ESPAÑA 3 - BRASIL 3

El tesoro que tiene en sus manos España con Lamine: descaro en el campo, un "encanto" en el vestuario y un filón comercial

La perla culé, de 16 años, puso en pie al Bernabéu ante toda una pentacampeona del mundo como Brasil.

Lamine Yamal, en un instante del España-Brasil. /REUTERS
Lamine Yamal, en un instante del España-Brasil. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

Lamine Yamal abandonó el Bernabéu entre risas y perseguido por las collejas de Nico Williams. "¡Ay, ay, ay!", se escuchó de fondo en los pasillos. Mientras los más de 200 periodistas acreditados le observaban con admiración desde la lejanía de la zona mixta, posiblemente él ni siquiera fuese consciente de la gesta que acababa de protagonizar: una exhibición con la Selección Absoluta a sus 16 años y ocho meses, contra Brasil y en el coliseo del club de fútbol más laureado del planeta, que le aplaudió a rabiar pese a ser el gran emblema de presente y futuro del eterno rival. Si Morata salió escaldado, no hubo ni un madridista al que se le ocurriese pitar a Yamal.

Su partido fue de videojuego, como aquel que se crea a sí mismo en el FIFA y se propone asociar su nombre a cotas inimaginables. Lamine supera a la ficción. Hace tiempo que se ganó la confianza de De la Fuente y ya es un titular indiscutible para el seleccionador, que cuenta con él como una de sus grandes bazas para levantar la Eurocopa del próximo verano. Después de jugar apenas 20 minutos contra Colombia, el riojano le devolvió al once para medirse a la Canarinha -el encuentro grande de este parón- y se encontró con un rendimiento sublime: participó en los dos penaltis (provocó el primero y originó el segundo con un pase de fantasía con el exterior), asistió a Dani Olmo y volvió loca a la defensa de Brasil, que terminó desquiciada ante la actuación del jugón de Esplugas.

Sus datos tampoco engañan: fue el que más regateó (seis), el segundo que más remató (tres) y el que más faltas provocó (cuatro). Su rendimiento ya asombra hasta a sus propios compañeros, que se deshicieron en elogios hacia él al término del choque. "Estamos muy contentos de que haya alcanzado este nivel, nos entendemos genial dentro y fuera del campo", dijo Dani Olmo. "Este chaval es muy bueno. Me parece increíble poder verle así, hacía daño con cada pelota que tocaba. Nos ayudará a llegar lo más lejos posible en la Euro", añadió otra pieza clave como Le Normand.

Dani Olmo habla sobre Lamine Yamal. MANU AMOR / RELEVO

El mediapunta del Leipzig y el central de la Real no hicieron más que verbalizar el sentimiento existente en el vestuario, que adora a Yamal y desde el que se le define como "un encanto", sin atisbos de la prepotencia que engulle a algunos jóvenes cuando llegan a la cúspide. Su relación con Nico Williams es casi fraternal (lo primero que hacen al levantarse en las concentraciones es llamarse por teléfono e ir a buscarse a la habitación) y en esta ocasión ha recibido el refuerzo de Pau Cubarsí, su compañero en el Barça y en las categorías inferiores desde que eran muy pequeños. Con España jugaron juntos en edad Sub-15 y Sub-17.

No son sólo los benjamines los que le aprecian. También los pesos pesados, como Morata ("es una cosa alucinante", dijo de él en noviembre), Rodri o Carvajal, le tienen en alta estima por su capacidad futbolística y su personalidad tímida pero arrolladora cuando se calza las botas. Y qué decir de De la Fuente y su staff, que le convirtieron en el futbolista más joven de la historia en debutar con la Selección y ahora se frotan las manos con el monstruo al que han dado forma con la complicidad inestimable de Xavi y el Barcelona. "Es un chico inteligentísimo, sabe administrar estas situaciones. Le pedimos que siga siendo como es, pero siempre pensando que ese talento lo tiene que poner al servicio de todos", explicó De la Fuente tras el empate contra los brasileños.

Llamadas del entorno de Mohamed VI

Cabe recordar, en tiempos de zozobra por el caso Brahim, que Lamine optó por defender a La Roja hace poco menos de un año. De hecho, Marruecos metió al madridista y a Yamal prácticamente en el mismo bote y se marcó la tarea de convencerles como una cuestión de Estado, con altos cargos políticos implicados activamente en la labor de convencerles para vestir los colores de la selección africana. Fueron algunas de las personas más cercanas y de máxima confianza del rey Mohamed VI las que telefonearon personalmente al barcelonista con la idea de convertirlo en icono del país, pero, después de un breve proceso de valoración con su entorno, Yamal optó por continuar su carrera de la mano de la RFEF.

En respuesta a la insistencia marroquí y a su crecimiento con el Barça, De la Fuente subió a Yamal de la Sub-17 a la Absoluta y le ató definitivamente a la Selección española en el último parón, cuando el extremo disputó su cuarto partido con La Roja contra Georgia. Se marcó como una prioridad, porque en Las Rozas son plenamente conscientes de que tienen entre manos a un talento absolutamente único en lo deportivo… y a un filón en lo comercial.

Lamine acaba de firmar un contrato de época con Adidas, la marca que patrocina a la Selección desde 1992. La intención de la multinacional alemana, que se lo arrebató a Nike, es convertirle en su bandera en las próximas campañas, una propuesta que va más allá de la cuenta corriente y que tratará de erigirle en un referente publicitario de la generación Z. Su calidad y su rostro multicultural se vislumbran como activos de valor incalculable.

Finalizada la convocatoria con la Selección, los siguientes retos de Yamal pasan por el Barça, todavía vivo en la Champions, y la Eurocopa, en la que estará seguro si no sufre ningún contratiempo físico. Allí también romperá récords: cumplirá los 17 un día antes de la final y de jugar le arrancará la marca de mayor precocidad al polaco Kacper Kozlowski, que debutó con 17 años y 246 días. El segundo por ahora es Jude Bellingham, la otra joya de Adidas que suele deslumbrar en el Bernabéu. Por un día, Lamine usurpó su trono en Concha Espina para dejar claro que España tiene un tesoro en él.