El vestuario cierra filas con De la Fuente: "La primera parte es de 0-2, están siendo muy injustos"
Los jugadores hacen autocrítica sin caer en calificativos como debacle o crisis.

"¿Para ti han sido mejores? No coincido contigo, es un partido difícil, lo plantean de una manera complicada. Pero hicimos las cosas bien, creamos ocasiones suficientes para marcar. Desde luego que tenemos cosas que mejorar, no decimos que no, pero es un camino largo y no creo que esto haya sido un desastre. Tenemos que aprender". Las palabras son de Mikel Merino, después de que un periodista le dijera en zona mixta que Escocia había sido claramente mejor que España en la derrota de la Selección en Hampden Park.
El mediocentro de la Real Sociedad reflejó el sentir general del vestuario. "Están siendo muy injustos", era una de las frases más repetidas internamente en el trayecto hasta el aeropuerto, cuando comenzaban a leer en sus dispositivos móviles los comentarios en redes sociales y en los medios de comunicación. Los jugadores, aunque salieron muy disgustados de Hampden Park, se sorprendieron al ver el clima de catástrofe que se instaló en España tras la derrota.
Son varios los motivos que esgrimen los futbolistas para no catalogar lo de Glasgow como una debacle. El principal, la forma en la que llegó el primer gol. Analizado el primer acto, el tanto rival llega por un resbalón inoportuno de Pedro Porro, mientras que España roza el gol en cuatro acciones muy claras: los dos cabezazos de Joselu (uno de ellos al larguero), el de Rodrigo y el pase filtrado de Ceballos a Oyarzabal que el zurdo de la Real no controla por centímetros. "Es una primera parte de 0-2", dicen los jugadores internamente.
Donde sí llega la autocrítica es en la segunda mitad, muy condicionada nuevamente por un error individual, en este caso de Carvajal, y por varias acciones de ataque claras que no supieron materializar y que podrían haber cambiado el tramo final del encuentro. Es en esos 25 minutos finales donde el vestuario considera que existen muchas cosas que mejorar, porque faltó tranquilidad para elaborar más las jugadas.
Optimismo para el futuro
La conclusión que sacan los jugadores después de esta semana y media de convivencia es que hace falta tiempo. Luis de la Fuente ha llegado a La Roja con una idea muy distinta a la que tenía Luis Enrique y ni siquiera ha tenido amistosos para hacer pruebas. Está obligado a hacerlas en partidos trascendentales, con poco margen de error y sin apenas días para prepararlos. Por eso, los futbolistas se marchan con deberes en la mochila para mejorar la versión ofrecida en estos partidos pero también con la convicción de que en junio, en la Nations League, serán competitivos para aspirar a todo.