Watkins eleva a Inglaterra en el descuento y España se enfrentará a Bellingham en la final

Varias toneladas de críticas, muchos kilos de mal juego, jugadores fuera de posición, un clima en contra... y una final de Eurocopa. La segunda consecutiva para la Inglaterra de Gareth Southgate, que se impuso ante Países Bajos con remontada y gol en los últimos minutos, el sello de esta selección anómala, con Bellingham como estrella y Watkins de héroe inesperado, el autor del tanto de un partido que recordará para toda la vida.

La primera parte fue vibrante. Lo contrario a lo esperado. Inglaterra salió como si todo funcionase, como si Southgate hubiera dado con la tecla, mientras Holanda enseñaba el colmillo a las primeras de cambio. Tanto, que Xavi Simons sorprendió al equipo británico con un trallazo espléndido, imparable para Pickford, y adelantó a los suyos en el minuto 7 de juego.

Inglaterra volvió a sorprender. Lejos de apenarse, subieron una marcha más. Un fútbol rápido, con sus jugadores con más don: Bellingham, Foden y Bukayo Saka movían a los suyos, con el tintineo de Harry Kane merodeando por el área. También sumaron los carrileros, con alta presencia de Trippier y Walker.

Así, llegaban las ocasiones y un dominio esperanzador para los ingleses. En el minuto 18, el premio. Kane cazó un balón en zona de peligro y chutó alto, pero tras una plancha de Dumfries que significó penalti para el cuadro visitante en Dortmund. El VAR chequeó la acción y decretó la pena máxima. El delantero del Bayern no falló y clavó el empate, con un disparo cruzado perfecto.

Después, más ocasiones. El ritmo no cesaba entre Inglaterra y Países Bajos. Dumfries respondió con un remate de cabeza al larguero y Foden despidió el primer tiempo con un zurdazo al poste. El crack del Manchester City sí estuvo notable en las semifinales, y su equipo lo notó.

En la segunda parte todo fue distinto. Holanda e Inglaterra se fueron apagando con el paso de los minutos, con más temor que ofrecimiento, con el pánico a no pasar a la final teniéndola tan cerca. La selección de Koeman llevó la iniciativa pero tímidamente. La prueba fue que Gakpo ni chutó.

El estallido llegó al final. En el minuto de Bellingham, justo en el inicio del añadido, cuando nadie lo esperaba ya. En el 91. Un disparo seco, como si supiera todo el daño que estaba haciendo, Watkins remató el sueño de Países Bajos y plantó a su selección, a Inglaterra, directa en la final. Justo al final, con el sello de Gareth Southgate, desafiarán a España en Berlín por el trono europeo.