La Rojita alarga el estado de alegría en la Selección

Bucarest (Rumanía). España ganó y convenció en su estreno en el Europeo Sub-21, un debut incómodo ante Rumanía (anfitriona) que solventaron los de Santi Denia con oficio y ratos de buen juego. Los tres puntos dejan a La Rojita, líder, con buena parte de los deberes hechos y con la posibilidad de sentenciar el pase a cuartos el próximo sábado ante Croacia. Baena, Miranda y Sergio Gómez fueron los goleadores en un buen partido colectivo en el que brilló con luz propia Rodri.

Santi Denia puso sobre el césped lo esperado en ataque, lo que lleva ensayando los últimos días: Gabri Veiga en el banquillo y Sancet y Baena como acompañantes de Antonio Blanco en el medio. Donde sí sorprendió a todos, incluidos sus futbolistas, fue en la pareja de centrales: Paredes y Pacheco. Guillamón, que hace ocho meses estaba en un Mundial con la Absoluta, comenzó el Europeo con la Sub-21 en el banquillo. El fútbol...

España comenzó el Europeo fría: la caldera que anunciaron los rumanos no llegó ni a microondas y el partido se televisó en La2, universo de documentales para la siesta. Eso fue la primera media hora, un tostón. Poco a poco los de Denia entraron en calor y merecieron irse al descanso por delante.

En el 43', Abel Ruiz falló una ocasión que desde ya debe tomarse con humor él mismo. Es la mejor manera de pasar página en una acción donde si intentas tirarla fuera mil veces, haces gol en 999 ocasiones. Incomprensiblemente, el capitán de La Rojita erró un disparo a puerta vacía a escasos dos metros de la línea de gol. Exceso de confianza.

En el segundo acto, Santi Denia detectó el agujero rumano en la banda derecha, metió a Víctor Gómez por Arnau Martínez y atacó la debilidad del rival. Pronto dio frutos: en el 56', Baena abrió el marcador tras un gran centro de Víctor Gómez. Ese tanto descorchó el champán, ya que Rumanía bajó los brazos y sólo seis minutos más tarde Miranda hizo el segundo después de una buena asociación entre Abel Ruiz y Sergio Gómez. Después de tantas batallas juntos por el mundo, los tres se encuentran de memoria.

Los minutos finales mantuvieron la línea del resto del partido, con una España muy superior que abrochó el encuentro con un tanto de Sergio Gómez, después de un lanzamiento de falta que golpeó en la barrera. Habrá momentos duros en el torneo, es mejor guardarla para más adelante. De momento, la trampa del estreno está superada y en la caldera rumana no quedan ni las brasas.