Joao Félix usa una pregunta de su horóscopo para romper la fama que tiene por su actitud: "Nunca me verás dejar de trabajar"
Al portugués le preguntaron si era escorpio, lo que le sirvió para sacar pecho de su esfuerzo y olvidar clichés.

Joao Félix vuelve a vivir una especie de pesadilla, mientras el relato que realza su figura cada vez es más próximo al de jugador irrecuperable. El talento portugués compareció junto a Enzo Maresca en la previa del partido de Conference League ante el Panathinaikos, que el club ya ha decidido utilizar como un vehículo para adherir a futbolistas a la causa y dar descanso a los más habituales. Precisamente el mejor escenario para el ex de Atlético de Madrid o Barça, que vive una temporada más una situación lejana a sus expectativas.
Su rueda de prensa fue de lo más peculiar. En especial por una pregunta que podría parecer una pérdida de tiempo, pero que sirvió al atacante para sacar pecho y tratar de romper el discurso que le sitúa como un jugador poco trabajador y con espíritu de equipo cuestionable. Concretamente, le hicieron responder a ¡si era escorpio! El jugador, por supuesto, se quedó perplejo, pero bien supo improvisar y transmitir una declaración de intenciones con su entrenador pendiente.
"Diría que es la primera vez que en una rueda de prensa me preguntan por mi signo del zodiaco", comienza riendo. "Es un poco raro", añade. El jugador reconoce no entender demasiado del horóscopo, más allá de que ha leído que su símbolo escorpio "es un signo competitivo". Sin embargo, no cree que haya relación alguna con los astros y aprovecha esta situación para describir con detalle su carácter y tratar de mostrar al mundo su otra cara: "Creo que es competitivo. Yo lo soy, mi padre lo es y mi hermano también, creo que es algo familiar. Nunca me verás dejar de trabajar para alcanzar mis sueños".
Efectivamente, Joao Félix ha girado la extraña pregunta para lanzar un rotundo mensaje: su actitud está fuera de toda duda y no va a dejar de esmerarse para poder llegar a ser una estrella. Que lo consiga o no es otra cosa, pero es una declaración de intenciones. Añade: "Es solo cuestión de tiempo, conozco el valor que tengo y confío en mí más que en nadie. Un día va a llegar mi momento".
Lo cierto es que de momento se está conformando con un rol residual. Llegó al Chelsea en el final del mercado de verano, tras un tormentoso paso de nuevo por el Atlético de Madrid. Pese a ya haber jugado en Londres, hay una enorme diferencia con el equipo que conoció, así que ha sido como empezar de cero. Y, de momento, le toca un rol menor. El equipo va bien, tiene un once tipo y en él no hay espacio para el portugués.
En las siete jornadas de Premier League que ha podido disputar, solo ha jugado cinco encuentros, todos ellos como suplente. Se estrenó esta campaña en campeonato doméstico con un gol y se ha acabado diluyendo. Al menos, sí jugó de inicio en Copa de la Liga, donde dio una asistencia. También tuvo la oportunidad de salir de inicio frente al Gante en la primera jornada de Conference League, competición en la que, por ejemplo, ni siquiera está inscrito Cole Palmer.
No demasiado acostumbrado a hablar ante los medios, el portugués quiso aclarar las dudas sobre su futuro: "Estaba haciendo la pretemporada con el Atlético y estaba por ver si me quedaba. Me llamó mi agente, me dijo que el Chelsea había hablado con él y que el entrenador me quería. Se hizo en tres días". Clave fue la conversación fructífera que tuvo con Enzo Maresca: "Me gusta su forma de ver el fútbol. Sabía que tendría una competencia dura, pero he venido aquí para trabajar".
Joao Félix vive una de sus últimas oportunidades de brillar en la élite con el Chelsea y, aunque no haya comenzado del todo bien, tiene claro que es cuestión de tiempo. Por eso promete trabajo, el que, bajo su opinión, nunca ha faltado. Cómo una pregunta sobre el horóscopo sirvió al atacante para sacar pecho y tratar de romper un relato cada vez más asentado.