El Sevilla sufre un 'Gattillazo' en el minuto 97

No es un mal botín para el Sevilla el empate en el Juventus Stadium. Seguramente todos lo hubieran firmado antes de comenzar el partido pero una vez visto el global del encuentro, existe una pequeña decepción por dejar escapar la victoria en el alargue del descuento. Porque ya se había cumplido los 6 minutos decretados por el alemán Daniel Sieber cuando un saque de esquina propició el gol de Gatti. Sólo había que ver la celebración juventina para percibir cómo habían sufrido durante el choque.

El Sevilla de Mendilibar se presentó a lo campeón. Mantuvo sus credenciales que han propiciado este resurgimiento: presión alta, robo de balón en zonas adelantadas y mucha verticalidad de cara al marco contrario. Lucas Ocampos aparecía en todas las zonas del campo y se convertía en el motor sevillista. En-Nesyri mantiene su racha, Rakitic comandó el centro del campo, Badé volvió a ser contundente atrás y hasta Bono apareció cuando sus compañeros lo necesitaron. En definitiva, a pesar del empate en el descuento, este Sevilla ante los suyos, tiene motivos de peso para soñar con estar en Budapest.

Lucas Ocampos es el motor de este Sevilla. Su regreso le proporcionó alma y pundonor a un equipo que parecía indolente por momentos. El argentino volvió a demostrar que ha recuperado su mejor versión, teniendo 3 ocasiones de gol y dándole una asistencia a Youssef En-Nesyri. A pesar de no entrenar en la previa del partido ante la Juventus por precaución, quiso estar con sus compañeros y fue el mejor de los sevillistas hasta que se tuvo que retirar lesionado.

Habrá que estar atentos a las pruebas a las que será sometido a su llegada a Sevilla aunque las primeras exploraciones de los servicios médicos revelan una sobrecarga en el aductor. Se antoja fundamental su presencia en los partidos importantes que tendrán los andaluces en este intenso final de temporada. Sin duda alguna se le ve feliz, su pequeño periodo en Amsterdam le hizo recordar donde se siente a gusto y su vuelta, el clavo ardiendo al que agarrarse para permanecer muchos años en una ciudad donde su familia se siente tremendamente feliz.

El Sevilla en su conjunto y José Luis Mendilibar en su planteamiento. Los sevillistas fueron valientes desde el inicio. A veces incluso demasiado, ejerciendo una presión muy arriba que permitía a los italianos tener espacios en el centro del campo para robar y salir a la contra en contadas ocasiones. No se había cumplido el cuarto de hora y Ocampos tuvo un remate de cabeza franco de cabeza a centro de Rakitic. Avisó Mendi en la rueda de prensa previa, que a pesar de los nombres que habría enfrente el se centraba en sus futbolistas.

No se propuso sólo cortocircuitar a un rival que venía en una muy buena dinámica y que tiene un gran potencial ofensivo sino que le jugó al intercambio de golpes. Los sevillistas se parecieron más al de los primeros encuentros tras la llegada del vasco, con poderío físico para incomodar al rival en la salida del balón y con calidad para generar ocasiones rápidas siendo vertical.

Para todos aquellos que dudamos de Youssef En-Nesyri tras un mal inicio de temporada fruto entre otras cosas de las lesiones. El marroquí llevaba en su cuenta particular 2 goles en 15 partidos hasta el Mundial. Allí cogió físico y confianza, regresando a Sevilla para ofrecer su mejor versión. 16 goles en 29 partidos desde entonces, avalan a un delantero que aporta mucho más que eso. Su generosidad física le proporciona a Mendilibar esa oportunidad de incomodar al rival con una presión alta que permite a su equipo robar balones en una zona del campo cercana a la portería contraria.

Las ayudas defensivas a los interiores son constantes, y su velocidad el desahogo necesario y útil ante la presión del rival. Sus tantos suelen abrir los marcadores. Con perspectiva, su tajante decisión de no salir a la Premier este invierno dota al Sevilla de un goleador importante que le da puntos y eliminatorias. Se ha convertido por méritos propios en el gran patrimonio de los andaluces para sanear sus cuentas el próximo verano.

Sobre el futuro de Mendilibar. Se lo está ganando con creces aunque las expectativas iniciales del club era aprovechar su veteranía para iniciar un nuevo proyecto el próximo verano con otro entrenador. Ya avisaba él mismo que en la previa, que los números no eran rebatibles. 6 victorias, 3 empates y 1 derrota, han reflotado a un equipo al que le temblaban las piernas hace tan sólo mes y medio, y coqueteaba peligrosamente con los puestos de descenso. Su llegada ha elevado el nivel de la plantilla y ha permitido que el valor de la misma sea superior.

Habrá que esperar al final de temporada para conocer la decisión del consejo ejecutivo nervionense. No habrá precipitación tras una temporada en la que se ha sufrido mucho tras las malas decisiones tomadas el pasado mercado veraniego. La apuesta sobre la continuidad de Julen Lopetegui aún colea y se quiere elegir al técnico con el máximo consenso posible. Lo que está claro es que el de Zaldívar está cambiando la opinión de muchos consejeros y veremos si también consigue con su trabajo agarrarse al banquillo del Ramón Sánchez-Pizjuán.

El tuit de Suso antes del partido representa la unidad que se va creando en el vestuario. No ha sido fácil tras un curso donde las malas prestaciones del equipo y los malos resultados generaron grupos dentro del mismo. En eso también Mendilibar tiene parte de culpa. El de Zaldívar al margen de buscar orden y simplificar el juego, se ha esmerado en mejorar la vida de sus jugadores y en encontrar permanentes estímulos que ayuden en la convivencia diaria. Ya alabó al gaditano en sala de prensa tras conocer que sus palabras sobre él no le habían sentado bien. "Si quiere jugar más, tiene que correr más. Eso lo sabe él", dijo en una previa. Suso mostró públicamente su descontento para posteriormente comunicar que todo se había aclarado tras una charla en día posterior a aquellas declaraciones. El vestuario está con el entrenador y eso se refleja sobre el césped.

La afición del Sevilla volvió a acompañar a su equipo. 1.500 sevillistas estuvieron presentes en una de las esquinas del Juventus Stadium para teñir de rojo y blanco la grada. Volvieron a hacerse sentir por las calles de Turín y como no en el estadio a pesar de ser minoría. El himno del centenario se mezclaba con el de la Vecchia Signora y su aliento, significó vitamina para sus jugadores en el segundo tiempo. Lógica dcepción tras empatar en el descuento pero cuesta imaginar cómo estará el Ramón Sánchez-Pizjuán el próximo jueves. Sin duda alguna, el Sevilla gana enteros con este resultado y jugándose una nueva final ante los suyos.