El último sueño de De Marcos y la conquista de Gelserkinchen para motivar al vestuario del Athletic
Los rojiblancos vuelven a unos cuartos de final por cuarta vez en su historia, con el capitán como único superviviente de la plantilla que alcanzó la final en 2012.

"Y ya puestos a soñar... Es verdad que solo me quedaría un sueño que es difícil, pero os lo dije hace unas semanas: Si creo que hay algún equipo con los que he estado que puede conseguir ese sueño que me queda sois vosotros". El discurso con el que Óscar de Marcos anunció a sus compañeros que colgaría las botas a final de temporada, con un evidente guiño a poder levantar el título de la Europa League en San Mamés, retumba cada vez que se acerca una nueva cita continental. Cómo no hacerlo, si las palabras del capitán, segundo jugador con más partidos en la historia rojiblanca, animan a creer en las posibilidades de un grupo rejuvenecido y que está completando una temporada extraordinaria.
Para conseguirlo solo hay cinco encuentros por delante. El primero de ellos será esta noche (21:00 horas), en el famoso e imponente Ibrox Stadium, ante un rival con mucha historia, pero que a priori no mete tanto miedo como la hacía la renovada Roma de Claudio Ranieri. Unos cuartos de final de la Europa League no son cualquier cosa y, de hecho, el conjunto rojiblanco únicamente ha alcanzado una instancia similar en otras tres ocasiones. En las dos primeras (1977 y 2012) superaron esta ronda y acabaron llegando a la final, el gran sueño de este curso, aunque también es cierto que el último recuerdo, precisamente con Ernesto Valverde en el banquillo, no fuese tan feliz y acabaron eliminados a penaltis en el Sánchez Pizjuán (2016).
Un tropiezo olvidado. Resuenan mucho más los momentos felices en la historia rojiblanca y más si Óscar de Marcos, positivo por naturaleza, está para trasladárselo a sus compañeros de igual forma que les motivó con su sueño. El capitán es ya el único superviviente de la inolvidable plantilla de Marcelo Bielsa, tras el adiós de Iker Muniain y la salida de Ander Herrera en enero. Por eso solo él les podrá contar en primera persona cómo un 29 de marzo de 2012 asaltaron Gelsenkirchen pese a que Raúl González Blanco se empeñó con un doblete -además de otro tanto en San Mamés- en eliminar al cuadro vasco. Una noche perfecta. Una remontada apoteósica con un Fernando Llorente imperial, un tanto del propio lateral de Laguardia y un último de Iker Muniain.
Aquellos recuerdos son los que hacen creer al capitán rojiblanco, que volverá a ser titular y disputará su 74º partido continental defendiendo al equipo bilbaíno. Tiene a tiro a su buen amigo Markel Susaeta (75) para seguir haciendo historia y convertirse en el jugador que más veces ha vestido la rojiblanca por Europa. No es cualquier cosa y, sobre todo, convierte en aún más importante la frase de su discurso: "si hay algún grupo de los que he estado que puede conseguirlo es este". Se sienten capaces de todo después de haber tocado la gloria el curso pasado y haber roto un techo de cristal que parecía inquebrantable durante cuatro décadas.
El vestuario, además, entendió a la perfección el mensaje del lateral alavés. Un discurso medido y en el que quiso hacer creer a los más jóvenes, Nico Williams incluido, de las opciones que tenían en estos últimos meses del curso. El propio Nico lo verbalizó días después al ser preguntado por ello: "Sabemos que somos muy buenos, nos lo creemos y ojalá poder llegar a la final y ganarla también por él (De Marcos)".
Equipo casi de gala
La mejor noticia para Ernesto Valverde es que apenas tiene que lamentar bajas para esta primer encuentro de los cuartos de final. Yuri Berchiche, con molestias musculares en el gemelo, es el único de la plantilla que no ha podido viajar a Glasgow y se reserva para intentar llegar al choque de vuelta. Yeray y Ruiz de Galarreta, dos futbolistas titulares e importantes para el técnico, se han recuperado a tiempo y la decisión será de un Txingurri que volverá a apostar por la rotación en la portería. Julen Agirrezabala es su portero para Europa y con ello irá hasta el final.
Oihan Sancet, tras semanas de mucho ruido, también apunta al once más de mes y medio después de su última exhibición ante el Valladolid, cuando se lesionó. Un futbolista capital, máximo goleador con 14 dianas en la temporada y que cambia la cara al Athletic cuando está en su mejor versión. A eso se aferran los bilbaínos para poder asaltar Ibrox, un estadio donde el Rangers no gana desde hace más de dos meses y acumula la peor racha (5 derrotas consecutivas) de su centenaria historia.
"Creo que son los favoritos, quizá el mejor equipo. Es un gran reto para nosotros. Pero como entrenador y también como jugador, estos son los partidos que quieres jugar. El Athletic tiene un equipo increíble, va a ser difícil para nosotros", reconoció ayer el propio Barry Fegurson, técnico de los escoceses. Lógico que la euforia esté desatada en Bilbao, pero en el vestuario no se fían y saben bien el camino que deben recorrer para cumplir el sueño de Óscar de Marcos y emular a la histórica plantilla de Bielsa.