EUROCOPA | ESPAÑA - GEORGIA

La trampa del 1-7 que estuvo a punto de costarle el cargo a Sagnol confunde a España y motiva a Georgia

En aquel encuentro, el seleccionador decidió cambiar el sistema y su equipo fue un coladero ante la velocidad española.

La alegría española en el encuentro disputado en Georgia que finalizó por 1-7 en 2023. /GETTY
La alegría española en el encuentro disputado en Georgia que finalizó por 1-7 en 2023. GETTY
Alberto Martínez
Alfredo Matilla

Alberto Martínez y Alfredo Matilla

Colonia (Alemania).- El último precedente entre España y Georgia hunde a la selección caucásica y le pone una alfombra roja en estos octavos de final a los de Luis de la Fuente. No hay nada más transparente que un 1-7, un resultado anómalo entre dos equipos que se miden en esta ronda de una Eurocopa, pero también irreal a los ojos de los georgianos, que le encuentran una explicación táctica y razonable a un encuentro que estuvo a punto de traerle consecuencias desagradables a Willy Sagnol. De hecho, y según los periodistas georgianos, el técnico estuvo más fuera que dentro, y se jugó el cargo ante Grecia en el playoff por estar en Alemania.

La Selección española visitó Tbilisi en septiembre de 2023 en la clasificación para la Eurocopa. España finalizó primera, ya le ganó en casa 3-1, y Georgia cuarta, aunque su notable concurso en la Nations League le llevó al playoff de clasificación. Aquella tarde, y a diferencia de lo que sucede habitualmente y en esta Eurocopa, Sagnol apostó por una defensa de cuatro. Participaron de derecha a izquierda Gocholeishvili, Kvirkvelia, Kashia y Azarovi, y España encontró espacios con su velocidad. No era demasiado difícil debido a las características de los jugadores de Sagnol, como explica uno de los técnicos que mejor conoce y más sigue el fútbol georgiano.

"En aquel partido infravaloraron a España. Sus centrales son muy lentos y no pueden defender largas distancias. En aquel encuentro, Sagnol decidió colocar cuatro defensores y fue un paseo para España. Cuando cambió a cinco, ya era tarde", explica un técnico que ha vivido en Georgia los últimos años. España liquidó el encuentro por la vía rápida. En la primera parte ya había marcado hasta cuatro tantos con dos de ellos de Morata, otro de Dani Olmo y uno más en propia puerta por parte de Kvirkvelia. El encuentro murió ya en los primeros 37 minutos.

En esta Eurocopa Georgia ha destacado por su solidez defensiva pese a que ha recibido cuatro goles en tres encuentros. Sagnol ha jugado con cinco defensores en todos los partidos, con Kakabadze en el lateral derecho y Lochosvili en la izquierda, y en el centro de la defensa Dvali, Kashia y Gvelesiani. Agazapados en campo propio, Georgia ha conseguido minimizar las oportunidades rival con ayudas y solidaridad, las armas ante España. El guion del encuentro está claro: "Ellos saldrán a no recibir goles y a aguantar el 0-0 todo lo que puedan".

Cómo atacar una defensa de cinco con el papel de los extremos

España deberá enfrentarse a una defensa de cinco jugadores, algo que no le ha ocurrido en este torneo todavía. La superioridad en el centro del campo y la entrada de segunda línea así como la profundidad y el desequilibrio de los extremos serán determinantes para abrir la lata de una Georgia extra motivada que no tiene nada a perder y que llega con la moral por las nubes y con una dupla de delanteros, Kvaratskhelia y Mikautadze, con la mirilla apuntando a la meta de Unai Simón.

De la Fuente ha ensayado mucho esta semana cómo hincar el diente a esa muralla. Y lo ha hecho con los conceptos que viene repitiendo en este año y media. Primero, frustrado como todos por ver a España estrellarse en Catar a base de posesión sin profundidad. Y también esperanzado de que hay mimbres en esta plantilla para actualizar y modernizar la versión original del tiqui-taca. La apuesta por los extremos, mayor velocidad en las transiciones y el 1-4-2-3-1 en vez del 1-4-3-3 clásico está diseñado precisamente para encuentros como el de esta noche.

El seleccionador ha insistido en la ciudad deportiva de Aasen que todo empieza por la presión alta. Por eso no se ha conformado con machacar con Morata los movimientos del nueve que marca el resto del engranaje, sino que también lo ha hecho con Joselu. Y, a partir de ahí, Pedri al lado contrario, Fabián liberado para apretar y los extremos bien cerrados en busca de una recuperación mortal. En ataque, la clave está en la salida del balón. Es lo que más ha ensayado España desde que conoció a su rival. Llevar el balón de lado a lado, amenazando con Nico y Lamine, pero teniendo siempre en la mediapunta la amenaza de Pedri a la espalda de su mediocentro defensivo.

La selección de Sagnol no ha cambiado más desde aquel 1-7. Son los mismos jugadores, salvo algún matiz; pero lo que ha cambiado será el planteamiento y el respeto hasta el mejor equipo del torneo hasta el momento. También el estado de ánimo de una selección que levanta hasta los elogios de Nagelsmann, el seleccionador alemán: "Es increíble. Cada partido juega mejor".