Funciona el cocktail con laterales-extremos y extremos-interiores... y Nacho pide paso
Pocas veces antes de un Mundial o de una Eurocopa los partidos inmediatos de preparación habían servido tanto para devolver a un equipo la moral del gol, que es la moral que más pesa dentro de un partido de fútbol, sea de la competición que fuere. Andorra e Irlanda del Norte fueron dos sparring, lo que se esperaba de ellos. Son lo que son, pero diez goles no se marcan tan a menudo. Y si no que se lo pregunten a Inglaterra, que perdió en Wembley contra Islandia (¡madre del amor hermoso!) o a Portugal, que ha caído contra Croacia, el primer enemigo de España en la Eurocopa. O incluso a Alemania ganó con el gancho a Grecia con gancho...
Y no solo han sido los diez goles, lo mejor es quiénes lo consiguieron. Todos lo necesitaban para sobrevivir a sí mismos. No venían de una buena racha realizadora y ahora lo ven todo con distinta cara. Ante Andorra, Oyarzabal, que jugó de nueve-nueve (ni falso ni leches), marcó tres tantos en 45 minutos. Nunca lo había hecho. Para demostrar que no fue una casualidad ante los 'verdes' del Norte hizo otro. En Palma, más rescatados para la causa. Pedri marcó sus dos primeros goles con la Selección. Nunca lo había hecho y llevaba ya 20 partidos. Además, uno, el primero, desde un remate desde fuera del área, situación que no reproducía la Selección desde hacía tres años, que son muchos para no acertar desde fuera del área.
También fue bueno que Fabián marcara cuatro años después de su primer gol con la Roja y que Morata acertara a cabecear el maravilloso centro de primera de Jesús Navas. El de Los Palacios, del mismo pueblo de Fabián y Gavi, es el mejor centrador con la derecha del mundo. Y si alguien lo duda que le pongan a prueba. Por eso, De la Fuente cuenta con él aunque los dolores en la espalda le traigan a mal traer.
Goles al margen, el seleccionador dejó al descubierto uno de los planes de ataque de su equipo. Jugó con dos extremos, Lamine Yamal y Nico Williams, y dos laterales ofensivos, Navas y Cucurella.En la segunda parte, Carvajal y Grimaldo. No es fácil cohesionar esta situación. Hay que tener muy claro cómo se deben repartir los espacios y De la Fuente prefiere que los laterales doblen por fuera y se conviertan en extremos y los interiores se metan para adentro para ocupar posición de interiores. Perfecto el entendimiento entre unos y otros en esta ocasión. Yamal y Williams, cerca de Pedri y Fabián, crearon superioridad numérica por dentro y los dos laterales se hicieron fuertes en el uno contra uno contra los carrileros irlandeses.
Como es de suponer que los croatas, los italianos y los albaneses hayan visto los partidos de la Selección y hayan tomado nota de la estrategia, no sería extraño que en los próximos partidos, el técnico español se vea obligado a cambiar de planes. Y que los laterales entren por los pasillos interiores y los extremos hagan de extremos puros y sean los que den la profundidad y amplitud al equipo. Incluso, alternar una propuesta por una banda y la otra por el carriel opuesto.
Señalado por donde España puede sacar pecho antes de comenzar la Eurocopa, es obligado reseñar por dónde puede llegar el peligro. Los diez primeros minutos defensivos del equipo fueron horribles. Desajustada la línea de cuatro y horroroso especialmente Le Normand. Tanto como para que De la Fuente le intercambiara con Nacho y jugando a la derecha, a pierna buena, intentara recuperar el norte perdido. La impresión desde fuera es que si el seleccionador tenía hace unos días como fijos a Le Normand y Laporte en el eje de la zaga, a lo peor, a estas alturas no lo tiene tan claro y Nacho ha ganado mucho terreno, además de seis Champions, para quitarle el puesto a uno de los dos franceses españolizados.