¿Habrá sorpresas en la Eurocopa? Casi imposible
El formato clasifica a las cuatro mejores terceras de un total de seis. En las dos ediciones anteriores, ningún grande cayó en el grupo.
La Eurocopa está a punto de arrancar y cada minuto y partido cuentan para encumbrar a algunos y condenar a otros. Sin embargo, traemos malas noticias: es difícil que haya excesiva emoción hasta una vez superada la fase de grupos. Solo existirán si las grandes selecciones se esfuerzan intensamente en caer eliminadas. El formato, que se introdujo para añadir los octavos de final, resulta fatal para la narrativa. Los mejores equipos pueden avanzar con una simple victoria.
Los dos primeros clasificados de cada uno de los equipos accederán a los octavos de final de forma directa. Además, cuatro de los seis terceros también lograrán el billete para las eliminatorias. Los que mejor clasificación obtengan, por puntos, diferencia de goles, goles a favor... Ahora, toca tirar de hemeroteca para descubrir qué puede ser uno de los mejores terceros.
La competición, en 2012, contaba con 16 participantes y cuartos de final como primera eliminatoria. La de 2016 ya pasó a los 24 clasificados, con octavos de final incluidos. Entonces, se clasificaron como terceras Eslovaquia, Irlanda, Portugal e Irlanda del Norte. Las dos últimas, con tres puntos tan solo en su casillero. Y en el caso de los portugueses, ¡con cero victorias! Cristiano y los suyos avanzaron de ronda con tres empates y también empataron en octavos (pasaron en la prórroga contra Portugal) y en cuartos (pasaron en los penaltis frente a Polonia). Se acabó traduciendo en el gran triunfo en la Eurocopa.
No cayó en fase de grupos ni una sola selección concebida como potente. Volvió a ocurrir lo mismo en 2020, la otra Eurocopa con el actual formato. Todas las grandes pasaron de ronda. El ranking de mejores terceros fue revelador de nuevo: pasaron Portugal, República Checa y Suiza con cuatro puntos y Ucrania, con tres. En este caso, los ucranianos sumaron un triunfo y dos derrotas e incluso les valió un 'goal average' negativo para lograr la clasificación.
El Mundial es otra historia. Solo se clasifican los dos mejores de cada grupo y no hay una doble oportunidad para el resto. En Catar, cayeron en la primera fase Dinamarca, Alemania, Bélgica o Uruguay, selecciones llamadas a hacer grandes cosas. En Rusia, una edición de menos sorpresas, sucumbió Alemania también en el grupo, más otras imágenes menores como el traspiés de Polonia. Cuatro años antes, en Brasil, se hundieron España, Croacia, Italia, Inglaterra o Portugal. Otra competición.
¿Qué ocurrirá en la presente edición? Es toda una incógnita y, por supuesto, puede haber descalabros. España está inmersa en uno de los grupos de la muerte con Croacia, Italia y Albania, pero la realidad es que una victoria ante los albaneses y no caer con rotundidad ante cualquiera de las dos rivales restantes podría ser suficiente. Otro tema es dos derrotas y que la mencionada Albania consiga un triunfo, lo que nos podría condenar a la cuarta plaza. Pero son palabras mayores, demasiadas coincidencias para una potencia como la Selección, que aspira a pelear en las rondas finales, incluso por llevarse el título.
Francia o Países Bajos también pueden pasar apuros con Austria y Polonia, pero se hace difícil imaginar un escenario en el que no ganen ninguno de sus tres partidos y se vayan a casa de forma prematura. Los octavos ya serán otra historia. Hasta entonces, disfrutemos del vibrante fútbol de selecciones, de los tres partidos al día y de las miles de narrativas que se crearán en Alemania. El fútbol, en su máxima dimensión, aunque las sorpresas tengan que esperar.