

¿Lo dices por Italia, Croacia y España?

Son tres de los mejores equipos de la última década. No pudimos tener peor suerte. Será duro y ojalá podamos estar a la altura, trabajamos para ello pero ya estamos muy orgullosos con poder participar y poder demostrar nuestra mejora.

Conociste y jugaste con el Messi más juvenil. Y conviviste con él en Barcelona. ¿Algo de Lamine Yamal te recuerda a él?

Que un jugador tenga con 16 años ese desparpajo para driblar, hacer goles y marcar la diferencia ya habla del tipo de futbolista que es. Tiene un talento tremendo, es natural. Pero es joven y tiene que desarrollarse y tener esa constancia. Al final todo depende de muchas cosas, pero es un jugador que obliga a los rivales a poner los ojos en él.

¿De qué entrenadores aprendiste más?

He tenido muchos. Primero quiero destacar a Valverde, que para mí fue un grandísimo entrenador y en el Espanyol nos llevó a la final de la Europa League. Hicimos un trabajo muy bueno con un buen juego. Luego he tenido otros como Pellegrini o Mancini. Y luego Pep Guardiola. Aunque solo fuera un año ya te sirve para darte cuenta de la grandeza que tiene. Lo detallista que es y su capacidad para ver el fútbol y transmitirlo. De todos se aprende.