Los traumas de Catar amenazan con ensuciar el último baile de Kroos
Alemania certificó la primera plaza en el descuento, pero su actuación dejó entrever algunos problemas que los teutones tuvieron en el Mundial.

Alemania empezó la Eurocopa marcando terreno ante Escocia, cumplió ante Hungría en un partido en el que se encontró con más dificultades y cerró la fase de grupos logrando el primer puesto gracias a un agónico gol de Füllkrug en el tiempo de descuento. El conjunto de Nagelsmann ha ido de más a menos, mostrando sus puntos fuertes, pero también dejando ver cómo Suiza los logró contrarrestar.
"Han tenido respuesta a todo", lamentaba Andy Robertson después de jugar el primer partido de la Eurocopa en Múnich. Alemania empezó el torneo con las ideas muy claras. El juego partía de las botas de Kroos y aceleraba cuando el balón caía en las botas de Wirtz y Musiala, con Gündogan, su mejor socio, descifrando cómo colarse en área rival.
El partido de Suiza será el que el rival de Alemania en octavos analice para preparar el plan de encuentro (España podría encontrarse con ella en cuartos). El planteamiento de los Yakin embarró su fútbol. A Alemania le costó conectar con sus mediapuntas, con Suiza llevando a cabo una defensa férrea en el centro del campo para borrar a los interiores y obligar a decantar el juego hacia las bandas y siendo muy agresiva sobre Kroos, el cerebro del combinado.
Un torneo tan corto como una Eurocopa no obliga a ser un equipo absolutamente dominante, tampoco a golear cada partido, para llegar lejos. Aquellas Españas de 2008 y 2012 no fueron parte de la norma. Puede ser suficiente con eficacia en las áreas y que las estrellas estén inspiradas en el momento indicado. Ahí están los resultados de Inglaterra, tropezando en los últimos escalones con un juego que pide a gritos la destitución de Southgate. No está siendo distinto en este torneo. Quizá solo España ha llegado a tener unas sensaciones similares a Alemania.
🫡 Los partidos no acaban hasta el pitido final.
— Relevo (@relevo) June 23, 2024
Esta noche es claro ejemplo de ello. pic.twitter.com/kUMqTohV0Y
Sin embargo, Alemania ha despertado las dudas que le hicieron sucumbir en Catar. Suiza desnudó algunas de sus carencias. Los centrales, Rüdiger y Tah, estuvieron poco arropados. Sobre todo en transiciones. Y en ataque, el equipo esta vez sí que echó de menos algo más de profundidad, paliada con la alternativa que es Füllkgrug. Alemania tiene motivos para creer. También para temer.
El nivel de Neuer y la ambición de Rüdiger
Todo parecía indicar que tras aquel imprudente accidente esquiando, la carrera de Neuer se había estampado con su final. Hubo tramos en que Ter Stegen llegó a consolidarse como titular, pero Nagelsmann eligió al del Bayern para esta Euro. Dos goles encajados en tres partidos como balance. Tiene 38 años, ya no lleva el brazalete y el último torneo de Alemania sin él fue la Eurocopa de Austria y Suiza. Además, ya se ha convertido en el portero con más partidos disputados en la Euro, con 18, por delante de Buffon. La sensación es que ha perdido algo de aura.
Sin Schlotterbeck ni Raum, Nagelsmann ha borrado la defensa de Flick en Catar para apostar por Mittelstädt y Tah. La derecha es para Kimmich, el primero de los tres mediocentros del equipo. Rüdiger, que ha firmado un año al nivel de los mejores centrales del continente, mantiene con la selección el aura que le empuja a ser atrevido con balón. Y hasta a disparar desde muy lejos en unos golpeos que desde hace años son marca de la casa. Tras un gran curso y con el marcaje a Haaland como trampolín, Antonio llega a punto a la fase final. La sensación es que si Alemania cae, será por un mal colectivo.
El último baile de Kroos
Nagelsmann, sin querer hacer esquemas demasiado barrocos, le ha entregado las llaves del equipo a Kroos. Como hizo en el Real Madrid durante años, él marca con su posicionamiento el camino de la salida de balón. Tiende a lateralizar para ubicarse como tercer central por la izquierda. Y marca los ritmos. Rompe el juego horizontal, el lado a lado, con pases filtrados a la mediapunta para que Alemania dispare su fútbol, para que accelere. Filtró 47 pases contra Hungría y 30 contra Escocia, las dos mejores marcas del torneo. Es el termómetro del juego de Alemania. Suiza le presionó agresivamente para bloquear el fútbol teutón. Y no le salió mal. Nagelsmann no tuvo una respuesta directa, sino que invitó a sus hombres a elevar el ritmo del encuentro.
La triple mediapunta
Nagelsmann se ha olvidado de los extremos para juntar al talento, a los mediapuntas. A Gündogan, que parte por el centro, se la han unido en los flancos al dúo que en Alemania ya conocen como "Wusiala". Alemania se ha encontrado en fase de grupos que defienden con línea de cinco y han sido sus mediapuntas quienes han desencallado los partidos. Gündogan con sus movimientos de ruptura y la facilidad para llegar al área, Wirtz con goles y su último pase y Musiala con sus conducciones repletas de croquetas que hacen imposible robarle el balón. Nagelsmann ha juntado todo su talento por dentro y solo Suiza supo cómo frenarlo.
La segunda unidad
No ha tenido motivos el seleccionador para cambiar su once. Ha preferido reforzar una idea que dar minutos a los que han participado menos. Con unos titulares claros, hay dos futbolistas que encabezan la segunda unidad: Leroy Sané y Füllkrug. El primero, reveló el propio entrenador, no ha llegado en plenitud de condiciones a final de temporada. Y aunque "es una pieza importante", está a cierta distancia de los tres mediapuntas. Se le ha visto algo egoísta y poco acertado.
🇩🇪 Un gol que cambia todo.
— RTVE (@rtve) June 23, 2024
Alemania marca en el descuento y queda primera del grupo A. Sería el posible rival de España en cuartos de final en caso de que ambas avancen ronda.#Euro2024 #EuroRTVE pic.twitter.com/FlGKL27hAq
La otra cara de la moneda es Füllkrug. A Alemania le ha faltado algo de profundidad con dos mediapuntas queriendo recibir al pie y un Havertz que tiende a escapar del área. La alternativa es el delantero del Dortmund. Un perfil distinto, rematador y de área, al que le cuesta poquito para marcar. Lo demostró ante Escocia, también para certificar la primera plaza contra Suiza.