OPINIÓN

La Federación se hace trampas al solitario con su comunicado

Pedro Rocha, presidente de la Gestora, en un partido de clasificación para la Euro 2024. /AFP
Pedro Rocha, presidente de la Gestora, en un partido de clasificación para la Euro 2024. AFP

Ocho horas después llegó el comunicado de la Federación al penúltimo sonrojo sufrido en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, una sede donde conviven, o incluso compiten, los títulos con las investigaciones judiciales. El marcador va ajustado en los últimos meses, incapaces los que están de romper con los que estaban, porque algunos son lo mismo, y los que no lo son, no se han enterado de cómo ser y estar a la altura del órgano que representan.

Fueron dos párrafos que reproducimos íntegramente a continuación, pero que se lo pueden saltar fácilmente (están en cursiva, scroll sencillo) si se admite la síntesis. Que han colaborado en la investigación, que son transparentes, que se debe llegar hasta el final y que deben ser un ejemplo para la sociedad. Se desconoce si quien lo redactó se tuvo que aguantar la risa… o se puso colorado. Ambas a la vez es difícil. Porque o se es un cínico o se es honrado. Vale que es una causa secreta y que se aconseja síntesis y sencillez para no pisar charcos, pero aún así se queda corto.

La RFEF ha ofrecido hoy toda la colaboración a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como a la Justicia, tras el registro de su sede; y ha apostado por una absoluta transparencia en la institución que dirige el fútbol en España. En este sentido, considera que se debe llegar hasta las últimas consecuencias en la investigación en marcha.

La Federación muestra su profunda preocupación por los hechos ocurridos en el día de hoy y aboga por ofrecer toda la transparencia posible, haciendo honor a los valores que representa el fútbol y que deben defender sus dirigentes, debiendo ser un ejemplo para la sociedad.

Colaborar con la Justicia es entregar la documentación que obra en poder de la Federación a la jueza Delia Rodrigo, que es precisamente el motivo de algunos de los registros (aunque según fuentes federativas el requerimiento no llegó a la cúpula porque se bloqueó y silenció en el departamento jurídico). Transparencia es abrir las puertas y dar explicaciones, empezando por el presidente de la gestora, Pedro Rocha, al que no se le conoce respuestas a periodistas desde que acudió al sorteo de la Champions el 31 de agosto en Mónaco.

Preocuparse es cortar de raíz con el rubialismo, no como el mal jardinero que poda un rosal y va quitando lo podrido selectivamente, dejando capullos (del rosal) en mal estado pero camuflados por otros limpios, porque claro, uno se puede pinchar con las espinas. Llegar hasta el final es entender que la Federación necesita una renovación completa. Y provocarlo. Desde dentro y desde las territoriales, muchas de las cuales son parte del problema.

"¿Sabéis quién manda en la Federación?", nos espetó hace semanas un trabajador de Las Rozas con muchos tiros pegados. "¡Rubiales!". No deja de ser un comentario que no elevamos a categoría de noticia, pero es más que un chascarrillo de alguien que ve y oye diariamente lo que ha venido ocurriendo en la Ciudad del Fútbol desde agosto. Quién sobrevive, cómo se comporta, con quién habla…

Veremos en qué acaba esta investigación y si hay condenados, vaya por delante la presunción de inocencia. Pero ya tenemos otro puñado de fotos que están dando la vuelta al mundo y que son la representación de la nefasta gestión de la Federación en los últimos tiempos. Motivos sobrados para socavar nuestro papel en la candidatura del Mundial y para avergonzarnos, porque, más de medio año después de Sidney, el rubialismo sigue vivo en Las Rozas. Menos mal que en la RFEF creen que deben ser un ejemplo para la sociedad.