El extraño caso del fútbol que va al revés: te juegas un título europeo a la vez que te sobrecargan el calendario
Noruega y Suecia dan comienzo a sus ligas con la anómala situación de tener a dos equipos vivos en Europa.

El fútbol no para nunca. En este caso, no nos referimos a los partidos que cada vez más se disputarán en las playas del país. Aunque es verdad que con el deporte moderno apenas tenemos unas semanas de respiro antes de que lleguen los grandes torneos de pretemporada en los que se enfrentan los mejores equipos del mundo. Suecia y Noruega han dado esta semana el pistoletazo de salida a sus campeonatos, que acaban de comenzar cuando el resto del continente europeo se aproxima a la conclusión. El balón que va al revés.
Lo más curioso de todo esto es que en la presente campaña dos clubes de tales nacionalidades han sorprendido al viejo continente y continúan vivos en competiciones europeas. La paradoja es de manual: cómo es posible que se vayan a jugar un título continental al mismo tiempo que prácticamente están de pretemporada en su propio campeonato. Cómo es posible que en el momento en el que más descansados tienen que estar para dar la talla en Europa sea cuando más partidos tienen que asumir por la dinámica de sus torneos.
El Bodo/Glimt es el gran favorito al título en Noruega. Es el rival a batir, ha conseguido un estilo firme y fiable que domina con puño de hierro en el país. Su modelo se basa en generar talento, intentar llegar lejos en competición europea y desarrollar a los jugadores para sacar dinero por ellos y seguir reforzando su fútbol base. Patrick Berg es la gran estrella junto al delantero Hogh, máximo goleador de lo que va de Europa League. En el torneo, los noruegos se encuentran en los cuartos de final, donde se verán las caras con la Lazio.
Al menos, la Eliteserien ha tenido el detalle, al igual que hace por ejemplo la Ligue 1 con el Paris Saint Germain, de darle unos días de respiro entre la ida y la vuelta de la Europa League. Ya recuperarán la jornada, ya que en verano no hay ningún tipo de problema al no haber competición continental que impida la recuperación de los partidos aplazados. De hecho, jugará este domingo 30, el sábado 5 de abril y después ya no volverá a jugar en la liga de su país hasta el próximo 21 de abril. Entre medias, los duelos del 10 y el 17 de abril contra la Lazio, en busca de un milagro europeo.
Si bien el Bodo/Glimt puede estar satisfecho de la postura de su federación, no así ocurre en el caso del Djurgarden, que disputará los cuartos de final de la Conference League contra todo pronóstico. El equipo sueco se verá las caras con el Rapid, un rival eliminable, visto lo visto. Y lo deberá hacer con un partido de torneo doméstico entre medias.
Por el momento, en el arranque del campeonato sueco, ha comenzado con derrota en casa por cero goles a uno ante el Malmo, en lo que ha sido uno de los mejores partidos posibles de la liga como pistoletazo de salida. La próxima semana hará frente al Sirius, antes de la ida ante el Rapid. La vuelta, el 17, tendrá como telonera la visita del Djurgarden al Hammarby. Para colmo, en caso de que logren avanzar a las semifinales, asumirán una jornada intersemanal el día 24 de abril, que les sobrecargará todavía más las piernas, sin estar acostumbrados tras un invierno 'plácido' y rozando la gloria para el país por primera vez.
Estos torneos suelen ser entre marzo y noviembre para proteger a futbolistas y aficionados del feroz frío invernal, que impiden la correcta práctica deportiva. El fútbol que va al revés no entiende de excepciones y sorprende a propios y extraños: tanto Bodo/Glimt como Djurgarden han vivido una temporada paralela en mitad del temporal y ahora, cuando se juegan el todo por el todo, ven el calendario especialmente sobrecargado. Curioso.