El Ramón Sánchez-Pizjuán volverá a rugir como en las grandes noches europeas

¿Tienes opción de conseguir una entrada para el Sevilla - Manchester United de Europa League? ¿Conoces a alguien que pueda ayudarme para ir a ver al Sevilla el jueves? Son las preguntas más escuchadas desde que el pasado jueves el Sevilla lograra un mágico empate en Old Trafford. El gol de En-Nesyri fue celebrado como antaño y la ilusión se desbordaba tras una temporada durísima para los sevillistas. Desde el pasado lunes no quedan entradas y habrá un lleno absoluto en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Cifras que no se ven por Nervión desde hace años. Concretamente, en Europa, el último lleno absoluto en las gradas del templo de todos los aficionados del Sevilla se remonta al 3 abril del 2018. El Sevilla de Vicenzo Montella acaba de eliminar precisamente al Manchester en los octavos de final de la Champions League. Su siguiente rival sería el Bayern de Jupp Heynckes, que aterrizaba en la capital de Andalucía con todo su arsenal futbolístico liderado por Robert Lewandowski.

El Sánchez-Pizjuán estaba a rebosar. También en una dura temporada con cambio de entrenador, el Sevilla había despertado en su gente una ilusión lógica después de la machada en tierra británicas. En Copa, el equipo también lograría enganchar a los suyos eliminando al Atlético en cuartos y al Leganés en semifinales, para plantarse otra vez ante el Barcelona en una final que hizo daño por la goleada encajada.

Ya no hubo más opciones. Al año siguiente, el binomio Pablo Machín (entrenador)-Joaquín Caparrós (director deportivo) no consiguió sacar los resultados necesarios, que provocaron que el de Utrera tuviera que pasar de los despachos al banquillo para encarrilar la situación. La temporada 2019-2020, en la conquista de la sexta Europa League, la pandemia paralizó la competición que a su regreso contaría sin público, como se mantuvo al año siguiente. En la temporada 2021-2022, con la reducción de público, tampoco se pudo alcanzar el lleno absoluto en el estadio. Ahora, tras una semana muy importante donde casi se ha alcanzado la permanencia, Mendilibar y los suyos han vuelto a despertar la ilusión en el sevillismo que vive las horas previas con esa mezcla de nervios y miedos, sabedores de que por muy mal que vayan las cosas este año, por muy potente que sea el rival que está enfrente, el Rey, su Rey, está a dos pasos de afrontar una nueva final.