CRISIS EN LA FEDERACIÓN

FIFA aparca su intervención a la espera de que puedan celebrarse las elecciones de la Federación

Deberán sacar adelante ambos comicios, presidenciales y a la Asamblea, en 2024, además de culminar la renovación prometida tras la salida de Luis Rubiales.

La sede de la Federación española, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. /RFEF
La sede de la Federación española, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. RFEF
Sergio Fernández

Sergio Fernández

Pedro Rocha esquiva, por ahora, uno de los mayores peligros que amenazaba su estrategia electoral, desde que heredase el sillón presidencial de la Federación española de manos de Luis Rubiales: FIFA no va a intervenir la Federación. El secretario general del máximo organismo del fútbol mundial, Mattias Grafström y su director de legal e integridad, Emilio García Silvero, han escuchado los argumentos del equipo de Rocha, liderado por Elvira Andrés (directora de gabinete) y Alfredo Olivares (secretario general). Han acordado aparcar la opción de intervenir la RFEF, a la espera de ver si consiguen sacar adelante tanto las elecciones presidenciales inmediatas, recién convocadas, como las "globales", a toda la Asamblea, que tienen que sacar adelante durante 2024.

Esta mañana se ha celebrado, a las 10 am, en la Federación española, esta reunión que ha resultado ser muy diferente a la que se había planteado. Pedro Rocha quería explicarle a la FIFA su proyecto, sus expectativas electorales de futuro y la forma en la que había "pacificado" (por rocambolesco que pueda sonar) el fútbol español. No ha podido ser porque tuvo que cambiar su hoja de ruta y decidió dimitir al mismo tiempo que convocaba las elecciones que se trató en la Junta Gestora.

No eran esos sus planes iniciales: él (y su equipo) querían esta reunión y también presidir junto a la Casa Real el palco de la final de Copa del Rey de mañana. Varias circunstancias le hicieron cambiar de opinión: manejar mejor los tiempos electorales, la consecución de avales (que puede incluso dejar fuera a cualquier otro contendiente por ser únicos), curarse en salud por si el TAD le abría expediente, evitar polémicas en el mismo palco de la final con la Casa Real (una foto sin implicados en investigaciones judiciales) y, de paso, quitarse del medio ante la aparición se nuevos descubrimientos ocurridos durante su gestión dentro del sumario policial del caso Brody. Este evidencia, entre otras cosas, que la RFEF, bajo el mandato de Rocha, había seguido contando con las empresas de la trama Rubialista, investigadas por repartir, presuntamente, mordidas entre el expresidente y sus más allegados.

También deja claro que personas clave dentro del entorno de Luis Rubiales maniobraron para que Rocha siguiera en el poder, llegando incluso a intentar influenciar en el Gobierno. Estos dos indicios, sumados al hecho de que fue el propio Rubiales el que dejó a Pedro Rocha como único vicepresidente cuando entendió que iba a ser suspendido arrojan dudas sobre todo el conjunto de ese proceso de "sucesión", del que ahora intentan desligarse en la RFEF.

A pesar de todo, la reunión se ha desarrollado en un clima de cordialidad. Los directivos de la RFEF han explicado que se han personado en la operación Brody como acusación particular y han iniciado una investigación interna para depurar responsabilidades sobre las irregularidades que se hayan podido cometiendo y arrastrando desde la época de Rubiales, que está fuera de la institución desde septiembre de 2023.

Ahora tienen por delante llevar a buen término las elecciones presidenciales que acaban de convocar, y que ya se enfrentan a varias posibles causas de impugnación. Entre ellas la inclusión como asambleísta de Jorge Vilda, que renunció a su condición por escrito. Si lo consiguen, Pedro Rocha cuenta con todas las papeletas para salir elegido y concretar su estrategia de favorecerse del sistema federativo, desde dentro, para alzarse con el puesto de presidente. A pesar de ser "sólo" el presidente de la Gestora, ha venido cobrando el mismo salario que tenía Rubiales, cercano a los 700.000 euros anuales.

FIFA no entrará en la Federación, por ahora, convencida parcialmente por los argumentos y los avances del equipo de Pedro Rocha. Aunque es una decisión condicionada a la viabilidad de sus elecciones y a que consigan una gobernanza legítima en los plazos establecidos.