EUROPA LEAGUE | MANCHESTER UNITED 2- BARCELONA 1 (4-3)

La Europa League también es una pesadilla para el Barça

El United remontó ante un Barça que dio una buena imagen en el primer tiempo y se deshizo en el segundo.

De Jong y Lewandowski se lamentan tras el gol de Antony./GETTY
De Jong y Lewandowski se lamentan tras el gol de Antony. GETTY
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Comienza a ser hiriente imaginar al Barça con posibilidades en Europa. Maquillando cicatrices, los blaugrana volvieron a caer en Europa League. Hay formas de ver el lado positivo, como que un Barça no tuvo a jugadores estructurales -Pedri, Gavi y Dembélé- y aun así el equipo compitió contra un Manchester United que parece haber vuelto.

Xavi, en rueda de prensa, sobre la eliminación europea.

Durante el primer tiempo, dos grandes versiones de Kessié y Sergi Roberto hicieron caer en el olvido a Pedri y a Gavi. Tras el gol, el Barça se convirtió en un equipo de todo o nada. No hubo bombonas de oxígeno. Fue un funambulista que intentó no caer. El Barça tiene que superar más pruebas que en El juego del calamar para encontrar premio. Su valentía no tuvo recompensa. Tan grande fue la caída de los últimos años que uno puede contentarse con haber dado la cara. Pero nunca será suficiente. El Madrid espera a la vuelta de la esquina. Ya lo dijo Kounde al acabar el partido: "La palabra no es fracaso, es decepción".

TEN HAG LE GANA EL PULSO A XAVI

💯 Mis 'dieses'

Le ganó el pulso a Xavi. En la ida, cuando el Barça situó a Araujo como lateral para que el uruguayo retase a Rashford, Ten Hag fue un paso más allá: colocó al inglés en punta y se inventó al gigantón Weghorst como mediapunta. En la vuelta, con Araujo ya como central y Kounde desplazado a la banda, el entrenador del United volvió a jugar al despiste y ubicó a Rashford como extremo.

El cambio ganador, sin embargo, llegó en el descanso del partido de vuelta. Dejó atrás planteamientos sorpresa y acudió al plan que mejor le ha ido esta temporada: 4-2-3-1 con el equipo en manos de Bruno Fernandes. El game changer fue Antony. Entró con descaro, con ganas de disfrutar y hacer disfrutar a Old Trafford. Rajó y desnudó al Barça desde el regate y en la transición y le tatuó todos sus miedos. Garnacho hizo lo propio con Kounde. Antony fue la primera pieza del dominó perfecto de Ten Hag.

BALDE

😎 Me reafirmo

Sus dos primeras acciones en el partido fueron el prólogo de un choque completísimo, lo más positivo del duelo en Old Trafford. En su primera aparición, como si llevara a sus espaldas diez años de carrera, mandó al suelo a Bruno Fernandes para arrebatarle el balón. En la segunda, utilizó el cuerpo como un central curtido en mil batallas para inventarse un penal sobre el portugués.

A pesar de que Jordi Alba sigue manteniendo un nivel alto, Balde pide a gritos un contrato vitalicio. Martilleó la espalda de Bruno, jugó como extremo con balón, llegó a defender en todas las acciones. Juega con la ilusión del niño que acaba de debutar y la cabeza de un futbolista experimentado que ya lo ha vivido todo. Ten Hag le tuvo que poner nuevas piernas, las de Dalot, para frenarle. Y ni aun así pudo. La respuesta de Antony, la prueba de que siempre hay margen de mejora.

LEWANDOWSKI

🤔 Hay runrún…

Mientras el Barça de Xavi se hacía mayor, Lewandowski le ofreció goles y puntos a cambio. Fue el oxígeno. En pleno mes de febrero y con la necesidad de ganar, el polaco se ha difuminado. Marcó el primer gol, evidenciando que es y quiere liderar el proyecto. El penal fue metafórico: el balón entró llorando, con la caricia de un impotente De Gea que estuvo a punto de atajarlo.

Si bien en los últimos partidos a Lewandowski sólo le faltó culminar su obra -lo facilitó todo en el proceso de construcción-, ante el United se quedó corto como argumento. Lewandowski es un termómetro. No es un futbolista autosuficiente, depende del ingenio y la creatividad de su entorno. Si no le llegan balones, raramente se inventará jugadas messiánicas. No ha sido una catapulta directa hacia el éxito.

LISANDRO MARTÍNEZ

✅ Un tuit que me representa

Lisandro Martínez es un central muy argentino. Como si se hubiera criado bajo la ley de la selva, palia su falta de centímetros con un punto de garra extra que le iguala en cualquier duelo. Dio el salto a la élite de la mano de Ten Hag en el Ajax y lo ha prolongado junto al neerlandés en Old Trafford. Ya lidera la salida de balón del United al lado de Varane.

Bien podría hacer Eric Garcia en mirarse en el espejo de Lisandro. El argentino demuestra que el central bajito en el fútbol moderno no es un impedimento. La lectura de juego siempre pesa más que los kilos de un central clásico que va al choque.

BUSQUETS Y CASEMIRO

🚨 Poco se habla de…

Hace tiempo que convirtieron los partidos en lecciones. Sergio siempre fue un jugador contextual, con la necesidad de ser arropado para brillar. Ajustar un equipo a sus medidas, aunque cada vez sean más, es siempre una carta ganadora. En Old Trafford le dio altura al equipo con una presión alta y le cosió al circuito de balón cuando tuvo la posesión. Le acompañó un gran De Jong. Cuando el equipo se partió, Busquets se quedó sólo. Si el Barça se deshace, Busi desaparece.

Al otro lado estuvo Casemiro. Eterno rival durante tantos años en LaLiga. El brasileño pareció de primeras un fichaje extraño para el United. Desde Inglaterra surgieron voces que invitaban a poner el dinero en un futbolista de posición más relacionada con el gol. Y Casemiro les demostró que estaban equivocados. Este United ya lleva su sello. Juega con el libro bajo el brazo. Con balón se viste de Kroos y sin el esférico es el Casemiro de toda la vida. Al brasileño le sobra cuerda.