La fiesta de Salobreña señaló el camino: reunió a los implicados en la trama de los contratos
El núcleo duro de los investigados en la causa que investiga el juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda estuvo en la juerga de la casa de Salobreña.
"Vamos a pegárnosla". Esa frase premonitora, pero en otro sentido, es la que pronunció Luis Rubiales, según su tío Juan y quien fuera jefe de gabinete del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), sobre la "reunión" que la ejecutiva preparó en Salobreña en 2020 en tiempos de pandemia y que desveló El Confidencial. Aquel encuentro, según han defendido hasta ahora para justificar que fuera costeado con fondos de la RFEF, se preparó para adaptar todas las competiciones dependientes de la Federación a la nueva situación generada por el Covid-19 en "un sitio abierto en el que pudieran respirar".
El Juzgado de Instrucción Nº 4 de Majadahonda investiga desde 2022 un entramado de contratos orientado al cobro de comisiones asociado a supuestos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales en torno a la gestión de Rubiales y su ejecutiva al frente de la RFEF. Entre los asuntos denunciados que dieron pie a la instrucción, se encuentra el acuerdo con Arabia por la Supercopa de España y las comisiones a Gerard Piqué a través de su empresa Kosmos; el espionaje a David Aganzo, presidente de AFE (Asociación de Futbolistas Españoles); y la reunión de Salobreña, que resultó ser una juerga de la cúpula federativa con chicas jóvenes en la que habrían podido usarse fondos destinados al fútbol para abonar gastos de carácter particular.
En aquella fiesta participó la Guardia Corps de Luis Rubiales. Todos sus soldados más fieles entre los que se encontraban Chema Timón, quien pasó a ser su jefe de gabinete y hombre de confianza del expresidente; Rubén Rivera, director de marketing de la RFEF; Miguel María García Caba, que terminó al frente del Departamento de Integridad; Antonio Gómez Reino, director de Relaciones Institucionales en la Real Federación Española de Fútbol y segundo, tras Chema Timón, en el Gabinete de Presidencia; Alfredo Olivares, actual secretario general de la RFEF; y Pedro González Segura, jefe de los Servicios Jurídicos y uno de los detenidos en los registros que la Unidad Central de Operaciones (UCO) de la Guardia Civil llevó a cabo este miércoles en la sede de Las Rozas.
Al encuentro también se sumó el exfutbolista Francisco Javier Martín Alcaide, conocido como 'Nene', quien presuntamente habría invitado al grupo de jóvenes a disfrutar de la juerga. Un día después, se sumó Andreu Camps, aunque no se alojó en el chalet que la ejecutiva había alquilado, sino que lo hizo en un hotel cercano pues iba acompañado de su mujer.
Según el escrito que la RFEF envió en 2022 a la jueza, la cúpula se reunió en una casa de playa por razones estrictamente profesionales y con el objetivo de preparar la siguiente temporada, aunque confiesa que se eligió ese emplazamiento para que los participantes pudieran disfrutar del tiempo libre en un entorno "estival". "Ninguno de los directores había podido disfrutar de vacaciones", decía la RFEF en el documento, en el que reconocía que los directivos usaron hasta tres tarjetas corporativas durante aquellos días. La Federación confirmó que los directivos usaron hasta tres tarjetas corporativas durante aquellos días con las que pagaron algunos gastos, como comidas en una marisquería.
Para convencer a la jueza, en el documento aseguraban que el dinero para la reserva del chalet -3.000 euros- lo adelantó el mencionado Pedro González Segura y, siempre según la RFEF, cada uno de los asistentes abonó su parte a través de bizums o transferencias bancarias. Lo mismo ocurrió, explicaban, con otros gastos como "compras en el supermercado, dos paellas, pizzas o todo lo necesario para realizar la barbacoa" -así es como se refirieron a la fiesta- en la que Nené habría invitado a un grupo de chicas jóvenes y que según la RFEF se desarrolló "desde aproximadamente las 15 horas hasta las 19-20 horas". Sin embargo, aunque en todo el documento se insistía en que se trataba de una reunión de trabajo, admitían que "a dicha barbacoa se invitó a amigos y amigas de la zona, pagándose íntegramente de manera particular por los distintos miembros asistentes de la RFEF".
Ahora todos ellos procuran desmarcarse de la operación policial que registró el pasado miércoles desde las 9 de la mañana once puntos distintos de cuatro ciudades españolas y entre las que se encontraba la sede de la RFEF en Las Rozas, el domicilio particular de Luis Rubiales y el estadio de La Cartuja. El operativo dejó seis detenidos, entre ellos dos directivos de la RFEF: el mencionado Pedro González Segura y José Jiménez, director de Recursos Humanos. De todos ellos, cuatro quedaron en libertad el jueves por la mañana tras declarar ante la Guardia Civil, mientras que Tomás González Cueto, a quien la UCO considera el cerebro de la trama y Ángel González Segura, hermano de Pedro, pasarán en la mañana de este viernes a disposición policial. Si la jueza tenía alguna duda de quienes movían los hilos en la RFEF, tan sólo tuvo que mirar la lista invitados a Salobreña.