ARIS LIMASSOL -BETIS

Ángel López: "Al Aris de Limassol no le importa que le dominen. Si tienen espacios, son letales"

Analizamos al rival del Betis con Ángel López, actual técnico del Ethnikos Achnas y repasamos su trayectoria hasta llegar a la élite.

Ángel López, dando instrucciones a sus jugadores./RL
Ángel López, dando instrucciones a sus jugadores. RL
Alonso Rivero

Alonso Rivero

La vida de Ángel López (Madrid, 5 de abril de 1983) gira en torno al fútbol. Desde muy joven se dio cuenta que vivir de su gran pasión le obligaba a cambiar el terreno de juego por los banquillos. Sabía que no lo tendría fácil. Sin padrinos, sin ser exjugador, debía estar más preparado que el resto para que las puertas de los clubes se fueran abriendo. Estudió, se preparó y fue aprovechando cada una de las experiencias que le iba ofreciendo la vida para empaparse de conocimiento. Tras muchos años de asistente y segundo técnico de varios entrenadores, Huelva y el Decano, le permitían asumir esa gran responsabilidad que llevaba años esperando, dirigir a un equipo junto a su equipo de trabajo.

Seis experiencias en cinco países diferentes han ido forjando su lado más personal. Cada éxito cuesta ser reconocido y cada mala experiencia se castiga con más severidad. Tras pasar por Guinea Ecuatorial, Ecuador, Uzbekistán y Grecia, ahora ha asumido el reto de asentar en la élite al Ethnikos Achnas, en una liga, la chipriota, que va creciendo cada año. Junto a él analizamos el rival del Betis, el Aris de Limassol, al que se enfrentó el pasado fin de semana.

¿Qué le lleva a Chipre?

Las buenas temporadas que tuve la oportunidad de hacer en Grecia. Chipre y Grecia son países hermanos, digamos que es donde tengo más nombre como entrenador, me dio la oportunidad de venir a un club recién ascendido, humilde dentro de lo que es el país, donde estamos intentando sacar el proyecto adelante y de momento estamos cumpliendo objetivos.

¿Qué se ha encontrado allí? Salarios, estructura de la Liga…

La Liga está creciendo mucho y ya casi va a la par con la liga griega. Son 14 equipos de los cuales 8 son muy fuertes. Cuando hablo de muy fuertes es de presupuestos importantes, con mucho inversor ruso, y con un capital extrajero muy potente. Equipos como Aris Limassol o Pafos están compitiendo por encima de Amonia y Apoel, que son los equipos de Nicosia que tienen gran historia. Esos 8 equipos son muy fuertes, con AEK Larnaca, que entrena José Luis Oltra, con AEL Limassol, que es de gran tradición, y Anorthosis, que también tiene técnico español, David Gallego. Esos 8 equipos son realmente fuertes y luego estamos otros 6 equipos para evitar las 3 plazas de descenso. La liga está dividida completamente en dos y en la cual me he encontrado un nivel alto. Un nivel que se puede asimilar en los equipos de arriba con una Segunda División española y, por lo tanto, un país en crecimiento, con mucho inversor extranjero que hace que a nivel económico haya crecido mucho la liga en los últimos años.

Desgranamos cómo es el Aris Limassol, rival del Betis. ¿También está apoyado por inversión extranjera?

Fíjate, a mí en el Volos, en el año 2020, cuando hago una gran temporada allí, es el primer equipo que me llama. Yo veo que es un equipo de Chipre, que está en Segunda División. En aquel momento tenía otras opciones, como así pasó, para ir a equipos más potentes y de primera en Grecia. Pero ya me hablaron del proyecto que había en aquel momento. Yo no lo ví. Tenía que cambiar de país, estar en segunda, en aquel momento creo que fue una decisión correcta, pero ahí ya estaba iniciándose su proyecto. Tanto Aris como Pafos son de dueños rusos y ambos tienen un proyecto muy ambicioso por ganar la liga y meterlos en Champions. A nivel económico son multimillonarios, no tienen fin. Invierten lo que ellos consideran que tienen que invertir, comprobando que la cosa funciona como tiene que funcionar para seguir invirtiendo.

¿Tienen mucho ambiente sus partidos?

Ellos juegan en el Alphamega Stadium, un estadio nuevo que hicieron la temporada pasada, y la verdad es que se nota que a nivel de medios, recursos y de facilidades, tienen de todo. ¿Qué pasa? Puesto que tanto Aris de Limassol como Pafos son equipos de reciente creación y no gozan de una gran masa social como si tiene Apoel, Omonia o el Anorthosis, que tienen el campo lleno prácticamente cada partido. Aquí se vive el fútbol con gran pasión y, sin embargo, el Aris cuando juega en casa, el estadio suele estar prácticamente vacío porque es un equipo que no ha arraigado en la gente.

A nivel deportivo, ¿cómo es el Aris de Limassol?

Es un equipo que juega claramente al contraataque. Es un conjunto al que no le importa que le dominen, que parece por momentos pasivo en el terreno de juego pero que cuando encuentra el momento te mata. Se siente cómodo si lo dominas. Arriba tiene jugadores que son velocistas, extremadamente rápidos y muy peligrosos. El equipo se vuelve en un 4-2-4 porque no defienden mucho. Nosotros siendo un club humilde, recién ascendido y sin tener sus recursos tuvimos un 53% de posesión cuando no somos un equipo de ese estilo, que solemos ganar la posesión al equipo contrario. Es un equipo que la rechaza y que espera sus momentos para correr al espacio. Si tienen espacio para correr, son imparables.

No ha sido el mejor comienzo de temporada para el Betis. ¿Tienen argumentos para complicarle la vida al Betis?

Seguro que sí. Ellos están muy focalizados en la competición europea. Todos los equipos del grupo tienen 3 puntos, ellos vienen de ganarle en su estadio al Rangers, lo que le ha dado un gran ánimo. Son conscientes de que en su casa lo pueden hacer y se sienten más fuertes e intentarán competir porque tienen muchas opciones en un grupo tan igualado. Tienen un buen ramillete de jugadores para lo que son lógicamente. No se puede comparar con el nivel de la LaLiga española, pero llevan un buen recorrido en Europa durante toda esta temporada y el jugar las previas de la Champions y ahora la fase de grupos, hace que estén muy rodados.

Una carrera desde abajo.

Me incorporé en el año 2008 al primer equipo del Getafe con Víctor Muñoz y ya me mantengo durante muchas temporadas allí. De todos los entrenadores con los que estuve he aprendido una barbaridad. Ten en cuenta que yo por aquel entonces tenía 24-25 años. El fútbol a mí no me dio para más y entonces decidí desde muy joven ser entrenador. Me formé, me preparé, hice la licenciatura en educación física en la universidad politécnica de Madrid, me saqué los títulos necesarios y desde los 20 años empecé a entrenar equipos.

Dígame una cualidad de algunos de ellos. ¿Qué me diría de Víctor Muñoz?

Era un trabajador incansable. Licenciado también en educación física y un entrenador muy formado. A mí me influyó muchísimo porque fue la primera vez que yo hice como segundo una temporada completa desde la pretemporada. Fue un año muy difícil. A Víctor lo acaban cesando a finales de abril en la jornada treinta y tantos pero fue el año en el que más aprendí. Tenía mucho carácter y las ideas muy claras, que no negocia sus valores y eso es muy difícil encontrarlo muchas veces.

¿Y de Michel?

Estuvimos casi tres años trabajando juntos. Michel debutaba en Primera División con el Getafe. Me acuerdo que él debutó ante el Mallorca. Era un estilo totalmente diferente al de Víctor y a mí eso me hizo crecer como entrenador. Planteaba los entrenamientos de manera diferente y era un liderazgo muy distinto al de Víctor, pero eso me enriqueció mucho.

Cosmin Contra…

Me fuí con él a Rumanía después de una breve experiencia con Luis García. Aquel año fue extraordinario. El equipo acabó segundo tras el Steaua de Bucarest, haciendo una muy buena copa. Esa gran temporada nos valió para volver a Getafe. Si tengo que destacar algo de Contra es como llega al jugador. El por aquel entonces se sentía todavía mucho más jugador que entrenador y eso el futbolista lo agradece. Es un tipo carismático con un fuerte carácter ganador. También me fui a la Superliga China con él y tuve la experiencia de participar en la Champions asiática. Estar en tres países diferentes me formó mucho y me preparó para el futuro.

El último: Djukic.

Djukic es un señor de los pies a la cabeza. Un tipo de los que no quedan. Muy elegante, con un trato y un respeto por los jugadores maravilloso. Unas muy buenas ideas a la hora de analizar el juego. Djukic ya había entrenado al Valencia y al Córdoba en primera y me salió esta oportunidad. Tuvimos un año bonito en Dubai.

Es difícil hacerse un hueco como entrenador en la élite sin un nombre previo, ¿no?

El mundo del primer entrenador se ha convertido en uno tremendamente inestable, donde piden resultados inmediatos y a mí es lo que más modifica mi modelo de juego. Yo vengo a Chipre y soy consciente que no estoy preparando al equipo para el largo plazo. Yo sé que las tres o cuatro primeras jornadas te estás jugando el puesto. Y es así. Aquí en la jornada 4 ya había echado a cuatro o cinco entrenadores y estando ahora mismo en la jornada 8, hay dos equipos que ya han cambiado dos veces de entrenador. Esto es en Grecia, Chipre, Rumanía… Yo he trabajado en África, en Ecuador, en China, en todos el denominador común es el mismo. Se respeta poco la figura del entrenador y si además no eres exjugador, ni tienes un bagaje importante a tus espaldas, pues mucho peor. Sin haber sido jugador se multiplica por tres la dificultad pero somos conscientes que tenemos la base y los conocimientos adecuados. Los exjugadores lo tienen más fácil porque tienen otra condición socio-económica y no sufren tanto si los echan.

Seis aventuras como entrenador en cinco países. ¿Qué le ha aportado a nivel personal?

Todas las entrevistas que me hacen hablando de fútbol le doy un 50% de lo que he disfrutado entrenando con otro 50% de lo que he disfrutado en mi vida personal. El fútbol para mí es un estilo de vida y realmente no solamente disfrutar de lo deportivo, sino de la oportunidad de vivir en tantos países y conocer tantas culturas y tantas religiones. He entrenado con traductor, sin traductor, en otro idioma y eso es un afán de superación constante. Uno aprovecha las oportunidades donde se las dan. Soy de Madrid y me encantaría entrenar en Madrid y no tener que estar tan lejos de la familia. Mi familia y mi hijo nunca vienen conmigo. Mi núcleo familiar está en Madrid y de allí no se mueven. Es duro a veces. Esperemos que algún día encuentre un director deportivo valiente en España y me da un oportunidad.