SEVILLA FC 2 - JUVENTUS 1 (3-2)

De blanco y de rojo, nadie la quiere y la pelea más que tú, Sevilla

El equipo sevillista disputará su séptima final de la Europa League tras remontar a la Juventus en Nervión. Suso y Lamela, que entraron desde el banquillo, decisivos.

Lamela celebra el gol de la remontada con Bryan a su lado./Reuters
Lamela celebra el gol de la remontada con Bryan a su lado. Reuters
Samuel Silva

Samuel Silva

De blanco en el césped y de rojo en la grada. Los dos colores de este insaciable hexacampeón. "Nadie la quiere como nosotros", rezaba el mosaico del Gol Norte. Y no, nadie la quiere y la pelea como este Sevilla, que remontó a la Juventus, esa Vecchia Signora que se marchó cabizbaja de Nervión. El territorio del rey se defiende a muerte. Con esas más de 41.000 almas sevillistas que convirtieron el estadio en un manicomio de fútbol. Ni el 0-1 de Vlahovic hizo temblar a los de José Luis Mendilibar, ese entrenador milagro que despertó a la furia a tiempo. Dos de sus cambios, Suso y Lamela le dieron la vuelta al partido. Sí, con prórroga incluida, el Sevilla estará en Budapest. Mourinho, toma nota, que el campeón quiere más.

Fue un vibrante partido de fútbol. Con los futbolistas dejándose en el césped hasta el último gramo de energía. Con la afición levantando a su equipo cuando intuía que más lo necesitaba. Hubo ocasiones, alternativas y hasta polémica, con esa entrada de Cuadrado sobre Óliver Torres que nadie entendió que no revisara el VAR. Pero a este Sevilla no le importó. Las excusas quedan para otras competiciones. En la Europa League es el amo y señor. Hasta acabando en inferioridad con la expulsión de Acuña el Sevilla apenas pasó apuros en la prórroga. Una temporada que comenzó más que torcida acabará con una pica más por Europa. Casi nada. Por Reyes y por Antonio Puerta, por esos símbolos del sevillismo que seguro que botaron desde el cielo con el resto de Nervión.

JOSÉ LUIS MENDILIBAR

💯 Mis 'dieses'

Y si pudiera se puntuaría más alto. En su presentación, hace ni siquiera dos meses, casi nadie se atrevía a preguntarle por la Europa League. El marrón que se le pedía resolver al técnico era el del descenso, una amenaza más que real para un Sevilla nada acostumbrado a eso en el siglo XXI. Pero con naturalidad, sin aspavientos y con discurso llano, como es el propio José Luis Mendilibar, el técnico ha revertido la situación de manera radical para poner al Sevilla de nuevo en una final europea.

El fútbol es más sencillo de lo que parece o al menos así lo transmite el de Zaldibar. Sin inventar cosas extrañas y sacando a relucir las virtudes que sí tenían los futbolistas del Sevilla. Colocando a todos en el sitio más indicado. Y hasta acertando en las elecciones de los cambios, que Suso y Lamela, dos de los que entraron desde el banquillo, anotaron los goles de la remontada.

MONCHI

😎 Me reafirmo

El león de San Fernando es sinónimo de triunfo en Nervión. Por algo el 99,9% de los aficionados le perdonaban esas equivocaciones del verano. Pecata minuta para Monchi, que se ató los machos para reconocer errores y corregir con la temporada en marcha. Badé, Bryan Gil y Ocampos -Pape Gueye no está inscrito en la Europa League- le inyectaron energía a este Sevilla. Luego llegó también el cambio de entrenador y una apuesta decidida por Mendilibar que pocos entendieron. Pero claro, es que pocos tienen esa visión de fútbol de Monchi.

En una temporada en la que ha salido a pedir disculpas en más de una ocasión, Monchi lloró de nuevo de alegría. Con el sevillismo coreando su nombre durante esa celebración sobre el césped. Es el arquitecto de los éxitos y hasta cuando de la chistera salió una liebre en vez de un conejo el resultado final acabó siendo el de siempre. El que pone otra vez engorilado a todo el sevillismo.

SUSO

😬Me ha hecho cambiar de opinión

Decía en la previa que estaba para jugar. Y no mentía el gaditano, un futbolista de los que eleva el nivel en las citas de exigencia. Cuando llegó el minuto 60, Mendilibar lo tuvo claro. Mirada a la banda y llamada a Suso. Había que sacar el fusil de su pierna izquierda al césped ante esa muralla juventina. Y ni el gol de Vlahovic alteró el plan. A la segunda que dispuso, el atacante enganchó un disparo con comba que se la puso imposible a Szczesny. Para batir al polaco tenía que ser con un remate perfecto y el de Suso alcanzó la excelencia.

Pero esa zurda de Suso también asiste. Como en ese centro del penúltimo minuto del partido dirigido a la cabeza de En-Nesyri. Un golpe exquisito, de máxima precisión para que el marroquí luciera su potencia en el salto. Pero ahí sí apareció el meta de la Juventus para alargar el partido. Suso, que en diciembre estuvo en las quinielas para salir, siguió a lo suyo. Reivindicándose sobre el césped.

SZCZESNY Y BONO

🚨 Poco se habla de...

Si el partido se fue a la prórroga fue gracias al portero polaco. Su manoplazo tras el testarazo de En-Nesyri en el último minuto del partido le dio una bola extra a la Juventus. Ya antes el portero internacional había dejado muestras de sus cualidades entre los palos. Como en el cabezazo de Ocampos en el primer acto. La poblada defensa italiana, a la que no le importa colocarse dentro de su área, tenía un guardián extra. A los centímetros de Gatti o Bremer y la experiencia de Danilo se sumaron las paradas de Szczesny, a quien no le quedó más remedio que recoger el balón dos veces de su portería.

En el lado sevillista Bono también demostró que está a la altura de los grandes. Su colocación casi siempre es perfecta, con esos pasos hacia delante para cerrar ángulos y que hacen parecer más sencillo su trabajo. Así se entiende que Gudelj dejase avanzar a Rabiot cerrando únicamente la línea de pase. Sabe que detrás tiene a ese seguro que responde al nombre de Bono y que no se altera jamás. Es el portero de la Europa League, una competición que siente como suya.

EL SEVILLISMO

📀Mi 'bonus track'

La afición respondió como se esperaba. No podía ser de otra manera. Con la indumentaria roja para darle un colorido distinto a Nervión. Ni el excesivo celo policial le quitó ambiente a la previa, con miles de sevillista esperando al autobús del equipo. "Vamos, mi Sevilla, vamos campeón", gritaban los hinchas. Noche de Europa League, la séptima semifinal europea, y el sevillismo lo disfrutó desde horas antes.

La fiesta continuó en el estadio. Con el Gol Norte repleto de camisetas rojas desde 45 minutos antes. Había que animar desde el calentamiento como mensaje. "Nadie la quiere como nosotros", rezaba el mosaico con el que se recibió al equipo con el estadio entonando el himno. Esa frase que acuñó Unai Emery y que han hecho sus sucesores vasco, Julen Lopetegui y José Luis Mendilibar. Y la fiesta fue completa. La Europa League siente en rojiblanco.