EUROPA LEAGUE | ATHLETIC CLUB - RANGERS

Apoteósica despedida de los aficionados al Athletic... y los jugadores se unen a la fiesta

La salida del conjunto rojiblanco estuvo acompañada de un bengaleo multitudinario y fuertes medidas de seguridad.

La afición del Athletic Club apoya al equipo en la plaza de Moyua. /RELEVO
La afición del Athletic Club apoya al equipo en la plaza de Moyua. RELEVO
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

La afición quería despedir a sus jugadores, y lo consiguieron. Pese a que el dispositivo de seguridad cambió sin aviso, obligando a los jugadores a salir por un lateral del hotel Carlton y tras una barrera de vallas y policías, los miles de athleticzales se hicieron notar. Poblaron la Plaza Moyua, cantando sin descanso desde más de una hora antes de la salida del equipo, obligando a cambiar el protocolo.

Se fue consolidando el rumor de que los jugadores querían tener un gesto y no dejar sin despedidas a todos los desplazados. Y la solución fue salir a los balcones de las habitaciones a saludar y sumarse a la fiesta de los múltiples cánticos.Iñaki Williams fue el primero en asomarse, coincidiendo con en encendido de las primeras bengalas y los lanzamientos de varios petardos.

La situación estaba controlada. No hubo incidentes ni momentos de tensión, en un ambiente únicamente festivo. Mikel Jauregizar, un aficionado convertido en futbolista, también se sumó a la fiesta y animó con gestos desde otro balcón. La plaza ya era una locura de humo, fuego y bufandas mientras resonaba el 'A por ellos', más de dos horas antes de que iniciase el duelo de vuelta de los cuartos de final de la Europa League ante el Glasgow Rangers.

En otras ocasiones, el autobús esperaba en la puerta principal, permitiendo a la afición despedir de cerca y acompañar al autocar en los primeros metros. Algo que preocupaba a los encargados de seguridad y que derivó en este cambio de protocolo que sorprendió a los asistentes. De esta forma, consiguieron que los jugadores saliesen sin problema del hotel de concentración y que el autobús haya podido iniciar su camino escoltado en todo momento por las furgones de la Ertzaintza. Se encontraron, eso sí, con más grupos de aficionados cargados de bengalas en la ruta de camino al San Mamés, aunque no resultaron un impedimento para que el trayecto se solventara sin incidentes.

Sin incidentes con los visitantes

Mientras sucedía esto, la afición visitante era escoltada a pie hasta San Mamés. Había temor, pero no hubo que lamentar incidentes como en otras ocasiones. La marea azul se organizó con puntualidad. A eso de las seis de la tarde, comenzaron a congregarse en la calle Iparraguirre, cerca del museo Guggenheim, y a las seis y media partieron rumbo al estadio escoltados por seis furgones de la Ertzaintza, así como dispositivos de seguridad del Athletic Club y del Rangers.

El recorrido fue tranquilo, caminando por la ribera de la Ría hasta llegar a la Plaza del Sagrado Corazón, por donde accedieron a San Mamés. Un total de 4.500 aficionados escoceses se dieron cita en Bilbao, de los cuales 2.900 contaban con entrada. Todos ingresaron por la puerta visitante, donde ya se aplicó el nuevo sistema de seguridad que será utilizado en la final de la Europa League. A diferencia de lo ocurrido con la afición de la Roma, esta vez la separación entre hinchadas superó los 300 metros, evitando cualquier tipo de altercado y dejando una imagen ejemplar de civismo y pasión futbolera.