Cómo funcionan y qué son las ventanas de cambios en el fútbol
La pandemia permitió cinco sustituciones, que ya se mantuvieron para siempre. Sin embargo, estas se producen en base a unas normas.
![Di María sustituye a Messi./GETTY](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202311/23/media/cortadas/brasil-argentina-ee-RHDTKowyNajoqIbyYA7nWZK-1200x648@Relevo.jpg)
El fútbol de antaño era muy sencillo de explicar. 90 minutos, tres cambios, la Champions siempre a las 20:45, el carrusel del domingo a las cinco de la tarde por los campos de España... Ahora, conviene ir con cautela: los horarios distintos, los descuentos eternos y, sobre todo, los cinco cambios en tres franjas diferentes.
Las cinco sustituciones llegaron para dar más facilidades a los entrenadores en plena pandemia. Sin embargo, cayeron de pie y se apostó por mantenerlas para la posteridad. No a cualquier precio, ya que no se pueden emplear para perder tiempo y, por ello, solo hay tres ventanas para realizarlas.
Cuántas ventanas de cambios se pueden hacer por partido
Cada equipo tiene derecho a realizar cinco cambios en tres ventanas diferentes. Sin embargo, no todos los cambios ocupan una ventana. Una ventana se cuenta únicamente cuando el cambio se produce en mitad del juego. Es decir, si la sustitución se realiza en el descanso, antes de la primera parte de la prórroga o en el descanso de la prórroga no contará y al equipo en cuestión le seguirán restando las tres ventanas correspondientes.
El tema de las ventanas no entiende de excepciones más allá de las expuestas. Es decir, una lesión cuenta como una ventana de cambio, una conmoción también... De este modo, un contratiempo inesperado puede obligar a un entrenador a hacer más cambios de los previstos para no perder la oportunidad.
Cuánto dura una ventana de cambio
Una ventana de cambio dura desde que el árbitro autoriza el cambio y el juego se para hasta que este vuelve a reanudarse. Si por algún casual entre que se hace el cambio, concluye el cambio y el juego se reanuda, antes de que este lo haga otro jugador abandona el terreno de juego para dar entrada a otro, solo contará como una misma ventana.
El tiempo es variable, en función del momento del partido o de la lejanía del jugador a una línea limítrofe del terreno de juego. Lo más habitual es que se estime en 30 segundos y se prolongue esa cantidad de tiempo a posteriori.
Cuántos cambios se pueden hacer por ventana
Tantos como quiera el entrenador, siempre y cuando no sobrepase los cinco cambios permitidos. Al solo existir tres ventanas de cambios y cinco cambios totales, el técnico que quiera realizar todas las sustituciones debe sí o sí meter al menos dos cambios dobles o uno triple para agotarlos. O, por el contrario, hacer uno al descanso y luego uno doble.
¿Es alineación indebida si se realiza un cambio en una ventana extra?
No y, de hecho, es una de las leyendas urbanas más extendidas en torno a este asunto. Hay precedentes en el fútbol modesto, donde el Juez de Competición jamás ha establecido como alineación indebida hacer un cambio en una ventana no permitida. Otra cosa es hacer un cambio extra, que sí debe ser penalizado con rotundidad.
Si un entrenador realiza un cambio y ese se corresponde con una cuarta ventana, el colegiado no debe validarlo. Pero se puede equivocar y autorizarlo, lo que implicará a posteriori una multa para él y otra para el club en cuestión. Eso sí, no es una infracción suficiente para el severo castigo de alineación indebida que implica la derrota inmediata por tres goles a cero.
Cómo funcionan los cambios en las prórrogas
Los clubes pasan a tener seis cambios en las prórrogas, es decir, uno más de los que cuentan en los 90 minutos reglamentarios. Desde hace un par de temporadas, esa sustitución extra va de la mano de una ventana extra, por lo que los técnicos tienen un total de cuatro.
Antes de ello, se permitía un cambio extra, pero no una ventana extra, lo que obligaba a los entrenadores a realizar el movimiento o antes de empezar la prórroga o al descanso, a no ser que no hubieran cerrado sus tres ventanas con anterioridad.