ELECCIONES A LA RFEF

El TAD se reúne hoy con tres escenarios posibles y la sombra de unas elecciones parciales en abril

El tribunal emitirá un informe para que el CSD apruebe o no el reglamento electoral y la RFEF decida luego qué comicios convoca.

Pedro Rocha, presidente de la Comisión Gestora de la RFEF. /AFP
Pedro Rocha, presidente de la Comisión Gestora de la RFEF. AFP
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) se reúne este jueves con las elecciones a la Real Federación Española de Fútbol sobre la mesa. El órgano dependiente del Consejo Superior de Deportes debe estudiar a fondo el reglamento electoral propuesto desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas el pasado 6 febrero y emitir un informe sobre el que se basará la Comisión Directiva del CSD para votar después la aprobación del texto así como su calendario.

En la reunión del TAD, que desde la pandemia suelen ser telemáticas, estarán presentes sus siete miembros: Francisco de Miguel Pajuelo (letrado de la administración), los abogados del Estado Guillermo de Blas, Alfonso Ramos, Jaime Caravaca, Marina Adela y Eva María Fernández, y la profesora titular de la Universidad Carlos III Pilar Juárez. La votación se decide por mayoría simple. Después, una vez que se elabore el informe pertinente, el CSD ha prometido que hará su trabajo con la mayor agilidad posible (tenía 15 días de margen) y aprobar el reglamento de forma telemática con la máxima celeridad. Por eso, hay fuentes que señalan que, una vez que el TAD apruebe el reglamento de la RFEF, cuyo proceso de revisión de la documentación para emitir el informe podría llevarle varios días, la fumata blanca por parte del CSD llegaría en las siguientes horas.

La Comisión Directiva del CSD que debe aprobar el reglamento la forman el presidente José Manuel Rodríguez Uribes; el director general, Fernando Molinero, como vicepresidente; y el subdirector general de régimen jurídico como secretario del órgano (con voz pero sin voto). Además, hay hasta 11 vocales, de los cuales tres de ellos los designa el presidente del CSD entre personas de reconocido prestigio en el mundo del deporte.

Lo que parece evidente son tres cosas: que el TAD permitirá a la RFEF acortar los plazos como solicitaba, que aprobará el reglamento electoral y que dejará a la RFEF la responsabilidad de decidir qué hacer exclusivamente a la Federación. Esto es, si convocar elecciones a la presidencia ahora (sería en abril) y realizar otro proceso completo (Asamblea y presidencia) tras el verano -―seguramente en octubre―, o si seguir con la hoja de ruta que había marcada y celebrar el 26 de abril las elecciones a la Asamblea y dejar para el 24 de mayo la elección del nuevo presidente.

Como nada es oficial, aquí compartimos los diferentes escenarios que se pueden dar, siendo el más posible el de elecciones presidenciales ahora y el resto en octubre:

OPCIÓN A: elecciones ya a presidente

Está alternativa es la que, ahora mismo, tiene más peso para evitar problemas legales. En primer lugar, porque es lo que marca el artículo 31.8 de los estatutos de la Federación. De hecho, es lo que tuvo que hacerse hace cinco meses, como hizo la federación de baloncesto y sólo algunos reclamaron en la Ciudad del Fútbol (más Miguel Galán desde su trinchera). Y en segundo, debido a que parece que es la solución menos mala y la que más fácilmente puede evitar cometer una ilegalidad. Eso sí, sólo habría presidente para unos cuantos meses; los que restan de mandato.

Para ello, la RFEF tendría que explicar que el CSD y alguno de sus asesores les condujeron por el camino equivocado y deberían retractarse, aunque ello implicará señalar directamente a Víctor Francos (expresidente del Consejo), Andreu Camps (ya destituido como secretario general de la RFEF) y Tomás González-Cueto (que aún mece la cuna en Las Rozas). No sería más que repetir públicamente lo que algunos ya dejan caer en privado.

A partir de ahí, debería tomar decisiones de peso que justifiquen esa cambio de rumbo y poner en marcha un nuevo calendario electoral para que la Asamblea actual, la misma que aplaudió a rabiar a Luis Rubiales el 25 de agosto, eligiera al nuevo presidente. La decisión de elegir esta opción traerá consecuencias (Gomar pidió por carta "depurar responsabilidades"). Y no pocas dudas: ¿se votaría con la antigua Orden Ministerial o con la nueva? ¿A cuántos candidatos puede avalar cada uno de los 139 asambleístas? Al Gobierno le gusta este camino y al menos se esforzaría porque reine la cordura. Y todo hace indicar que sólo se podría avalar a un candidato.

Pedro Rocha, en ese caso, se presentaría como favorito, para lo que tendría que dimitir de la Gestora que preside y que deberá reestructurarse (ahora son casi 30) para acoger a sólo 12 miembros en total, seis de la Comisión Delegada y otros seis de la Junta. Salvador Gomar (federación Valenciana) tiene fe en materializar su presencia en ese duelo por el sillón presidencial, porque se ve con fuerza y tiene acceso a los 21 avales necesarios, pero hay movimientos que le hacen dudar y descreer. Y a partir de ahí, pues se pueden sumar varios de los pre-candidatos que ya se han ido postulando como Carlos Herrera (COPE), Eva Parera, Gerardo González, Rami Aboukhair... Al no tener la dificultad de tener que presentar a candidatos a asambleístas para conformar una nueva Asamblea, tan 'sólo' deberían centrarse en convencer a los actuales, acudir en la nueva fecha marcada a Las Rozas si no se fusionan antes en alguna otra candidatura, rezar y vivir toda una experiencia. Aunque tampoco hay avales para todos: con 139 miembros actuales (no son 140 porque no hay presidente), la Asamblea sólo podría avalar a seis candidatos... No ganarían, pero tendrían una buena anécdota que contar si es que se atreven (que no es fácil).

Fuera cual fuera el escrutinio, habría un presidente con trazas de interino, mucho ruido y movimientos durante el verano, ya que se celebrarían otras elecciones en cuanto pare de rodar el balón. Lo normal es que quien ganara ahora lo hiciera en octubre. Pero en la RFEF ya se ha visto de todo.

OPCIÓN B: elecciones ahora a la Asamblea y a presidente

Esta segunda vía era la más lógica desde el 6 de febrero, que es cuando la RFEF publicó el primer boceto de reglamento electoral con su propuesta de calendario. Todo arrancaría el 15 de marzo, las elecciones a la Asamblea serían el 26 de abril y para el 24 de mayo, con una Asamblea nueva (esta de 143 miembros), quedaría fijada la votación para escoger al presidente entre todos los candidatos que se presentaran tras reunir los avales (21). Rocha sería igualmente favorito, Gomar también apuraría sus opciones y no se descarta que no haya muchos más pre-candidatos que se atrevan a dar el paso porque toda la confección previa de la Asamblea y el ejercicio de persuasión de los asambleístas lleva un trabajo y una logística que necesita mucho tiempo. Rubiales, cual Pedro Sánchez, se recorrió España con su coche. No todo el mundo está preparado para eso. Casillas puede dar un Máster, que quiso reunirse con todos los barones en 2020 para llevárselos a su terreno (y al de LaLiga) y no fue recibido por ninguno.

Esta alternativa sería la mejor noticia para las selecciones de fútbol, ya que llegaríamos al calor de junio y julio con un presidente electo para el periodo 2024-2028 y con un ambiente mucho más calmado, si no vuelve a haber baches (o picos) por el camino. Sin embargo, hay más de un voluntario con las impugnaciones, las denuncias y hasta las querellas preparadas por si alguien olvida el 31.8. Hasta la propia RFEF ya reconoce que igual se debió haber optado por este camino en su día, así que olvidar la ley de un plumazo no parece sencillo de justificar. Prevaricar es una pena que todo el mundo quiere evitar a toda costa.

OPCIÓN C: elecciones completas tras el verano

Esta idea parecía algo remota. Y puede que aún lo sea. En la Federación siempre sentaba bastante mal que simplemente se deslizara, porque daba a entender que Pedro Rocha quería perpetuarse a conciencia en funciones de interino y eso no se ajustaba a la realidad. Por su rol pacificador y porque prometió (ahí están las actas) que no se presentará. Sin embargo, fuera por esas razones u otras, los que de verdad saben de estos engorrosos procesos electorales siempre repetían lo mismo: "Octubre, hazme caso, octubre, le viene bien a Rocha y le viene bien a los candidatos para ganar tiempo y que su rival se queme por haber estado al frente de una situación caótica...". Veremos... Algunos, off the record, añadían que ésta siempre ha sido la propuesta preferida por Tomás González-Cueto. Y como sigue ahí moviendo los hilos...

Para que eso se produzca y el plan C se convierta en el plan A y la RFEF llegue a estar un año sin un sustituto oficial de Rubiales, este proceso electoral tendría que enredarse más aún de lo que está. Hasta el punto de llegar a los tribunales mediante impugnaciones, denuncias e incluso querellas. Un escenario feo, que todo el mundo espera poder regatear, pero que para algunos protagonistas es la única solución factible para que impere la ley y, por tanto, la justicia y la lógica.

Con la cantidad de amenazas que ya sobrevuelan, no es un escenario tan descartable como hace unas semanas. Sea con la fórmula que sea (elecciones a presidente o elecciones completas), en cuanto el calendario electoral tenga que ser modificado una o dos veces más y los tiempos se dilaten, junio se echa encima. Y eso implica que muchos asambleístas no podrían ni acudir a votar y las diferentes selecciones echarían a rodar para preparar la Eurocopa y los Juegos. En ese hipotético terreno, el proceso podría retrasarse a después del verano. Y ahí, mientras que se realiza la convocatoria, se conforma la Asamblea y se elige al presidente, los plazos se irían hasta noviembre. Un mes a orillas de 2025 en el que se habría arrastrado una mala imagen institucional sin precedentes. Por eso, Rocha tendría que medir mucho sus gestos en Alemania y París -que es cuando más cercanía y decisiones se necesitan- porque, aunque esté allá donde España compita y le reclamen, sólo acudiría como presidente de una Gestora y sus adversarios le vigilarían con lupa para que no adelante la campaña electoral sin oficializarse.

Pero conviene no adelantarse. Ahora el TAD debe elaborar un informe sobre el reglamento como paso previo a su aprobación por parte de la Comisión Directiva del CSD. Paso a paso. Será, a partir de ahí, cuando sepamos a ciencia cierta en qué escenario se jugarán las elecciones que tanto están dando que hablar.