VILLARREAL 3 - PANATHINAIKOS 2

Marcelino no es Salvador pero hace milagros y pide más: "Me cabrea muchísimo encajar, tenemos nivel para más"

El técnico suma tres triunfos en tres partidos pero pide autocrítica a su equipo.

Marcelino en la Cerámica. /Villarreal CF.
Marcelino en la Cerámica. Villarreal CF.
Nacho Sanchis

Nacho Sanchis

Dijo Marcelino el día de su presentación lo siguiente: "Entiendo el cariño y las expectativas, pero no me llamo Salvador ni me apellido Milagros". Era una clara intención para rebajar un ambiente en el que ya se daba por hecho que sí o sí, el asturiano sacaría al Villarreal de la crisis. Dos semanas después de su llegada no se puede decir que el conjunto amarillo haya abandonado al 100% la depresión, pero los resultados hablan por sí mismos: tres partidos, tres victorias, en Europa, en la Copa y en LaLiga.

Marcelino no se llama Salvador, pero sí ha obrado el milagro de levantar de la lona a su equipo en tiempo récord. Está por ver si una vez levantado, el equipo se estabilizará y caminará con la firmeza que lo hacía con Emery. Pero en apenas una semana de competición, Marcelino, como mínimo, ha levantado a los suyos. Pero quiere más.

"Ganar tres partidos seguidos tras mucho tiempo tiene que reafirmarte en lo que haces. El juego también te reafirma. Pero tenemos que ser autocríticos, el hecho de ganar no nos debe llevar a felicidad absoluta. Tenemos que analizar por qué ganamos y por qué acabamos concediendo más de lo que debemos. Me cabrea muchísimo haber encajado hoy goles", señaló el entrenador.

Quizás esa autocrítica de Marcelino es lo que le hace ser tan buen entrenador. El asturiano dejó claro que "hay que quedarse con lo bueno", pero también que "hay que mirar muy de reojo todo lo que hemos hecho mal": "El segundo gol me cabrea mucho porque es un error evidente. Tenemos que corregirlo sí o sí. No podemos cometerlo. Cuando vas 3-0, el rival se pone 3-2, pudimos meter el cuarto y no lo hicimos y sufrimos", explicó.

Pese a los buenos resultados, Marcelino insiste en la prudencia. Una prudencia difícil de mantener si se tiene en cuenta que el Villarreal no ganaba tres partidos seguidos desde mayo del año pasado: "Es muy pronto para sacar conclusiones, tres partidos en ocho días es demasiado poco tiempo. Estamos satisfechos, muy contentos, con la predisposición de los jugadores también pero somos conscientes de que podemos mejorar y tenemos capacidad para ello. No nos podemos conformar y ser ambiciosos. Tenemos que mantener el ansia por mejorar. Cuando vayan dos tres meses, sabremos si somos capaces de progresar en todo lo que queremos hacer", concluyó.