Las elecciones parciales en la RFEF cogen fuerza y habría presidente en abril sólo para seis meses
La Federación tendrá que subsanar el proyecto del reglamento electoral tras las apreciaciones realizadas por el Tribunal Administrativo del Deporte este jueves.
![Pedro Rocha, presidente de la Comisión Gestora y pre-candidato a las elecciones. /EFE](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202402/26/media/cortadas/rocha-luis-elecciones-RQl2opn0x77IiKi2xj7FwUK-1200x648@Relevo.jpg)
Todo apunta a que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tendrá nuevo presidente el próximo mes de abril o, como mucho, en mayo. Otra vuelta de tuerca más, esta vez del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), lo ha hecho posible. Pese a que el pasado 6 de febrero un comunicado oficial desde Las Rozas daba el pistoletazo de salida de un proceso que llevaría a la institución a elegir una nueva Asamblea General el próximo 26 de abril y al presidente el 24 de mayo, todo ese plan inicial ha quedado, de momento, en papel mojado.
El pasado 22 de febrero, la RFEF aprobaba y enviaba al Consejo Superior de Deportes (CSD) el proyecto de reglamento electoral. Tan sólo un día después, el organismo español notificaba al TAD el reglamento recibido para que, como indica la ley, elaborara un informe como paso previo a su aprobación como parte de la Comisión Directiva del CSD. Y hoy, dos jueves después -es el día que se reúne oficialmente el TAD- ha trasladado unas apreciaciones para que la RFEF las subsane antes de la aprobación del reglamento. Algo similar a lo que ocurrió con la Federación Española de Baloncesto, cuyo proyecto de reglamento fue subsanado después de las apreciaciones del TAD y que finalmente ha sido aprobado este jueves por la Comisión Directiva del CSD.
Pero, ¿cuáles son esas apreciaciones? A pesar de que el reglamento que tiene que aprobar TAD y CSD serviría para convocar elecciones bien sólo a presidente, o bien a todos los órganos de representación (Asamblea y presidente), lo cierto es que en uno de los artículos de la Sección Segunda del proyecto presentado, la RFEF incluía: "Dentro del año de celebración previsto en el artículo 2 del presente reglamento, la convocatoria de elecciones se efectuará por la persona que ostenta la Presidencia de la RFEF [...]. En supuestos de ausencia, enfermedad o cualquier otra causa que impida transitoriamente desempeñar sus funciones o si cesara por causa distinta a la conclusión de su mandato, la convocatoria podrá ser efectuada por quien ejerza las funciones de Presidente de manera interina o por acuerdo de la Comisión Gestora". Es decir, en el propio texto del reglamento introdujeron el "permiso" para que el propio Pedro Rocha pudiera convocar las elecciones a todos los órganos de representación.
En este punto radica la principal apreciación del TAD, según ha avanzado Iusport y ha podido confirmar Relevo, sobre el reglamento: "La disposición del proyecto de reglamento electoral que atribuye competencia para convocar elecciones a órganos distintos del Presidente de la federación o de la Junta Directiva, es contraria, no solo a la Orden EFD/42/2024, si no también a los Estatutos de RFEF", concluye el Tribunal.
¿Qué significa esto? Pues que el TAD no aprobará nunca un reglamento en el que se establezca, de forma regulada, que la Comisión Gestora pueda convocar elecciones no sólo a presidente, sino a todos los órganos de representación. Según ha podido saber este medio, el CSD tampoco lo hará. Será decisión de la propia RFEF, una vez se haya aprobado el reglamento, quien decida a través de su Comisión Gestora, si convoca elecciones sólo a presidente como pudo hacer desde el pasado mes de septiembre cuando dimitió Luis Rubiales, o bien continúa con la idea de elegir Asamblea y presidente, tal y como anunció el pasado 5 de febrero con la publicación del calendario electoral.
Según ha podido saber Relevo, cuando se subsane el reglamento tras las apreciaciones del TAD, lo apruebe el Tribunal y finalmente haga lo propio la Comisión Directiva del CSD, la RFEF estudia, ahora así, la convocatoria para elegir ―con la Asamblea actual de 139 miembros, pues no hay presidente― al candidato que liderará la RFEF durante los escasos meses que restaban de mandato tras la dimisión de Luis Rubiales. La fumata blanca llegaría como máximo en unos 30-40 días. Después, con la Eurocopa y los Juegos ya disputados, se volverán a convocar elecciones para configurar una nueva Asamblea de 143 asambleístas y para decidir quién ostenta la presidencia para el periodo 2024-2028.
La Federación estudia esta decisión debido a que ni el TAD ni el CSD le han aclarado, como solicitaba, -y así lo confirman las apreciaciones del Tribunal en el día de hoy-, qué elecciones debían convocarse para evitar impugnaciones o incluso querellas: si unas parciales ―sólo a la presidencia― o unas completas ―a la Asamblea y a la presidencia. En un principio, la RFEF eligió obviar el artículo 31.8 de sus propios estatutos (convocar elecciones inmediatamente a la presidencia primero para acabar el mandato 2020-2024, y dejar para después del verano el resto) debido a que hasta dos informes externos que había pedido recomendaban unificar todo el proceso en uno. Por eso, solicitó al Gobierno que le permitieran adelantar la apertura de urnas al primer cuatrimestre de 2024 y no esperar hasta el otoño. Dos letrados de nivel como Andreu Camps (exsecretario general, ya destituido hace cuatro meses) y Tomás González Cueto (asesor jurídico de confianza en la era Rubiales) justificaron entonces en varias reuniones con los barones esta postura que, además, fue avalada por Víctor Francos, expresidente del CSD.
Ahora, ante la amenaza de denuncias que ratifican una pelea que sólo unos cuantos presidente territoriales y Miguel Galán (CENAFE) venían defendiendo desde el 15 de septiembre, la Federación tendrá que decidir si acaba con la incertidumbre por la vía oficial. Alfredo Olivares, que en estos momentos realiza las labores de secretario general de la RFEF junto a Elvira Andrés, envió una carta al Consejo el pasado 5 de febrero pidiendo acortar al máximo los plazos, algo que el Gobierno ha concedido, y que se mojara en este asunto para determinar qué camino más legal se debía recorrer. Un guante que el CSD ha preferido no recoger, porque asegura que ésa no es su labor, y sobre todo debido a que nadie en este asunto quiere dar un paso en falso y cargar con la pena de una posible prevaricación administrativa.
La institución presidida ahora por José Manuel Rodríguez Uribes, sustituto de Víctor Francos desde mediados de diciembre, tan sólo acatará el informe del TAD para aprobar el reglamento de forma telemática con la mayor celeridad dejando la responsabilidad de decidir qué hacer exclusivamente a la Federación, a pesar de este último intento por parte del máximo organismo del fútbol español de "colar" en un artículo del reglamento presentado las competencias para que la Comisión Gestora pudiera convocar también las elecciones a todos los órganos de representación.
La Comisión Directiva del CSD que aprobará el reglamento, una vez que el TAD emita su informe favorable, la forman el propio Uribes; el director general, Fernando Molinero, como vicepresidente; y el subdirector general de régimen jurídico como secretario del órgano (con voz pero sin voto). Además, hay hasta 11 vocales, de los cuales tres de ellos los designa el presidente del CSD entre personas de reconocido prestigio en el mundo del deporte. Todos ellos son los que pasarán la patata caliente a la Federación, como entidad independiente que es, para que determine la vía a seguir.
Máxima precaución
Tras este movimiento del TAD, todo apunta a que Pedro Rocha, presidente de la Comisión Gestora y pre-candidato a las elecciones, tendrá que decidir. Según ha podido saber Relevo, su postura actual se inclina por tirar de prudencia, retrotraer el proceso electoral, no complicar (más) al ente federativo y volver al 31.8 depurando responsabilidades por haber sido mal asesorado. La Federación, más allá de justificar la vuelta a un mecanismo que pudo ejecutar hace seis meses, tiene claro que debe demostrar con hechos y no con palabras que los errores graves como éste tienen responsables con nombres y apellidos. De ahí que la figura de Tomás González Cueto esté, ahora sí que sí, más que nunca en el alambre. Muchos pesos pesados dentro de la RFEF han exigido desde hace meses a Rocha que debe desprenderse de una de los pilares del Rubialismo cuanto antes, si de verdad se quieren hacer las cosas de otra manera, o al menos, aparentarlas. Y esta puede ser la gota que colme el vaso.
Esta corriente contra Cueto fue cogiendo más fuerza con el hecho de que la Federación retirara muchas de las querellas lanzadas desde la Ciudad del Fútbol a toda aquella institución o persona (como varios periodistas) que fueran vistos como críticos o incluso oposición en los últimos cinco años. Y terminó por consolidarse una vez que la RFEF desistió de sus pleitos con LaLiga por CVC. La razón es sencilla: esas batallas, como las causas relacionados con el Caso Soule las llevaba personalmente Cueto, por orden de Rubiales, y se agarraba a esa omnipresencia para ser indispensable en Las Rozas. Con su respectivo beneficio económico. Ahora, con este dudoso asesoramiento con las elecciones, la mayoría de directivos entienden que es el momento idóneo para cargarse de razones y rescindir de una vez su contrato como colaborador externo.
¿Será suficiente?
Aun así, puede que ni con este gesto de volver al 31.8 y destituir a los supuestos culpables, algunos se conformen. Salvador Gomar, presidente territorial de la Comunidad Valenciana que también se postula para plantar batalla a Pedro Rocha si las cuentas le terminan saliendo, ya exigió al CSD por escrito hace dos semanas que el Gobierno tenía que tomar cartas en las elecciones, garantizar el proceso democrático que se avecina, y que se depuraran responsabilidades, si las hubiere, por estar a estas alturas así. A su juicio, y el de otros directivos, no vale con pedir perdón sino que se deben abrir expedientes que incluso puedan acarrear la inhabilitación de las personas que hayan permitido este enredo. Aun así, descarta la vía judicial. Otra cosa es lo que hagan otros protagonistas en esta historia como Miguel Galán...
Según reconocen off the record varios de estos críticos, Rocha ha obrado en consecuencia todo este tiempo obviando que, si hubiera convocado elecciones a la presidencia desde el inicio, igual no hubiera tenido rival al entender la mayoría que heredaba un marrón, y hubiera sido presidente oficial y no oficioso todo este tiempo. Desde la RFEF aseguran que a Rocha sólo le ha importado estabilizar y pacificar la institución sin mirar más allá. De hecho, según las actas de varias reuniones de presidentes a las que tuvo acceso Relevo, el extremeño llegó a asegurar que su deseo no era el de perpetuarse en el sillón presidencial; una promesa que rompería ahora en caso de que concurra a las elecciones como parece que sucederá.
Lo que está claro es que el nuevo escenario en las elecciones a la Federación podrían animar a más pre-candidatos a dar el paso que si se hubiera tenido que conformar antes una nueva Asamblea. Unas elecciones completas exige una logística, un tiempo y hasta unos recursos que no todo el mundo tiene. Una vez apruebe el TAD y posteriormente el CSD el reglamento, y dando por hecho que se convocarán elecciones finalmente sólo a la presidencia, Rocha será candidato, Gomar puede atreverse y dividir en dos a las territoriales, -circunstancia clave en unas elecciones de este tipo-, y alguna alternativa más se animará a intentar pescar en río revuelto. Para ello necesitan obligatoriamente al menos 21 de los 139 avales necesarios (sólo se le puede entregar a un candidato y no a varios con la nueva Orden). Carlos Herrera (Cope) y Eva Parera ya se han dejado querer. Y a ellos se puede unir algún tapado de última hora... Habrá que ver si sólo amagan o levantan la mano.