Una española de 27 años rompe el techo de cristal dirigiendo a un equipo masculino danés: "Llegué predispuesta a que me rechazaran"
Fabiana Alcalá habla con Relevo y cuenta su debut al frente del Akademisk Boldklub.

El viernes pasado fue un día intenso en la vida de Fabiana Alcalá (16 de mayo de 1997, Gran Canaria) Atendió la llamada de Relevo mientras terminaba de recoger sus cosas antes de abandonar el estadio donde hizo historia. Hace unos días recibió una noticia que le cambió la vida: confiaron en ella para ser la entrenadora del Akademisk Boldklub, de la tercera división danesa, y se convirtió en la primera entrenadora mujer en dirigir a un equipo masculino en las máximas divisiones del fútbol del país. "Han añadido cinco minutos al final y se nos ha alargado un poco", decía disculpándose y aún con la emoción dentro de su cuerpo. Todavía quedaban algunos aficionados por el campo a los que les daba las gracias por haberse acercado a ver el partido, que terminó en empate.
La historia de Fabiana es la de una mujer que tuvo que sacrificar mucho para conseguir hacerse un hueco dentro del fútbol y crecer dentro del mundillo. Empezó en las categorías inferiores del Espanyol, "con los más peques" y también probó con las niñas de la cantera en el fútbol femenino. El año pasado se marchó a Kuwait a trabajar en una academia. Allí estuvo seis meses hasta que llegó la llamada del Akademisk de Dinamarca, donde ya había echado el currículum anteriormente, pero sin fortuna. Entonces, su vida cambió: "La oportunidad de llevar un equipo masculino siendo mujer y marcar el camino, por así decirlo, era una oportunidad de oro para mí. Los jugadores me han recibido con los brazos abiertos desde el minuto uno y es lo que me ha dado la fuerza para aceptar este segundo reto en el club".
Ella entró, en un principio, para llevar la preparación física y el bienestar de los jugadores. Controlaba los datos de los GPS de la plantilla, entre otras cosas, y los malos resultados del entrenador hicieron que el club decidiera destituirlo junto con parte del staff: "Yo tenía un contrato con el club porque no tenía un staff como tal. Me quedé y me llamaron la semana pasada para decirme que querían darme la oportunidad de llevar yo al primer equipo. No me lo pensé dos veces".

"Es un tercera división pero aquí el fútbol está más explotado. No es como en España que, a lo mejor, un segunda un tercera es un poco más humilde, un club con jugadores más locales", confiesa la entrenadora. "Que un club de tercera división esté dispuesto a invertir en tu formación como entrenadora. En España es casi imposible sacarse un UEFA Pro. Aquí también es complicado. Pero tienes clubes que si ven algo muy bueno en ti, dentro del contrato te ponen la condición de que además de subirte el sueldo te pagan la formación", explica para poner en perspectiva el nivel de profesionalización.
Además de ser pionera en entrenar a un equipo masculino, cuenta que tiene la suerte de poder vivir del fútbol: "En España, en estas divisiones, lo normal es tener tu trabajo por la mañana y por la tarde un poco del fútbol. Aquí en Dinamarca estoy cobrando lo suficiente para vivir aquí, que barato precisamente no es". "Era algo que no podía soltar, me dolió porque dejé atrás a gente del staff, pero era algo que no podía soltar y quién sabe las puertas que puede abrir esto", cuenta desde el otro lado del teléfono, con ganas de querer seguir haciendo su camino.
Romper estereotipos: «En España te encajan en el fútbol femenino»
El camino no ha sido fácil, aunque ahora esté empezando a recoger sus frutos. "Llegué predispuesta a que me rechazaran, he de ser honesta, viniendo de Oriente Medio y de España, que al final si eres mujer te encajan en el fútbol femenino. Todo fue muy diferente. Siempre tienes en la cabeza que si eres chica tienes que esforzarte más para que ellos vean que soy capaz y que tengo el conocimiento para desempeñar mi trabajo", se sincera Fabiana.
"Si tienes las cualidades, para adelante, puedes comerte el mundo seas lo que seas", añade contundente. Confiesa que notó la presión durante los primeros días de ser la líder del equipo desde el banquillo, pero la confianza que todos -jugadores, capitanes y directiva- depositaron en ella desde el primer día hicieron que todo lo malo desapareciera: "No hay ninguna sola persona que me haya hecho dudar de mis cualidades, eso ha tenido un papel muy importante. Me dieron la mano la mano de uno en uno, se presentaron. Son un grupo muy bueno".

La 'vida de ricos' y humildad de Dinamarca
Fabiana se quedó sorprendida con la humildad de sus jugadores: "Para mí eso es increíble porque son jugadores que cobran 4.000 o 6.000 euros y estamos acostumbrados a ver mucho ego en el fútbol". También se quedó asombrada con el club, a pesar de que no puede "hablar por otros clubes" de la liga al no conocerlos desde dentro. "En las charlas yo no daba tácticas antes, no era mi rol. Cuando he dado la charla antes del partido y he tenido que hacer correcciones desde el banquillo, todos confiaban en mí y en mis direcciones. He salido del partido creyéndome y sintiéndome una buena entrenadora", dice la técnica del Akademisk Boldklub.
También comparó la cantidad de recursos que tienen en la liga, siendo una tercera división de Dinamarca: "Hay clubes que no tienen mucho dinero, pero lo poco que tienen lo saben invertir". En su equipo destaca los datos de GPS y los test de hidratación que se les hace a los jugadores antes de los partidos: "Eso no lo ves en España en un tercera división. Aquí tenemos un staff de fisios, entrenador de porteros...".
"Más que el hecho de ser mujer, es que te den una oportunidad sin tener en cuenta el nombre que tienes detrás de la camiseta"
entrenadora del AkademiskAhora Fabiana tendrá que luchar por mantenerse en los puestos de playoff para jugar la fase de ascenso. "El objetivo era ambicioso, el entrenador anterior no lo consiguió, apostaron por mí mientras intentamos buscar a una persona que nos lleve el año que viene al playoff de ascenso", cuenta, antes de mandar un último mensaje tras convertirse en la primera entrenadora mujer en llevar a un equipo masculino en las categorías más altas de Dinamarca: "Cuando alguien tiene ganas y demuestra, es bueno invertir en esta persona y es lo que han hecho aquí. Más que el hecho de ser mujer, es el hecho de que te den una oportunidad sin tener en cuenta el nombre que tienes detrás de la camiseta o la experiencia".