No sólo es Pedri: el vestuario confirma que el capitán Morata también ha vuelto
En la expedición resaltan la ayuda del '7' a los jóvenes y debutantes (Lamine, Fermín o Ayoze) y su nivel de acierto en los primeros entrenamientos. Está a un gol de dar caza a Silva.
![Morata firma autógrafos a los aficionados en la llegada de la Selección a Badajoz. /RFEF](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202406/05/media/cortadas/morata-RtjQassnZB8GZxrrwetzmIM-1200x648@Relevo.jpg)
Badajoz.- Luis de la Fuente siempre podrá apuntarse el tanto, si todo sale bien en la Eurocopa, de haber sido una de las pocas personas que no dudaron jamás de Álvaro Morata (31 años), capitán, goleador y líder espiritual de una Selección española que inicia esta misma noche ante Andorra (21:30) su camino hacia Alemania. A pesar del pobre rendimiento del delantero en la recta final de temporada con el Atlético -una diana en tres meses-, el míster le ha defendido a capa y espada en público y en privado… porque sabe con La Roja se transforma y porque el staff considera tan o más importante que su contribución futbolística lo que aporta el '7' a nivel grupal.
Ese papel de jerarca amable, justo e integrador lo han comprobado de primera mano los dos debutantes en esta concentración, Fermín y Ayoze. Al primero, como hace con todos los jóvenes, le tendió la mano a su llegada, le ha felicitado por su rendimiento e intensidad en las sesiones en Las Rozas y le elogió en público en el Media Day: "Pelea, rasca y mete goles. Nos puede ayudar mucho. Tiene un gran futuro en la Selección". Con Ayoze, a pesar de ser competencia, se ha portado igual o mejor: el canario se presentó en Las Rozas con el respeto que siempre imprimen las primeras veces y se ha encontrado con Álvaro como su mejor aliado para adaptarse rápido. Desde el vestuario, que valora enormemente el rol del colchonero, resaltan que ejerce como "pegamento" en un grupo heterogéneo y que mezcla veteranos (Navas, 38 años, o Nacho, 34) con imberbes que no han cumplido los 17 (Lamine) o acaban de hacerlo (Cubarsí).
Con los dos barcelonistas también ha ejercido como un padre desde que aterrizaron en la Absoluta, el extremo ya en septiembre y el central en marzo. Nunca resulta sencillo salir de la zona de confort para cambiarse con estrellas que te doblan en edad, pero Morata lo hace todo fácil. Con humor (no para de bromear, cuentan) y apretando cuando toca. Y por eso desde dentro le describen como "el capitán perfecto", escoltado por un Rodrigo Hernández que cada vez asume más galones y se permite más licencias y por Carvajal, al que se espera mañana en la concentración -como a Nacho y Joselu- después de disputar la final de Champions el pasado sábado.
Recuperar la finura
Al ariete, además, se le ha visto suelto sobre el césped en los primeros entrenamientos en la Ciudad del Fútbol, recobrando el acierto perdido y tratando de recuperar el pico de brillantez que alcanzó en el segundo semestre de 2023. Entre agosto y enero marcó 21 goles; de ahí hasta la fecha, sólo cuatro. Varios problemas físicos le limitaron y le condenaron a la suplencia: en abril se conoció que padecía neuralgia de trigémino, una extraña dolencia que le producía fuertes dolores en el rostro y que el doctor Ignacio Velázquez Rivera describió en COPE como "el más incapacitante y difícil de tratar".
Poco a poco, y en base a un tratamiento que ha permitido calmar las molestias en el nervio responsable de la sensación en la cara, Morata ha ido ganando sensaciones. Rompió su sequía ante Osasuna en la penúltima jornada, asistió frente a la Real en la última y ha arribado en la concentración de la Selección con ánimos renovados. "Tengo muchísimas ganas e ilusión. Sé que podemos hacer historia y competirle a cualquiera. He pasado un par de meses complicados, pero estoy bien; esto es otra dinámica, otro equipo y una Eurocopa. Da igual cómo llegue cada uno. Lo importante es ponerse al servicio del colectivo. Da gusto entrenarse aquí y convivir con estos compañeros", dijo el lunes a un corrillo de medios. De sus palabras se desprende que en Las Rozas encuentra un oasis que lo cura todo: "Hay un gran ambiente. Esto, más que una selección, parece un equipo. Estamos todos juntos".
Al madrileño se le presenta ahora una oportunidad ideal para revertir su racha y, de paso, poder inscribir su nombre en los libros de oro de la Selección: es el quinto máximo goleador histórico con 34 tantos y está a solo uno de David Silva (35) y a cuatro de Torres (38). Andorra, 164 del ranking FIFA, parece un adversario propicio para engrosar sus cifras y colarse al menos en el top-4. El sábado, en el último compromiso antes de viajar a tierras germanas, el contrincante será Irlanda del Norte. Está por ver si gozará de minutos en Badajoz (De la Fuente hará probaturas), pero parece seguro que saldrá de inicio en Son Moix junto a un once de lo más titular.
🇪🇸 Morata sobre los pitos que recibió en el Bernabéu en el encuentro contra Brasil en marzo.
— Relevo (@relevo) June 3, 2024
💬 "Fue una noche complicada".
🎥 @ManuAmor1 pic.twitter.com/BVWvbh2rtS
En cualquier caso, superar al mago canario y al próximo entrenador del Atleti B no es un objetivo ni mucho menos descabellado de conseguir a lo largo de este mes de junio. Y tampoco acercarse un poco más a Raúl (44), el segundo gran realizador de La Roja. Pese a que Villa todavía quede lejos (59), Morata confía en que aún le resta cuerda para rato para acecharle... aunque eso no sea ni de lejos lo que más le importa, como demostró en el último amistoso ante Brasil. Ese día, en el que cedió el brazalete a Rodrigo después del fallecimiento del abuelo del mediocentro, le dejó tirar también los dos penaltis que hubo en el Bernabéu, a pesar de que Morata es el lanzador habitual y que podría haber rebasado aquel día a Silva. El jugador del City considera esos detalles del '7' como los más bonitos que le han ocurrido en su carrera.
Ese es Morata, "un hombre bueno", como lo definió Roro Riquelme, y un líder para todo en esta España. También para negociar las primas, como desveló Relevo: pactó hace tiempo que la Selección se llevará el 30% de los beneficios totales de la RFEF si alcanza los cuartos, las semis o la final y el 40% si gana el torneo (unos 400.000 euros). A su edad, y habiendo aprendido y visto en acción a Sergio Ramos, ya no le tiembla el pulso para sentarse en una mesa de negociación y 'estrujar' a los que mandan. Como tampoco para mostrar su humanidad (sus primas mundialistas las repartió entre los trabajadores de la Federación, un gesto con el que se ganó el respeto de todos), para echar una mano a todo aquel que lo necesite y para que De la Fuente sepa que no hay nada que temer mientras Álvaro esté al frente. Y por eso tiene, y tendrá, un hueco principal asegurado en la Selección.