En la Federación se tomó el gesto de Carvajal con Pedro Sánchez como una revancha... y con Morata no se van a salir del guion
En mitad del terremoto por la inhabilitación de Rocha, desde Las Rozas para nada censuran a sus jugadores.

Fue una de las imágenes de la celebración de la Eurocopa, aunque de festiva no tuviera de nada. El gélido saludo de Carvajal a Pedro Sánchez en la recepción en Moncloa, entregando la mano pero apartando el rostro, el segundo de la comitiva abierta por Morata. Un gesto parejo al de algún otro internacional como su cuñado Joselu. Una crítica velada pero sonora del lateral al presidente del Gobierno, cuyas motivaciones solo él sabe.
El caso es que en la Federación, antes del terremoto generado por la inhabilitación a Rocha conocida esta mañana y adelantada por Relevo, hubo interpretaciones favorables a lo que hizo Carvajal. Más allá del pensamiento político del lateral, que se puede intuir pero que nunca ha sido verbalizado por él, Sánchez y su Gobierno han sido inquebrantables con la dirección federativa durante el último año. El presidente sentenció a Rubiales tras su comportamiento en la final del Mundial (que ha desembocado en un juicio en el que se le acusa de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermos), del mismo modo que el Gobierno ha intentado apartar, hasta que el TAD lo ha aprobado, a Rocha de la Federación.
En Las Rozas, donde en esta última etapa se ha intentado normalizar la institución dando pasos para alejarse del rubialismo, no se pronuncian sobre detalles individuales sacados del contexto general de celebración, pero gestos como el de Carvajal no sólo no se van a censurar, sino que hicieron gracia, se jalean y se toman como una maravillosa revancha a la vista de todo el mundo. Cabe precisar que Carvajal tenía una relación muy estrecha con Rubiales.
Por añadirle más contexto, Sánchez no recibió a la selección masculina tras ganar la Nations League, algo que sí hizo con la femenina hace apenas unos meses. Tampoco se le vio por el vestuario, como sí a Zapatero en 2008 junto al por entonces Rey Juan Carlos y en 2010 junto al hoy Rey Felipe y Rajoy en 2012 también con este último. El ambiente general de la recepción en Moncloa nada tuvo que ver con el de Zarzuela, con más caras largas y escasa armonía que con los Reyes y las infantas. No había demasiadas ganas en la expedición de ir a ver a Sánchez, ni por arriba ni por abajo. Las idas y vueltas con el palco también sembraron lo suyo.
El incidente de Morata
A través de un vídeo que se viralizó por redes sociales se vio a Morata lanzar un vaso desde el autobús a una aficionada que portaba una pancarta que rezaba lo siguiente: Morata, yo tampoco la meto. Al verla al jugador no le gustó nada y tras un instante de duda cortocircuitó y le lanzó el recipiente en una imagen de lo más censurable. Un capitán de la selección en una fiesta pudiendo cometer una agresión.
Morata le tira un vaso a un chico que tenía un cartel que ponía "Morata, tranquilo que yo tampoco la meto". pic.twitter.com/Q6v549opQr
— -1899- (@_Futbolero_) July 15, 2024
Lógicamente el gesto no es aplaudido en la Federación, pero no lo ponen a la altura de las constantes faltas de respeto con las que ha tenido que convivir el delantero en las últimas semanas, incluida esta pancarta, que sin ser un insulto sí es una mofa en la línea de las múltiples que pueblan las redes sociales. De hecho, se insiste desde el ente federativo que Morata fue impecable sobre el escenario y que esa es la imagen que debe prevalecer del delantero, heredero de Reina como speaker y conductor cariñoso y chisposo de la celebración junto a sus compañeros.
El último episodio polémico tiene que ver con Gibraltar. En las últimas horas se tomaba como una manifestación festiva y de puro humor, como cuando se gritan madridista o polaco el que no bote entre las aficiones de Barça y Madrid, respectivamente. Rodri no es dudoso de polémico o mal educado. Sin embargo, después de la queja formal de la Federación de Gibraltar y del gobierno gibraltareño está por ver si desde Las Rozas se contesta de alguna manera, aunque con el incendio montado con la inhabilitación de Rocha este no sea ni por asomo uno de los principales problemas federativos.