La UEFA expedienta al Athletic por los incidentes ante la Roma
El conjunto rojiblanco ha informado de un nuevo expediente sancionador por lo sucedido en los aledaños de San Mamés el pasado jueves.

El Athletic Club vuelve a recibir un tirón de orejas de la UEFA, que ha abierto un expediente sancionador a la entidad bilbaína por los incidentes ocurridos en los adelaños de San Mamés el pasado jueves. Nuevamente los altercados sucedidos ante la Roma, como sucediera el pasado septiembre cuando el conjunto vasco también fue sancionado por el lanzamiento de una bengala, dejan un aviso de sanción del máximo organismo continental. El club tiene ahora un plazo para presentar sus aclaraciones antes de que la UEFA decida si les sanciona finalmente.
"La UEFA ha comunicado la apertura de expediente por los incidentes acaecidos fuera de San Mamés y por la ocupación de vías de evacuación por los aficionados/as de AS Roma el pasado jueves 13 de marzo", inicia el comunicado del Athletic Club en su página web. En este caso, la UEFA señala que se lanzaron bengalas y objetivos en la explanada de San Mamés, como informamos en Relevo el pasado jueves minutos antes del comienzo de octavos de final ante la Roma.
También hubo altercados al término del encuentro, mientras aún seguían los entrenadores en sala de prensa y los futbolistas repasando en zona mixta la remontada. En las afueras de San Mamés, sin embargo, se vivieron momentos de tensión con varias cargas policiales, ya que la zona aledaña estaba abarrotada de aficionados rojiblancos celebrando el triunfo y la Ertzaintza dispersó a los presentes para poder evacuar a los aficionados del conjunto italiano, que seguían en el interior de San Mamés.
"Además, también expone que dentro del estadio y en la zona de los aficionados/as de AS Roma se ocuparon las escaleras de sus sectores", aclara la comunicación de la entidad bilbaína. Cabe recordar que el club fue sancionado económicamente en octubre por lo sucedido en el Olímpico de Roma, cuando varios radicales lanzaron una bengala a los aficionados romanistas desde la zona visitante. Una sanción que también incluía la prohibición de venta de entradas para el siguiente partido como visitante del Club, aunque esta quedaba suspendida por un periodo de prueba de dos años.