La Real Sociedad se quita, con algún sobresalto, su sambenito europeo y ya está en octavos
Los goles de Brais, Sucic (2), Oyarzabal y Oskarsson ponen al conjunto blanquiazul en la siguiente fase tras un partido loco.

La Real, como señaló Imanol Alguacil en la rueda de prensa previa al duelo, se quitó el sambenito que le perseguía en las eliminatorias europeas. Lo hizo con algún sobresalto, pero, a fin y a cabo, lo logró. El conjunto blanquiazul, 27 años después, logra superar un duelo de estas características para colarse en los octavos de final de la Europa League. Mañana sabrá el rival al que se enfrentará. Tocará viajar a Londres para medirse al Tottenham o a Manchester para enfrentarse a un United en horas bajas. La Real, le pese a quien le pese, sigue inmerso en tres competiciones. Y a eso hay que darle el valor que se merece.
Pese al 5-2 final, costó sacar el billete para octavos. Y es que el choque, como no podía ser de otra manera, no estuvo exento de algún susto que otro. Es cierto que el resultado del partido de ida invitaba al optimismo. Y mucho más tras el 2-0 que reflejaba el marcador del Reale Arena cuando apenas se habían jugado 17 minutos. Pero la falta de experiencia que muchas veces Imanol Alguacil achaca a este equipo salió a relucir. Se mostró más evidente que nunca. Es como que todos los fantasmas del pasado decidieron rendir una visita al coliseo blanquiazul. Fue un espejismo. Menos mal.
Un error, de esos que se denominan como groseros, del capitán del Midtjylland, cuando apenas se habían jugado cinco minutos de partido, hacía presagiar un partido sencillo para la Real Sociedad. Mucho más, tras el gol de Sucic cuando el electrónico del Reale Arena marcaba que solo se habían disputado 17 minutos. La grada se las prometía muy felices ante una noche que se antojaba relajada. Muchos ya daban la eliminatoria por sentenciada. Pero nada más lejos de la realidad. Un inocente penalti de Barrenetxea y un desajuste defensivo, hicieron que los daneses pusieran el empate a dos a falta de poco más de cinco minutos para el final de una incomprensible primera parte.
Las sonrisas y los gritos de ánimo se tornaron en pitos ante la empanada de los realistas, capaces de lo mejor y lo peor en apenas 45 minutos. El enfado de la grada, que iba en aumento por la falta de intensidad y de concentración de algunos de los jugadores, tuvo el efecto deseado. La reacción llegó al filo del descanso, a pesar de que Lossl, el portero visitante, hizo lo posible y lo imposible para evitarlo. El meta danés se erigió en el héroe de su equipo en un minuto de locura con dos manos milagrosas. La primera a disparo de Brais Méndez, que el propio jugador de la Real le felicitó por su acción, y a renglón seguido, a tiro de Barrenetxea, que tampoco se creía la parada que acaba de hacer el cancerbero del Mitdjylland.
Pero a la tercera fue la vencida para el conjunto blanquiazul. Sucic sacó a relucir, una vez más, el cañón que atesora en su pierna izquierda para poner el balón dentro de la portería defendida por un Lossl, que, en esta ocasión, nada pudo hacer. La grada de Anoeta volvía a respirar con tranquilidad después de un cuarto de hora de infarto en el que se temió lo peor.
Lesión de Luka Sucic tras la reanudación
Conocedor de la importancia de seguir en Europa League, Imanol Alguacil decidió no guardarse nada en el armario. El oriotarra apostó de inicio por un once de garantías y de mucha seguridad para un encuentro, visto lo visto, trampa. La Real no quería quedarse a las puertas de los octavos, lo que hubiera sido un fiasco absoluto, y puso toda la carne en el asador, en lo que a nombres se refiere, para enfrentarse al Midtjylland. Alguacil se dejó de probaturas y en la portería echó mano de Remiro en lugar de un Marrero que, todo hay que decirlo, se había ganado el derecho a continuar bajo palos tras su gran actuación en la ida. Para sustituir al sancionado Aramburu, el oriotarra confió en Aritz por delante de un defenestrado Odriozola. Y el hueco del otro ausente por sanción, Zubimendi, lo cubrió Olasagasti. El resto, primeras armas como lo son Zubeldia, Aguerd, Aihen, Brais, Sucic, Barrene, Take y Oyarzabal.
Estaba visto que la noche no podía acabar sin un nuevo sobresalto y éste llegó en forma de lesión nada más arrancar la segunda mitad. Sucic se vio obligado a abandonar el terreno de juego lesionado. Fue el último susto de un partido muy raro que terminó de sentenciar Mikel Oyarzabal desde el punto de penalti. Esta vez sí, el Reale Arena respiró tranquilo. Ya era hora. Y todavía quedaba por llegar una última alegría, también en forma de gol, con la firma deOrri Oskarsson. Pero lo mejor, más allá del gol del islandés, que también, fue ver el asistente, Arsen Zhakaryan, siendo decisivo en una acción para su equipo después de una temporada para olvidar por culpa de una lesión de tobillo que se produjo en pretemporada. Su recuperación podría suponer un pequeño alivio para Imanol Alguacil y para la Real teniendo en cuenta lo que viene por delante. Agárrense que vienen curvas.
Ficha técnica
- Real Sociedad: Remiro; Elustondo, Zubeldia, Aguerd, Aihen Muñoz; Olasagasti (Turrienmtes, min.67 ), Sucic (Marín, mkin. 48), Brais Méndez; Kubo (Becker, min. 67), Barrenetxea (Zhakaryan, min. 82) y Oyarzabal (Oskarsson, min. 82).
- Midtjylland : Lossl; Andersson (Mbabu, min. 46), Diao, Bech (Junior, min. 46), Paulinho (Bak Jensen, min. 59); Dani Silva, Pedro Bravo, Denil Castillo; Osorio (Franculino, min. 75), Simsir (Andreasen, min. 75) y Buksa.
- Goles: 1-0: Brais Méndez (min. 5), 2-0: Sucic (min. 17), 2-1: Buksa, de penalti (min. 23): 2-2: Osorio (min. 38); 3-2: Sucic (min. 45 +1), 4-2: Oyarzabal, de penalti (min. 72)
- Árbitro: Serdar Gözübüyük. Roja directa a Silva (min. 70). Amarillas a Buksa (min. 30). Paulinho (min. 41)
- Incidencias : 27. 728 espectadores en el Reale Arena