Oyarzabal, del susto con su madre que congeló su sonrisa a un gol que no imaginó: "Cuando pasas procesos jodidos, el hecho de estar ya es un premio"

La final de 2008 tuvo a Fernando Torres, la de 2010 tuvo a Andrés Iniesta y la de 2024 tendrá a Mikel Oyarzabal. El delantero de la Real Sociedad salió del banquillo en el minuto 68 para sustituir Álvaro Morata y marcó el 2-1 decisivo en la final ante Inglaterra para regalar a España su cuarta Eurocopa. Fue un héroe, uno inesperado en este caso, y que hace apenas dos semanas tuvo un buen susto durante la Eurocopa.

Durante los cuartos de final ante Alemania, mientras sus compañeros celebraban como locos la agónica victoria con el gol de Mikel Merino en el 119', Oyarzabal caminaba con cara de pocos amigos hacia el banquillo. "Tuve un asunto personal. Quería preguntar una cosa y, después, obviamente lo celebré con mis compañeros (...) Era un tema familiar, pero nada más", dijo unos días después en una entrevista con Relevo.

El padre de Mikel Merino reveló después en la Cadena Ser que la madre de Oyarzabal sufrió una bajada de tensión en el estadio mientras veía el partido. El delantero de la Real estaba muy preocupado y lo primero que hizo nada más escuchar el pitido final fue acercarse al banquillo para preguntar cómo estaba su madre.

Diez días después, y con el susto más que superado, Oyarzabal se convirtió en el autor del gol de la victoria de la final ante Inglaterra. Nico Williams había adelantado a España nada más comenzar la segunda parte, mientras que Cole Palmer había puesto la igualada en el 73'. Para entonces, Oyarzabal llevaba ya cinco minutos sobre el verde.

"Yo he hecho mi trabajo, lo que me tocaba en cada momento, que es intentar ayudar. He tenido la suerte de dar la victoria. Al final, cuando pasas procesos jodidos, ya solo estar aquí, estar entre los 26, lo valoras mucho. Si tienes la suerte de poder ayudar como me ha tocado a mí hoy, pues es lo máximo", decía minutos después de partido en Berlín en los micrófonos de TVE. Con esos "procesos jodidos" se refería sobre todo a la lesión de rodilla que sufrió hace dos años. El atacante estuvo nueve meses fuera de los terrenos de juego por una rotura del ligamento cruzado.

"Eso es parte también mía, la lesión, todo lo que he pasado. Por suerte, llevarte esta alegría inmensa después de todo lo que he pasado... Estoy muy feliz y orgulloso. Me ha tocado a mí, pero esto es cosa de todos los que estamos aquí. Llevábamos 45 días pegándonos, y esto es una familia en la que todo el mundo vale por igual". Y cerró: "Quiero acordarme de Remiro, es el único jugador que no ha tenido minutos pero ha estado 45 días matándose como el que más... hay que darle valor".