MIDTJYLLAND - REAL SOCIEDAD

Un calvario de 27 años que comenzó de una manera trágica: "Si me hubiera enterado antes, te aseguro que no se hubiera jugado"

La Real Sociedad no pasa una eliminatoria europea, que no sea una previa, desde noviembre de 1998, cuando dejó en la cuneta al Dinamo de Moscú.

Gómez, con el brazalete de capitán, protege el balón en presencia de Lardín.  /Diario Vasco
Gómez, con el brazalete de capitán, protege el balón en presencia de Lardín. Diario Vasco
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

La Real Sociedad tiene mañana jueves la posibilidad de dar el primer paso para romper la nefasta racha que viene protagonizando en lo que a eliminatorias europeas se trata. Sin tener en cuenta las previas, el conjunto blanquiazul no gana un duelo de estas características desde 1998 cuando dejó en la cuneta al Dinamo de Moscú. Lo hizo de manera contundente, ganando primero en Rusia (2-3) y unos días más tarde en Anoeta (3-0). El bombo deparó un cruce ante el Atlético de Madrid en los octavos de final de la UEFA. Fue ahí donde comenzó el calvario para la Real Sociedad y lo hizo de la manera más trágica posible, con el asesinato en los aledaños del Vicente Calderón de Aitor Zabaleta aquel maldito 8 de diciembre de 1998.

Tras aquella eliminación, llegaron las cosechadas ante el Olympique de Lyon, en los cuartos de final de la Champions League de la temporada 03/04, una eliminatoria en la que la Real perdió tanto en Donostia como en Lyon por el mismo resultado (1-0); Salzburgo en la campaña 2017/18, con Eusebio como máximo responsable del equipo blanquiazul, y las cuatro que han llegado ya con Imanol Alguacil al mando de la nave txuri urdin (Manchester United, Leipzig, Roma y PSG). El Midtjylland danés aparece ahora como el rival idóneo para tratar de revertir una situación que se extiende demasiado en el tiempo.

Echando la vista atrás, a aquella temporada 98/99, nada hacía presagiar que el buen hacer con el que empezó la andadura blanquiazul por Europa iba a terminar de una manera tan dramática y, mucho menos, que se fuera a extender tanto en el tiempo. La Real Sociedad entrenada por Bernd Krauss, que venía de haber protagonizado una temporada para enmarcar, arrasó en sus dos primeros compromisos europeos frente al Spartak de Pragda y el anteriormente mencionado, Dínamo de Moscú. "La Real hacía mucho que no entraba en Europa y era todo nuevo en ese momento. El arranque en Europa fue maravilloso y eso nos fue dando mucho aire y mucha confianza para dar los pasos siguientes", sostiene Juan Gómez, uno de los integrantes de aquel plantel que también contaba con un Darko Kovacevic que en esos cuatro primeros partidos marcó nada más y nada menos que siete goles.

Pero todo se torció ese inolvidable 8 de diciembre de 1998. La Real llegaba al Calderón con un resultado a favor de 2-1 gracias a los goles, como no, de Darko y otro de Roberto en propia puerta. Sin embargo, en la vuelta, el conjunto blanquiazul no solo quedó apeada de la UEFA sino que, lo más importante, se quedó huérfana de por vida. "Deportivamente hablando, la eliminatoria se nos fue en un abrir y cerrar de ojos. Nos marcaron dos goles de manera seguida en el alargue. Pero si hubiéramos ganado, ese resultado deportivo hubiera quedado muy pequeño después de todo lo que sucedió después", sostiene el argentino.

"Deportivamente hablando, la eliminatoria se nos fue en un abrir y cerrar de ojos. Nos marcaron dos goles en el alargue. Pero si hubiéramos ganado, ese resultado hubiera quedado muy pequeño después de todo lo que sucedió después"

Juan Gómez

Echa la vista atrás en el tiempo y recuerda comenzar a jugar ese partido en un "ambiente muy denso porque no sabíamos que había pasado, pero sí imaginábamos que había pasado algo". Personalmente hablando asegura que "no me afectaba nada porque estaba acostumbrado a lo que pasaba en Argentina, donde muchas veces se presiona demasiado. Sufrimos a los barras bravas que se te metían en el vestuario con cuchillos y demás, presionándote, pero nosotros no nos imaginábamos lo que sucedió", deja claro el ex de la Real Sociedad, al que le tocó ejercer de capitán por la ausencia de Loren. "Nos dieron la noticia cuando termina el partido. Si hubiese sido antes, te aseguro que no hubiésemos seguido. Seguramente no hubiésemos saltado", significa. "Una vez que nos terminamos enterando, fue un shock para todos. Te vuelvo a repetir, yo, viniendo de Argentina, son situaciones que no me sorprendían, pero sí el golpe que supuso para toda la comunidad de la Real Sociedad y, obviamente, no fui ajeno en ningún momento a la situación porque, hasta el día de hoy, siempre que lo recuerdo, me da sensación de mucha tristeza", apostilla Juan Gómez.

"Ese partido lo tengo como uno de los mejores partidos de mi carrera. Y con las cosas del fútbol y de la vida, resultó ser el más triste. El mejor y el más triste. De hecho, cuando termina el partido vino Arrigo Sacchi a saludarme y a felicitarme por el partido que había hecho. Obviamente, todavía no estábamos enterados de lo que había pasado, pero para mí fue un acto de generosidad de Sacchi conmigo. Fue una caricia del alma, si se quiere", se sincera el argentino.

«Creíamos que podíamos pasar, pero nos tocó un superequipo»

Seis años más tarde llegó la eliminación a manos de un Olympique de Lyon en el que estaban, entre otros, futbolistas de la talla de Juninho Pernambucano, Mahamadou Diarra, Edmilson, Essien o Luyindula. La eliminatoria frente al equipo francés comenzó a ponerse muy cuesta arriba en Anoeta con ese 0-1, gol en propia puerta de Gaby Schürrer. Pese a todo, "hicimos un gran partido", recuerda el argentino. "Habíamos hecho una fase de grupos muy buena, con rivales muy difíciles, pero la Real tenía muy buen equipo, estábamos muy preparados. Creíamos que íbamos a seguir pasando fases, porque nos sentíamos muy fuertes futbolísticamente", asegura el que fuera central de la Real Sociedad.

"Nos tocó el Olympique de Lyon, un superequipo. Hicimos un gran partido en Anoeta. Terminamos perdiendo 0-1. Tengo la mala fortuna de tirarme al suelo para desviar un balón a córner, meto la punta del pie y se produce un autogol", lamenta Schurrer, para quien "en la vuelta también tuvimos nuestras ocasiones", siendo consciente de que el equipo francés "tenía delanteros muy desequilibrantes", algo que hizo que la eliminatoria cayera del lado galo. "Nos sentíamos muy fuertes competitivamente. El equipo estaba muy bien y pensábamos que podíamos pasar, pero nos chocamos contra la realidad de otro muy buen equipo, que jugaba muy bien, que tenía grandes figuras y esas grandes figuras terminaron en otros equipos europeos mucho más fuertes también", desvela el ex de la Real refiriéndose entre otros a Essien, que lo fichó el Chelsea, o Diarra, que acabó en el Real Madrid.

Bittor Alkiza trata de encimar a Juninho Pernambucano, en la eliminatoria entre la Real y el Lyon.  DV
Bittor Alkiza trata de encimar a Juninho Pernambucano, en la eliminatoria entre la Real y el Lyon. DV

Confía, pese al maleficio que persigue a la Real Sociedad en este tipo de eliminatorias, en que el equipo de Alguacil pueda sacar adelante el duelo frente al Midtjylland porque, en su opinión, "las estadísticas están para romperse y esta Real las puede romper. Ha tenido grandes partidos a lo largo de la temporada, viene con el mismo entrenador y es el momento para romper esa estadística", deja claro.

"Nos sentíamos muy fuertes competitivamente. El equipo estaba muy bien y pensábamos que podíamos pasar, pero nos chocamos contra la realidad de otro muy buen equipo, que jugaba muy bien"

Gaby Schürrer

Más recientes que las eliminatorias frente al Atlético de Madrid u Olympique de Lyon fueron, por ejemplo, las que jugó la Real Sociedad frente al Manchester United y Leipzig. La primera estuvo muy condicionada por el Covid, ya que el partido de ida, con la Real jugando como local, se jugó en el campo de la Juventus de Turín y con el Manchester United como rival. "Nos pasó por encima", recuerda Joseba Zaldua, consciente, eso sí, de que "tuvimos muy mala suerte", lamenta. "Jugando como local que te toque hacerlo en el estadio de la Juve, en un estadio que no es el tuyo, en el que no tienes a tu gente arropando… todo eso marcó la diferencia en la eliminatoria", explica el ahora futbolista del Cádiz que, en lo personal, tampoco guardará un grato recuerdo porque se rompió el isquio. "Tenía ganas cuando tocó el Manchester United de jugar en OLD Trafford y ni eso pudo hacer", se resigna.

Zaldua también estuvo presente en la eliminatoria del año siguiente, con el Leipzig como rival. "Teníamos la ilusión, pero éramos conscientes de que era un reto complicado", asume. Las expectativas aumentaron tras el empate a dos en tierras alemanas, un partido, todo hay que decirlo, que terminó en tablas por una decisión del colegiado que el donostiarra no entiende. "El 2-2 lo consiguieron con un penalti que me pitan a mí que es un chiste. Veníamos con mucha ilusión, pero nos superaron en Anoeta", lamenta sobre un partido que terminó con una contundente derrota por 1-3, con un viejo conocido por estos lares como ejecutor: André Silva. "Después del 2-2, la vuelta la afrontamos con ilusión y expectativas, pero fue una pena. Es lo que suele pasar cuando te enfrentas a equipos de esa categoría y no teníamos la experiencia de ahora", analiza.

"Son experiencias que te quedan para la vida y que le sirvieron al equipo para madurar y para crecer. Hoy en día la Real Sociedad es superior a los daneses, pero lo tendrá que demostrar en el campo"

Joseba Zaldua

Esto último es lo que le hace ser optimista de cara a la eliminatoria frente al conjunto danés. "Esos partidos sirven para el futuro, para coger experiencia. Por mucho que estés a buen nivel y que el equipo compita, cuando no estás acostumbrado a competir en esas eliminatorias y más ante equipos como esos, lo acabas pagando. Son experiencias que te quedan para la vida y que le sirvieron al equipo para madurar y para crecer", puntualiza un Zaldua que cree que "hoy en día la Real es superior, aunque es verdad que esto es futbol y hay que demostrarlo en el campo", estima.